‘Destrucción’: disfrute visual sin electricidad ni paz

Yermo nos trajo hace dos años uno de los mejores cómics de su catálogo en lo que a dibujo y color se refiere: ‘Destrucción’ de Jean-David Morvan, Rey Macutay y Walter. El trío, cogiendo la novela homónima de Barjavel, nos trae una historia posapocalíptica cargada de acción donde el Gran Apagón elimina de Francia todo avance industrial, e incluso social, y facilita la llegada de líderes radicales, violentos y propios de otros tiempos.

El cómic comienza en el año 2157 con una cruel batalla excelentemente dibujada. Uno de los bandos está liderado por el “Patriarca”, el protagonista principal de la obra pero en una edad más joven. Este anciano es completamente reacio a cualquier avance tecnológico ya que él es de los pocos que saben lo que sufrió la humanidad hace 100 años. Por ello, hará todo lo posible para destruir la máquina que poseen sus enemigos. Este será el comienzo de un ‘road trip’ apocalíptico, muy europeo y violento.

Un guion de luces y sombra

Jean-David Morvan (Reims, 1969) es uno de los guionistas más reconocibles del mercado franco-belga cuando se habla de fantasía y, en especial, de ciencia ficción. Algunas de sus series más conocidas son ‘HK’, editada por Glènat, o ‘Estela’, a que le permitió dar el salto a la fama en España. Esta serie es editada por Norma Editorial en nuestro país y ya van por 20 números en los que se nos cuenta la historia de Navis y sus compañeros en sus viajes por el espacio.

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Como se puede apreciar viendo las obras del autor, su vinculación con las historias de ciencia ficción protagonizadas por jóvenes es total. Por ello, era natural y casi lógico que hiciera uso de su talento para adaptar la novela de Barjavel, donde un joven viaja por un mundo devastado por el fin de una tecnología eléctrica que había ‘vulgarizado’ al ser humano.

El guion es el principal oscuro de esta gran obra. No siendo malo ni aburrido en líneas general, hay momentos en los que el cómic peca de ser tedioso e infantil. Y eso que el tono y la forma de contarlo son duros, pero los diálogos y los personajes carecen de profundidad y curvas. Excesivamente simple. Sin embargo, es justo decir que el comienzo de la obra es bueno, rápido, de los que enganchan, pero el final es todavía mejor. El plot-twist de las últimas viñetas es uno de los motivos que justifican acercarse a ‘Destrucción’.

Un apartado visual de categoría

Y si el giro de guion final es una de las razones para hacerte con este cómic, su dibujo y su color es la principal. Macutay y Walter, habituales en el mercado francés y belga, hacen un trabajo espectacular y muy adecuado para una historia tan dura, impactante y visual como el viaje de un joven violento en un mundo que retrocede de la noche a la mañana cuatro siglos. Sus líneas son gruesas, su definición de los contornos de personaje y paisajes es nítida y el movimiento en las escenas de acción es adictivo por su facilidad de seguimiento y divertido por su visceralidad. Por último, el trabajo de edición de Yermo ayuda mucho en la composición de unas páginas que en sí mismas ya cuentan cosas.

Conclusión

En definitiva, ‘Destrucción’ es un gran cómic para todo aquel que quiera disfrutar de una historia entretenida, bien coloreada y todavía mejor dibujada. Un regalo ideal para aquellos amantes de la acción y lo posapocalíptico que se puede regalar por lo bueno de la edición integral que hace Yermo.