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Cine

Crítica de ‘Beekeeper El Protector’: Jason Statham azuza el avispero y va a matar

La nueva película de David Ayer, director de ‘Escuadrón Suicida’, es una frenética película de acción con un trasfondo muy actual.

Crítica de The Beekeper

Imagina ser una persona mayor, haber ahorrado durante toda la vida para terminar perdiendo todo tu dinero en un abrir y cerrar de ojos. Eso le ocurre a Eloise Parker (Phylicia Rashad), una de las protagonistas de ‘Beekeeper: El Protector’, la nueva película de acción de Jason Statham. Dirigida por David Ayer (’Escuadrón Suicida’) y escrita por Kurt Wimmer (’Un ciudadano ejemplar’), el filme aborda una problemática cada vez más presente en nuestra sociedad: los fraudes electrónicos. Adam Clay, el personaje que interpreta la leyenda del cine de acción, es un apicultor que vive en una zona rural. Alquila una pequeña parcela a Eloise y ejerce su actividad sin perturbar la paz de nadie. De hecho, establece una especie de relación de amistad con la anciana. Es él el que descubre el cadáver de la mujer, que se suicida tras ser engañada por un grupo de criminales, que le vacían las cuentas sin remordimientos. Por supuesto, no saben a quién se enfrentan...

Resulta que Adam Clay es un exmiembro de los Beekeepers, un grupo que funciona al margen de la ley y que se encarga de proteger el sistema en las sombras. Funciona como una colmena, jerarquizada de abajo a arriba, hasta llegar a la reina, la presidenta de los Estados Unidos. Derek Danforth (Josh Hutcherson), hijo de la lideresa, no tiene ningún escrúpulo y se gasta el dinero en prostitutas y droga. También lleva un negocio de lo más turbio, una empresa que se encarga de estafar a personas vulnerables. Es uno de esos personajes odiosos que quieres ver muerto desde que aparece por primera vez en pantalla. Y claro, Clay sigue el rastro del dinero y no deja títere con cabeza.

Una película de acción de lo más disfrutable

Como película de acción, ‘Beekeeper’ es frenética. La gente detrás de las coreografías de ‘John Wick’ ha trabajado en esta producción y se nota, porque Jason Statham reparte tortas por encima de sus posibilidades. Cuando el filme se centra en la acción el conjunto funciona, divierte y te deja sentado en la butaca. Menos interesante es el desarrollo de la trama en sí. Toca temas sensibles y trata de ahondar en ello, pero el tono adquiere tintes caricaturescos. Clay no deja de ser un personaje plano, sin ningún tipo de profundidad, Derek un malo maloso de manual y Vernona Parker (Emmy-Raver-Lampman), la hija de Eloise, una agente del FBI desdibujada por su sentido de la justicia. Su reacción ante los trágicos acontecimientos se antoja poco natural y fría, casi como si no le afectara. Luego está Wallace Westwyld (Jeremy Irons), un pánfilo incapaz de controlar al niño mimado de la presidenta.

La metáfora de la colmena engloba toda la película, pero no se usa de forma sutil. Los propios personajes se refieren a ella, en ocasiones de manera algo forzada. Sirve para dar forma a la historia y para construir una estructura narrativa que también va de abajo hacia arriba: Clay va primero a por los lacayos, luego a por los que mandan. ¡Pim, pam, pum, muerto uno, muerto otro! Como obra de puro entretenimiento, ‘Beekeeper’ zumba con fuerza (ahí va otra analogía tonta). Un deleite de puñetazos, balazos y cuchilladas. Y a disfrutar, que de eso se trata también.