Análisis
Blackshark V2 Pro, análisis. Razer da un salto de calidad con uno de los mejores headsets del año
Analizamos los nuevos headsets de Razer, que mejoran prestaciones en todos los sentidos: comodidad, sonido y micrófono.
Razer no es de las compañías que se queda quieta y espera a ver qué sucede. Renovando constantemente su gama de productos y dispositivos para jugar, esta vez hemos estado probando uno de los saltos de calidad más importantes que recordamos en los últimos tiempos dentro de la marca: los Blackshark V2 Pro. Se trata de unos auriculares que que siguen el camino de los Kraken o los Barracuda, pero que mejoran sus prestaciones de forma notable para equipararse con los mejores de su gama. Ofrecen una mejor ergonomía, un sonido mejorado y, sobre todo, un micrófono notablemente superior. Se han convertido en uno de nuestros headsets para jugar preferidos sin lugar a dudas.
Lo primero que podemos destacar de estos auriculares es su diseño. Por un lado, cuenta tanto con una diadema como unas almohadillas que son herederos de los últimos auriculares que han ido publicando a lo largo del tiempo, pero con algunos detalles en el diseño que cambian y los hacen más atractivos. Si nos fijamos en ello, vemos que la unión entre la diadema y los auriculares propiamente dicha se une con unos deslizadores de acero, más fuertes y robustos y, por qué no decirlo, con un diseño más atractivo. La diadema es cómoda y fácilmente adaptable, distribuye el peso de manera equilibrada y el acolchado es de calidad, así como los acabados exteriores con un estilo de piel. Pero lo mejor está en las almohadillas.
Razer apuesta otra vez por la espuma viscoelástica que cubre perfectamente las orejas, hace una presión menos intensa una vez nos lo ajustamos, algo que nos ha gustado tras jugar varias horas sin notar dolor en las mismas, y que saben aislar de forma correcta a nivel estructural. Todo ello con un micrófono desechable marca de la casa del que hablaremos a continuación porque ha hecho un level up de manual.
Especificaciones técnicas:
La renovación de esta línea que vimos respecto a los cascos de 202 es evidente, pero vayamos por partes. Empezando por el sonido, este vuelve a estar en lo más alto gracias al hardware usado con dirvers de 50mm construidos en titanio y la tecnología TriForce marca de la casa, que sabe separar los graves, medios y agudos de forma clara para ofrecer la mayoría de matices que buscamos cuando estamos jugando. La cantidad de detalles que podemos captar a través del sonido es espectacular, sin perder un ápice de contundencia en los graves y sin que tengamos ningún síntoma de distorsión en ningún momento.
Además, cuenta con tecnología THX Spatial Audio que permite aumentar la inmersión con mejores graves y la capacidad de identificar de donde vienen los sonidos más minimalistas, como los pasos o los disparos. En nuestro caso, lo hemos probado con Resident Evil 2 (esta tecnología funciona juego a juego y se actualiza la lista de los títulos compatibles) y nos ha encantado como nos envolvía y se destacaban los pequeños sonidos que van cayendo a nuestro alrededor dentro de la comisaría del título de Capcom.
Sea como sea, lo cierto es que a nivel de sonido cumplen de sobras. Pero es que además, el sistema cuenta con varios presets para juegos competitivos que están ya preinstalados y que buscan amplificar todavía más las bondades técnicas del sonido. Dejando pulsado un botón pasaremos de las preselecciones clásicas (juego, película, series, estándar, personalizado) a otras centradas en títulos competitivos: Apex, Call of Duty, CSGO, Fortnite y Valorant. Hemos estado probando como funciona y la verdad es que nos ha sorprendido. En según qué juego amplifica más sonidos como las pisadas, los disparos o el deslizamiento que en otros, personalizando a nivel sonoro la experiencia. Es verdad que son matices y no es una gran revolución, pero se nota y se agradece. Lo hemos probado tanto con Call of Duty como con Apex, y las diferencias están ahí.
Nos es difícil encontrar alguna pega a nivel de sonido en estos Blackshark V2 Pro, porque todo suena con una nitidez y claridad impresionante y las modificaciones que hay preseleccionadas o que podemos realizar realmente cambian la experiencia. Es verdad que tal vez no hay tanta potencia de volumen al máximo como en otros dispositivos, pero va sobrado también en este aspecto y se agradece la sencillez a la hora de manejarlo desde los propios cascos: una ruedecita para subir y bajar volumen y un botón para cambiar rápidamente de modalidad.
El micrófono es el rey
En los últimos cascos que habíamos analizado de Razer casi siempre anotábamos que el micrófono tenía una calidad suficiente para charlar con amigos o con compañeros de equipo, pero que su nivel de rendimiento era justito para otras cosas. Aquí no podemos sino celebrar que se ha dado un salto enorme con un micrófono que va a sorprender a los usuarios. La captura que se consigue con el mismo es muy clara y limpia, sin distorsiones ni sonidos enlatados, permitiendo que hablemos y se nos escuche a la perfección. Ahora sí que creemos que se puede usar para hacer streamings o incluso grabar alguna locución para vídeo si lo necesitáis sin que se sacrifique la calidad general del resultado.
El ancho de banda del micrófono llega a los 32 kHZ, lo que significa que captura frecuencias de sonido de forma amplia, incluyendo tonos graves y agudos mucho más diferenciados y por lo tanto, pudiendo reproducir de forma más completa y precisa lo que decimos. Normalmente los micrófonos de cascos de distintas marcas como Logitech o SteelSeries, también otros cascos de la marca, se mueven en los 16kHZ, así que el resultado es evidentemente superior.
Además, la calidad de construcción del micrófono y la respuesta de frecuencia juegan a favor ya que se ha apostado por colocar a los cascos un micrófono de condensador de 9.9mm, un tipo de micrófono que usa una cápsula que convierte las ondas de sonidos en señales eléctricos y que son usados en estudios de grabación profesional. Es más complejo en construcción que el micrófono dinámico clásico que encontramos en la mayoría de headsets. Sin duda un cambio enorme en el que se sale ganando claramente y la mayor sorpresa que nos hemos llevado.
Como viene siendo habitual, el sistema de conexión es con un dongle propio para poderlo usar con varios dispositivos y tener una conexión rápida y precisa vía Wireless, aunque también se puede conectar a la vez con dispositivos Bluetooth para recibir llamadas del teléfono y no perdérnoslas si estamos jugando. Es verdad que hay algunas funciones que se han perdido por el camino: no cuentan con tecnología Razer Chroma RGB como los Kraken o los Barracuda ni tampoco tienen cancelación de ruido, aunque el rendimiento y aislamiento de los auriculares es bastante bueno. Desde Synapse podemos activar algunas opciones para suprimir el ruido que ayudan a mejorar la experiencia, aunque no llegue a los resultados de otros con cancelación de ruido.
Por otro lado, la batería ha crecido de forma notable. Razer habla de más de 70 horas, y aunque no las hemos contado, sí que, si no son esas, se les acercan bastante y son muchas más que con la anterior versión de 2020.
Conclusiones
Los Razer Blackshark V2 Pro son uno de los mejores cascos que hemos probado de la marca sin lugar a dudas. Han mejorado casi todo lo que debían mejorar y potenciado lo que ya estaba bien: mucho más cómodos y adaptables, audio todavía mejor y con más opciones de personalización y un micrófono que da un salto de calidad impresionante. Las opciones de personalización, su conexión multiplataforma y los acabados robustos hacen el resto: son unos cascos pensados para jugar con las mejores prestaciones de sonido que le recordamos a la marca. No son perfectos: el THX Spatial Audio no está integrado en todos los juegos y no tienen cancelación de ruido (aunque lo suple bastante bien). Es verdad que su precio de 229 euros no será apto para todos los públicos, pero aquellos que jueguen de forma intensiva a diario están ante una de las mejores propuestas que pueden encontrar para satisfacer sus exigencias.