Así es el nuevo modelo del micrófono estrella de Razer que busca atraparte con un color especial
Analizamos el Razer Seiren V3 Chroma Quartz, el micrófono estrella de la marca que ahora comercializa en un nuevo color digno de la Pantera Rosa.
Razer conoce de sobra qué elementos debe refrescar en su catálogo de accesorios. En esta primera mitad de 2024 le tocó el turno a su línea de micrófonos Serien, cuya versión 3 llegaba el pasado 29 de febrero para impulsar todavía más sus características. Unos meses después nos encontramos aquí, frente a frente con una nueva edición del Razer Seiren V3 Chroma con una aspecto fabuloso. Añadiendo la coletilla ‘Quartz’, el micrófono negro característico de la empresa surcoreana estará acompañado de un pie y micrófono rosa con unos acabados espectaculares. En MeriStation ya hemos podido probarlo en profundidad.
Especificaciones técnicas
- Frecuencia de respuesta: 20 Hz - 20 KHz
- Bit Rate: 24 bit
- Sample Rate: 96 kHz
- Máximo sample: 110dB (THD < 1 % at 1 kHz)
- Sensibilidad: -34 dB (1 V / Pa at 1 kHz)
- Signal-to-noise ratio: 96 dB
- Monitorizador de micrófono: puerto de 3.5 mm para auriculares
- Opción del montaje: adaptador de pie de escritorio con absorbedor de golpes incorporado.
- Conexión: cable USB tipo A a USB tipo C incluido.
- Requisitos de energía: 5V / 500 mA
- Requisitos del sistema: Windows 10 (también compatible con Mac).
- Dimensiones: 56 mm (diámetro del micrófono), 91 mm (pie de la base), 211 mm (altura).
- Peso: 474 g
- Precio: 149,99 euros
Pequeño y versátil: el todoterreno de los micrófonos Razer
Con esas palabras podríamos resumir nuestras sensaciones con el Razer Seiren V3 Chroma Quartz. Para nuestras labores de grabación del Meripodcast ha aportado unos resultados superiores al micrófono de la competencia que utilizábamos al momento. Todo ello con un tamaño bastante inferior al que utilizábamos y con conexión USB-C a USB-A. Y todo hay que decirlo: más bonito y con mejores acabados, que aunque sea algo secundario, en las conclusiones también cuenta.
Pero empecemos por el inicio. Si tienes el modelo publicado el pasado febrero no debes preocuparte: las características entre ambos son exactamente iguales. Lo único que cambia es el color del pie y el micrófono, que como se puede ver en las imágenes muestra un color rosa no demasiado chillón. Frente al que utilizábamos, nos gusta especialmente las posibilidades que ofrece en cuanto a gestión de su rendimiento sin necesidad de mover el ratón. En la parte superior del micrófono se encuentra un panel táctil circular cuyas acciones se pueden configurar desde el software propio de Razer (Razer Synapse).
De manera predeterminada ya viene configurado con opciones tan útiles como silenciar y quitar el silencio del micrófono con solo un golpe de dedo. La iluminación alrededor del micrófono te ofrece feedback instantáneo del punto en el que se encuentra, así que no tienes que andar tocando ninguno de los clientes que utilices habitualmente, como Discord. Resulta evidente que esto no es algo exclusivo de la marca, pero su presencia es positiva.
Los resultados son muy buenos. Encaja genial que la entrada de volumen de nuestra voz se module automáticamente. Que se te escuche más o menos bajo dependerá de lo que detecte el micrófono para ofrecer la mejor configuración en todo momento, pero eso también puedes ajustarlo tu si lo prefieres. El volumen de entrada se refleja, de nuevo, en las luces. Y es que este tipo de ajustes están más pensados para el usuario más entusiasta. Al ser plug and play funcionará desde la primera conexión con toda la configuración de fábrica. Aunque en los requisitos se señala que funciona solo con Windows 10 en adelante, nosotros lo hemos utilizado sin ningún problema en Mac.
Conclusiones
En definitiva, nuestro paso por el Razer Seiren V3 Chroma Quartz ha sido excelente. Nos encontramos con un micrófono versátil y de acabados fantásticos que funciona desde la primera conexión sin necesidad de ningún ajustes más. Los resultados en cuanto a la grabación de podcasts son geniales, por lo que no podemos poner ningún ‘pero’ a un micrófono que cumple con nota su trabajo.