Así es DeathSprint 66, cuando Mario Kart y SSX se unen en una sádica carrera

Una de las sorpresas del Summer Game Fest se encontraba en un pequeño rincón de la zona liderada por Level Infinite. Sumo Digital permitió a los presentes probar un pequeñisimo anticipo de lo que está por venir en DeathSprint 66. Probablemente a muchos no os suene, pero nos encontramos con un nuevo multijugador que viene para romper las reglas.

El espectáculo más gore del futuro

Se nos traslada que DeathSprint 66 es el resultado de mezclar el concepto de Mario Kart con el de SSX. En este juego tenemos que correr literalmente por nuestra vida mientras nuestros rivales buscan hacernos la vida imposible en la pista. Es un todo o nada mientras saltamos, corremos por las paredes y sorteamos las incontables trampas que buscan triturar cada centímetro de nuestro cuerpo.

Jugarlo es como andar en bicicleta. A los cinco minutos estás adaptado a sus mecánicas. Se controla como un juego de conducción. Pulsando el gatillo derecho mantenemos el sprint mientras lo combinamos con las acciones que nos demanda hacer la pista. ¿Hay un raíl por el que ir más rápido? Salta sobre él y controla la inercia de tu cuerpo para no poner tu cuerpo sobre la trituradora, como si estuvieses sobre una tabla de surf.

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Al tomar una curva podemos derrapar. Perdemos velocidad, como es normal, pero al mismo tiempo mantenemos la inercia necesaria para continuar la carrera. El control es sólido. Se transmite muy bien el peso del cuerpo y cómo la física se altera al chocar con otros o entrar en los apoyos del escenario. Durante nuestra segunda carrera las cosas se empiezan a poner serias: sus responsables activan los potenciadores que podemos ir obteniendo por la pista, que pueden ser tanto defensivos como ofensivos.

Uno de ellos por ejemplo nos activa un escudo corporal que atrae todos los objetos a nuestro alrededor. Los objetos con símbolo de trueno rellenan nuestro medidor de impulso, un elemento clave que utilizar para ganar velocidad cuando perdemos inercia, como cuando pasas por una curva. En el caso de los items de ataque, pasamos desde tornados que persiguen a un objetivo hasta grandes hojas afiladas que cortan por la mitad a quienes tengamos delante. Las posibilidades son amplias y sangrientas a partes iguales.

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15 minutos de demostración no dan para mucho más, pero sí para confirmar que queremos jugar una sesión completa con jugadores (hasta 8 simultáneos). La estética futurista de tono oscuro y gore le sienta genial a un título que busca labrar su identidad desde el momento en el que agarramos el mando. Persiguen un lanzamiento en PC en algún momento de este año. Quizá en acceso anticipado, pero es algo que el equipo tiene todavía que decidir. Más adelante le seguirán las consolas.