Análisis Razer Wolverine V3 Pro, un mando casi perfecto para jugar en Xbox Series X/S y PC

En los días posteriores a la llegada del paquete que contiene el mando Razer Wolverine V3 Pro, uno de los juegos más esperados del año está a punto de salir. Star Wars Outlaws, de Ubisoft Massive Entertainment, ha estado entre los títulos elegidos para probar el dispositivo.

Una casualidad, en realidad, porque el análisis tenía que salir sí o sí en MeriStation. Las más de 20 horas que nos llevó completarlo se jugaron con este nuevo mando de Razer, que ya adelantamos, nos ha sorprendido para bien. Con un precio oficial de 229,99 euros, el perfil de jugador al que va dirigido es obviamente un consumidor más especializado, que busca un producto de alta calidad. Un dispositivo personalizable, que se adapte a las necesidades de las personas y a cada tipo de juego, sobre todo en la esfera más competitiva. Se trata de un mando diseñado específicamente para Xbox, aunque también es compatible con PC.

Las líneas prémium se aprecian en la propia caja, elegante, confeccionada mediante materiales reciclables y con los colores habituales de la marca (verde y negro). Dentro, el estuche que contiene los cables y la funda, que nos brinda la oportunidad de transportar el producto de manera cómoda y segura. En el interior de esta funda encontramos el mando, el receptor USB Hyperspeed Wireless para jugar de manera inalámbrica y dos sticks de repuesto, uno cóncavo y otro convexo. Además, el cable USB-C a USB-A es largo, de 3 metros, lo que permite alcanzar una distancia generosa entre la pantalla y el jugador. Todo sencillo de sacar y de utilizar, en unos segundos ya puedes estar jugando a tu título preferido.

Es verdad que tener que usar un pincho USB-A para conectar el mando vía inalámbrica puede ser una desventaja, más que nada porque tienes que prescindir de una de las entradas (en el caso de Xbox Series X, tres en total). Sin embargo, en nuestro caso apenas las usamos, así que no ha supuesto una molestia. Además, no hemos notado nada de retardo o lag. Somos de los que seguimos jugando con pilas, de modo que la batería de unas veinte horas de duración ha venido muy bien. En cualquier caso, siempre queda la solución del cable.

Para mayor precisión, los jugadores pueden activar el Modo Torneo si juegan en PC con cable. ¿En qué consiste? Proporciona una tasa de sondeo 1000 Hz y se puede activar mediante la app Razer Controller o usando un acceso directo en el mando.

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Estas son las características técnicas del mando Razer Wolverine V3 Pro

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Con el mando Razer Wolverine V3 Pro en las manos

Uno de los factores más importantes a la hora de valorar un mando es su ergonomía. Es importante que se adapte a todo tipo de manos y que cualquiera se pueda sentir cómodo a lo largo de la partida, sea cual sea la situación. El tamaño es similar a los mandos de Xbox Series X/S, también con un tacto de malla en la parte inferior para facilitar el agarre y evitar que se resbale. Nosotros tenemos manos de tamaño medio y llegamos a todos los botones y gatillos sin esfuerzo. Aunque necesitaríamos comprobarlo con personas de manos más grandes o pequeñas, nos da la impresión de que el diseño no ha pasado por alto esta circunstancia.

Sosteniendo el mando oficial y el nuevo Razer Wolverine V3 Pro nos damos cuenta de que el peso también es muy similar. Donde se notan las diferencias es en la calidad de los botones, que no solo tienen un tacto mejor, incluso el sonido del “clic” da su gustito. Las cuatro palancas de atrás situadas en la parte inferior de cada lado lado del mando tienen clic de ratón y un recorrido muy rápido. En cuanto a los gatillos, disponen de dos funciones diferentes: los podemos usar como gatillos análogicos, pero si presionamos los botones deslizantes también podremos emplearlos como gatillos con clic de ratón. También incorpora otros dos botones situados entre los gatillos superiores e inferiores.

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A la cruceta de ocho direcciones nos ha costado un poco más acostumbrarnos, pero tiene un tacto interesante —también de clic— y una respuesta francamente buena, una versatilidad que géneros como la lucha lo agradecen.

A nivel de personalización física, lo cierto es que el mando Razer Wolverine V3 Pro languidece un poco. Lo único que se pueden cambiar son los sticks, que por cierto, implementan tecnología Hall como los gatillos, de forma que se evita el tradicional drift de los sticks. Hubiera estado bien que vinieran más repuestos, eso sí. Por el contrario, la personalización de los botones es total. Se hace a través de la aplicación Razer Controller, donde se pueden crear perfiles distintos con configuraciones diversas. Es posible calibrar las zonas muertas, modificar las funciones de cada botón e incluso modificar la intensidad de la luz RGB del logo de Razer.

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Salvo por la limitada personalización física, la necesidad de tener que utilizar el pincho USB para jugar de forma inalámbrica y el precio, que no es para todos los bolsillos, Razer Wolverine V3 Pro es un mando imprescindible para los que se lancen a la competición.

El producto ha sido proporcionado por Razer para análisis.