La clásica recreativa de Sega tuvo versiones en casi todos los formatos de la época, y la 8 bits de la propia compañía no se iba a quedar sin la suya. Brawler de connotaciones fantásticas en el que tres personajes se baten con magia y espada a las fuerzas de Death Adder.

Cuando Sega era la principal rival de Nintendo, o empezaba a serlo al menos, la compañía miraba a su rival a batir para evitar que le tomara la delantera. De ahí se explica este curioso spin-off de la serie Golden Axe, alejado de sus raíces como brawler arcade e instalado como un juego con claras influencias de Legend of Zelda.