Capítulo 1
Un español en el Summer Game Fest 2024: el duro camino a Los Ángeles y el tractor
La experiencia en vivo del Summer Game Fest comienza desde el momento en el que te montas en el avión, con sorprendentes resultados.
Lo último que esperas tras doce horas de vuelo es ser remolcado por un tractor en plena pista del aeropuerto de Los Ángeles. En mis ocho años viajando por medio planeta nunca había visto que el piloto aparcara mal tras el aterrizaje. Fue el último toque español a un viaje que no distó mucho de estar encerrado en una caja de sardinas.
Pese a que la agencia que compró el vuelo nos aseguró que tendríamos espacio extra para las piernas, la realidad fue bien diferente. Si eres turista con Iberia y te toca ventanilla, prepárate para que te toque al lado gente que tenga la necesidad de ir al baño o mover un poco las piernas. De lo contrario, buena suerte.
El vuelo es tan solo un trámite para lo verdaderamente importante: el control de frontera en los Estados Unidos. Puedes chuparte todas las horas de vuelo que quieras, pero si el oficial no quiere que pases, no pasas. Así de claro. En mi caso tuve la suerte de estar acompañado por otros compañeros que acudían al mismo contexto del Summer Game Fest. Duré 20 segundos tras aportar todas mis huellas en un improvisado lector. Ya tenía la lección aprendida al tercer tío que venía a contar el mismo rollo. Casi hora y media de esperar en una fila para ese efímero momento.
El último rival en pie es tú mismo. Llegas al hotel con una sensación que mezclaba cansancio y confusión. Eran las 18:00 hora local, pero tu reloj interno marcaba las 03:00. Las nueve horas de diferencia con España pesan, y mucho. Me acercaba peligrosamente a las 24 horas despierto. No queda otra. Para combatir el puñetero jet lag, lo mejor es acercarte lo máximo posible a las costumbres horarias locales. Me fui a la cama a las 21:00, y cada dos horas me desvelaba pensando que tocaba levantarme. El cuerpo marca un ritmo diferente al de tu cabeza. 05:30 y ya estás levantado, dispuesto a vivir el día… el largo día que queda por delante, siempre que tu cuerpo te lo permita.
Un viaje a Los Ángeles tiene más glamour desde la pantalla del salón que en vivo y en directo. Para llegar hay que realizar un auténtico esfuerzo casi a modo de peregrinación que no todos están dispuestos a realizar. Y eso que nosotros tuvimos la fortuna de tener preparado a un conductor para el traslado al aeropuerto, pero si tienes que esperar al Uber de turno o directamente el transporte público, echa los dados a volar a su suerte.
Los próximos días se avecinan diferentes. Me ilusiona. A nivel informativo tenemos algunas coberturas muy importantes con las que brindaros lo mejor de los videojuegos que están por venir en los próximos meses. El esfuerzo para llegar hasta aquí es más que palpable, pero estoy seguro de que merecerá la pena.