Opinión
Nintendo Switch 2, ¿y qué si no es una revolución?
Un analista señala que la consola seguirá los pasos de Game Boy Advance y Nintendo 3DS, por lo que supondrá una evolución del concepto de la híbrida.
Contradecirse es humano. Uno defiende su propia postura, construye una narrativa y trata de articular un relato coherente canalizado a través de argumentos que nos sirven para defender una postura u otra. A veces, en la creación de esa historia confluyen las expectativas, la imagen —sea real o no—, las etiquetas o los antecedentes. Por ejemplo, a Nintendo se la suele definir como una empresa innovadora, que arriesga y que intenta crear nuevas formas de jugar: Wii, Nintendo DS o Switch son productos que siguen esa corriente filosófica.
No hay nada oficial al respecto, pero las malas lenguas hablan de que la sucesora de la híbrida será una evolución más que una idea completamente rompedora. ¿Es algo negativo per se? No tiene por qué.
La cuestión que planteo se puede analizar desde distintos puntos de vista. Los que se aferren a la idea de que toda consola de Nintendo ha de ser innovadora tal vez no estén contentos con una apuesta de tono más conservador. Aun así, la innovación no tiene que plasmarse únicamente en el hardware, puede hacerse de distintas formas, en los juegos sin ir más lejos. De la misma forma que Game Boy Advance es una evolución del concepto de Game Boy y que 3DS lo es de la DS original, la próxima máquina puede ser una versión mejorada de Switch. ¡Y ya está, sin dramas!
Me gusta la deriva experimental en la que Nintendo ha estado sumida en los últimos años, pero creo que el concepto de Switch todavía no ha alcanzado su cenit. Portátil y sobremesa en un mismo dispositivo, un producto capaz de transitar por ambos mundos, en la televisión, en la cama o de camino al trabajo, da igual el lugar. Las barreras han sido siempre las mismas: unos Joy-Con que tienden al ‘drift’ y una potencia discreta, ya muy limitada, que afecta al rendimiento de algunos juegos y que están muy lejos de los títulos más punteros.
No digo que los nipones no vayan a sorprendernos con un plot twist que nos deje con la boca abierta, quién sabe, quizá lo hagan, pero si al final resulta ser un power up Champiñón que le proporcione más músculo técnico y mejores prestaciones no me voy a quejar. Porque no todo tiene que dar un giro de 180º para estar bien, por mucho que valoremos a la Nintendo más innovadora. Que dispositivos como Steam Deck estén triunfando son otra prueba irrefutable de la demanda de ese tipo de producto. El desafío será equilibrar la potencia y los costes para que el precio siga siendo competitivo. Y mejorar la autonomía de la batería, una asignatura pendiente de la industria tecnológica.