Microsoft reclama su papel como una de las grandes casas de videojuego del mundo en un Xbox Showcase para el recuerdo
Microsoft Games ha dado la clase de show que todos esperamos en estas fechas
Xbox ha ofrecido un Showcase maravilloso, la clase de evento que se espera en estas fechas por parte de una gran compañía de videojuegos con sistema propio (una responsabilidad de la que Sony ha pasado de largo este año y Nintendo, ya veremos). La compañía venía de un ciclo informativo un tanto deprimente con los cierres de Tango y Arkane Austin, pero o bien ya tenía previsto lo que iba a hacer desde hace tiempo, o bien ha querido improvisar un golpe en la mesa. En cualquier caso, ha sido una conferencia espectacular, quizás una de las mejores en la historia de la compañía. Ha habido de todo: grandes nombres, juegos desconocidos hasta ahora que lucen muy bien, proyectos largamente esperados que dan ahora la cara y hasta alguna sorpresa como lo ha sido el “nuevo” Gears of War, que da un giro de 180º a su trayectoria más reciente para darnos algo con lo que muchos aficionados soñaron en su día cuando se desarrollaba la serie original: un juego basado en el E-DAY con Marcus y Dom como las estrellas, además con ese ‘Mad World’ sonando por lo bajo, en lo que nos transporta automáticamente a una de las mejores épocas de Xbox.
Una secuencia apabullante de juegos
Microsoft Games no ha fallado ni una sola nota en lo que ha sido un tremendo trabajo orquestal. Sin duda, uno de los focos de la conferencia ha sido la de dejar a las claras de qué se está hablando ahora cuando se habla de la división de juegos de la compañía de Redmond. Activision, Bethesda y Blizzard han estado todas en primera plana y con sus mejores galas, mientras que casi todos los estudios en activo de la compañía como The Coalition, Compulsion, The Initiative, Undead Labs o inXile también han sido invitados a la fiesta. El resultado ha sido una amalgama brillante de juegos, que se ha combinado con buen criterio con títulos atractivos de terceras compañías como ha sido el atractivo tráiler de Assassin’s Creed: Shadows o el no menos atractivo tráiler del nuevo Dragon Age.
El otro foco de la conferencia ha sido, también sin duda, mandar el mensaje de que el Xbox Game Pass es el servicio de suscripción más atractivo que existe ahora mismo, sin mucha discusión. Ya sólo con el anuncio de Call of Duty: Black Ops 6 en día 1 se cimenta la estrategia clave de la compañía, que empieza y termina en convertir el servicio en algo que el mayor número de jugadores quiera tener. La discusión sobre si es un modelo sostenible no tiene ningún recorrido más allá que el discutir por discutir. Si hay una compañía en el mundo que tenga clara sus cuentas y qué se puede permitir y qué no, esa es Microsoft. Una compañía no llega a la posición de tener una capitalización de tres trillones de dólares por no saber lo que puede hacer o lo que no —en la escala americana de lo que es un trillón, que difiere entre países—.
Xbox Game Pass, imprescindible
Todo luce muy bien. El nuevo Call of Duty parece que se ha beneficiado del tiempo extra en cocina, presentando un aspecto más que prometedor. Doom: The Dark Ages luce espectacular. Indiana Jones apunta a brillante, en una demostración que parece capturar todo el espíritu de las películas. Perfect Dark luce muy bien, como también es el caso de Avowed, South of Midnight y Fable. El tráiler cinemático de la expansión de Diablo IV ha sido otro trabajo fantástico de Blizzard, e incluso hemos descubierto algunos juegos tremendamente interesantes de menor octanaje pero muy atractivos como Mixtape o el nuevo Life is Strange. Particularmente, ver el nuevo tráiler de STALKER 2 y su confirmación para este año ha sido emocionante, mientras que quizás el juego que me ha despertado más curiosidad ha sido Expedition 33, cuya presentación me ha resultado tremenda para un juego que parece haber salido de ninguna parte.
En definitiva, un Showcase para el recuerdo que está acorde, y algo más, con lo que deberían ser estas fechas. Todo un regalo para el amante del videojuego por el que hay que sentirse agradecidos, máxime al ritmo que se iban desarrollando estos días de No-E3. Microsoft se lo está tomando muy en serio para convertirse en una compañía imprescindible y para cristalizar sus espectaculares compras de compañías en un catálogo absolutamente tentador para toda clase de usuarios. Y en cuando a los demás competidores en este espacio, no deberían dormirse demasiado en los laureles, visto lo visto. Avisados quedan.