Opinión
Disney no se ha cargado ‘Star Wars’, son los fans tóxicos los que están haciendo todo lo posible para destruir la saga
La ola reaccionaria centra sus críticas desde la perspectiva del machismo, la homofobia y el racismo, no desde el punto de vista creativo.
Intransigencia, violencia verbal y discurso del odio. Las redes sociales se llenan de comentarios sulfurados, de lloriqueos incesantes, de insultos y de palabras gruesas. Antes de que ‘Star Wars: The Acolyte’ se estrenara ya se veía venir lo que iba a ocurrir. Alguien cogió la escena en la que el maestro Sol instruye a los iniciados de Jedi, contó el número de mujeres y de personas no blancas y se llevó las manos a la cabeza porque en una galaxia haya algo de diversidad. Se trata de una ola reaccionaria que va más allá de ‘Star Wars’ y que ataca a las producciones que no están protagonizadas por los personajes de siempre. Repiten una y otra vez que Disney está destruyendo la saga, cuando en realidad son ellos los que están haciendo todo lo posible para hundirla en el fango.
Que si agenda woke, que si no hay personajes blancos, que si están llenando ‘Star Wars’ de homosexuales... no les importa que aparezca un tipo vestido con un traje de elefante, tampoco que una marioneta vaya dando saltos o que un tipo feo, pequeñito y de color verde sea el gran maestro de los Jedi. Les molesta que haya protagonistas mujeres, que sean negras y que tengan dos madres.
Mientras escribo estas líneas me doy cuenta de que suena cada vez más ridículo, pero gracia ninguna. Desafortunadamente, la lista de personas acosadas es larga: desde Kathleen Kennedy, presidenta de Lucasfilm, hasta actrices y actores como Kellie Marie Tran (Rose), Moses Ingram (Reva), Daisy Ridley (Rey) o Ahmed Best (Jar Jar Binks). Puede no gustarte un personaje, pero eso no te da derecho a atacar a los que los interpretan.
La homosexualidad apenas se ha representado en live-action
Me resulta paradójico que cierta parte de la comunidad se muestre enfadada por la representación de la homosexualidad en ‘Star Wars’. Claman que se está convirtiendo en una especie de cortijo gay, cuando la realidad es bastante diferente. Lucasfilm ha presentado varios personajes homosexuales, pero no se ha visto ni un simple beso. En ‘Andor’ se deja claro que Vel y Cinta mantienen una relación lésbica, pero no se refleja en pantalla como tal. Lo mismo ocurre con Aniseya y Koril, que aparecen en el episodio 3 de ‘The Acolyte’. Ambas brujas son las madres de Osha y Mae, las protagonistas de la serie. Y sin embargo, de nuevo, apenas un par de muestras superficiales de cariño. Hay más atrevimiento en las novelas y cómics, donde sí se ha visto algo más, por ejemplo en el caso de la doctora Aphra, que sí ha protagonizado alguna que otra escena más tórrida.
Podría escribir líneas y líneas, pero la conclusión sería la misma. Es lícito que te guste o no un producto, que te satisfaga más o menos lo que se narró en el Universo Expandido. Se puede defender con argumentos en un sentido u otro, lo que no es debatible es que la crítica se centre en el color de la piel de la protagonista, su identidad sexual o su condición de mujer. Eso se llama racismo, homofobia y machismo. Por eso han hundido ‘The Acolyte’ en Rotten Tomatoes, porque no pueden tolerar que haya diversidad e inclusión en una galaxia heterogénea.
Los tres primeros episodios de ‘Star Wars: The Acolyte’ ya están disponibles en Disney+.