Tunic: uno de los juegos más mágicos de la década que no te puedes perder

Cuando fue lanzado en 2022, Tunic se convirtió por méritos propios en una de las aventuras más mágicas de la década, que nos retrotrajo a una época en la que los videojuegos no te llevaban de la mano y todo estaba envuelto de un halo de misterio tremendo. Aprovechando que forma parte del catálogo de Game Pass, regresamos a este videojuego repleto de misterios por resolver en el que manejamos a un gracioso zorro espadachín. Así es La Leyenda del Zorro.

Así es Tunic, una aventura repleta de misterios y enigmas por resolver

Tunic se autodefine como “una aventura de un zorro pequeño en un mundo enorme”. Y aunque escueta, es una descripción bastante acertada.

Desde el propio inicio del juego la incertidumbre es máxima. Controlamos a un alegre zorro de colores vivos y vibrantes que se despierta en una playa, y debe apañárselas para sobrevivir en un mundo en el que aparentemente todas las criaturas son hostiles, todo está en un extraño idioma y hay glifos e inscripciones por que no entendemos.

Tunic es un brillante ejercicio de narrativa ambiental a base de omitir deliberadamente información al jugador. Aunque es perfectamente posible descifrar su idioma rúnico, no se espera que los jugadores lo hagan.

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El hecho de ir recogiendo objetos cuyos nombres y descripciones cuyo significado no comprendemos hasta que no los probamos debidamente son muy reminiscentes de cuando de pequeños teníamos la ocasión de jugar a algún videojuego en otro idioma, donde conseguíamos avanzar por insistencia y deducción aún a pesar de no entender todo lo que se nos planteaba.

Otro de los aspectos más curiosos del videojuego, y cuya mera presencia en él plantea nuevas cuestiones existenciales, es el hecho de que podemos obtener páginas del manual del juego dentro del propio videojuego. Esto nos ayuda a entender nuevos conceptos que han estado ahí desde el principio pero que desconocíamos, como la ubicación de atajos o el cometido de ciertas estructuras del mundo.

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Aunque a priori parezca que hay similitudes con The Legend of Zelda, nuestras dudas se disipan a medida que invertimos tiempo en esta aventura. Tunic es un videojuego muy único en el que estamos solos en un mundo inhóspito repleto de secretos.

Tunic no es un videojuego difícil de por sí; aunque posee combates desafiantes, las penalizaciones por morir no son excesivamente severas y no van más allá de reaparecer en el último punto de control activado.

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A nivel artístico es un juego muy bonito y variado, con paletas de colores muy vivos. Su banda sonora también es una maravilla que nos dejará varios temas para el recuerdo.

En líneas generales estamos ante uno de esos videojuegos en los que lo mejor es no sucumbir a la tentación de mirar alguna guía para saber qué hay que hacer a continuación; como mínimo deberíamos ser capaces de poder completar la aventura con el final “normal” por nuestros propios medios. Otro tema es hacerse el 100%, claro, donde se pondrán a prueba los límites de nuestro ingenio.

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Si nos tomamos este videojuego como uno concebido en una era anterior a la proliferación de internet a nivel de usuario, lo disfrutaremos mucho más. Especialmente porque rezuma mucho misticismo y es proclive a generar leyendas urbanas, como cuando encontramos una misteriosa partida guardada de otro jugador con todo al máximo como si el juego hubiese tenido un dueño anterior...

5 motivos para jugar a Tunic

¿Dónde se puede jugar a Tunic y cuánto cuesta?

Tunic está disponible en las siguientes plataformas al siguiente precio:

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