¿Qué película descubro hoy?
‘Secretos de un escándalo’, la gran olvidada de los Oscar
Todd Haynes, director de ‘Carol’ o ‘Aguas oscuras’, crea una película que te dejará helado. El miedo se apoderará de tí.
Entre las 24 películas, que tienen alguna nominación a los Premios Oscar que se entregan este próximo 10 de marzo, pasa desapercibida una pequeña joya: ‘Secretos de un escándalo (May December)’. La película protagonizada por Julianne Moore y Natalie Portman ha sido una de las grandes olvidadas del año. Su única candidatura es a mejor guion original, un premio menor, para la nueva obra del siempre infravalorado director Todd Haynes.
‘Secretos de un escándalo’ es la gran ninguneada de los Premios Oscar. No sólo porque Julianne Moore y Natalie Portman están de diez, sino porque la atmósfera, la tensión y el clima que consigue crear Haynes traspasa la pantalla. Su magnetismo te atrapa hasta pasar auténtico miedo. Te dejará helado. Las secuencias se agolpan sin saber a ciencia cierta qué desenlace tendrán. Esa tensión se apodera de cada plano, de cada diálogo, de cada personaje... hasta ser el verdadero cometido del director. Que la incertidumbre dure hasta el final. Un film que te mantendrá con los cinco sentidos en alerta máxima. Una historia basada en hechos reales de una profesora que se acostó con su alumno de doce años.
Todd Haynes ha destacado siempre por tener un toque especial con los personajes femeninos. Las mujeres siempre brillan en sus películas. Ya lo hizo con Julianne Moore en ‘Lejos del cielo’ (una de sus cinco candidaturas al Oscar); y sobretodo con Cate Blanchett y Rooney Mara en esa obra maestra que es ‘Carol’. Por eso, su única nominación al Oscar por el guion original de ‘Lejos del cielo’ es poco bagaje para un director que sabe hacer cine como pocos. ‘I’m Not There’ o ‘Aguas Oscuras’ son dos buenos ejemplos de que Haynes sabe entretener con calidad.
Son muchos los atractivos de ‘Secretos de un escándalo’. Desde la mejor Natalie Portman de los últimos ocho años (‘Jackie’); a la abrumadora y camaleónica (aquí da otro registro magistral) de Julianne Moore (vergüenza que sólo tenga un Oscar); al sorprendente Charles Melton o al ingenioso guion original de la debutante Samy Burch, que bien le ha valido una candidatura al Oscar. Todo junto hacen un cóctel explosivo... e inquietante.