Estás en 2011, acabas de pasar un auténtico suplicio esquivando las trampas de la Fortaleza de Sen y has salido victorioso de la batalla contra el Golem de Hierro. Te acercas a un callejón sin salida, ves una escena en la que unas extrañas gárgolas de piel rosada te capturan y de repente apareces en una imponente ciudad que poco o nada tiene que ver con todo lo que habías visto hasta entonces.
Es uno de los momentos que ningún fan de Dark Souls, el RPG de From Software, podrá olvidar. Hablamos, por supuesto, de la llegada a Anor Londo. Es la ciudad de los dioses, quienes abandonaron lo que antaño fue el hogar de Gwyn, Señor de la Ceniza. Cuando nosotros accedemos por primera vez ha pasado mucho tiempo desde entonces, pero no por ello deja de ser uno de los recuerdos más especiales que conserva todo seguidor de la obra de Hidetaka Miyazaki.
Dark Souls: Remastered, desarrollado por From Software y editado por Bandai Namco para PC, PlayStation 4, Xbox One y Switch, es una reedición del célebre RPG de acción de la generación pasada con mejoras gráficas y el DLC Artorias of the Abyss.