Oppenheimer y su vínculo con la Guerra Civil española en la película de Nolan

Tal y como os adelantábamos en la crítica de la película, Oppenheimer está llena de sorpresas. Nolan es el único director capaz de convertir una escena de sexo en algo intelectual (imperdible momento) y se pasa las tres horas de metraje jugando con las líneas temporales y los giros de guion. Quizás por eso ya está a la altura de Kubrick y Hitchcock, al menos según Robert Downey Jr. Pero desde luego, si hay algo que no esperábamos de la cinta es ver a los personajes hablando de la Guerra Civil española.

Durante la proyección, Nolan retrata con todo lujo de detalles al poliédrico Oppenheimer y entre otras cosas plasma el compromiso político que albergó durante su juventud. Por entonces, el padre de la bomba atómica salía con activistas radicales (en la película, Florence Pugh pone cara a la más famosa), impulsaba la sindicalización de las aulas y acudía a reuniones y fiestas comunistas, aunque nunca se afilió al partido. Al final se casó con Katherine Vissering, más adelante conocida como Kitty Oppenheimer, quien no solo era miembro del Partido Comunista de América, sino que era la viuda de un joven que murió en España luchando junto a las Brigadas Internacionales en la Guerra Civil.

En la película hay un precioso diálogo entre Emily Blunt y Cillian Murphy en el que se debate sobre el valor de los ideales y sobre si el sacrifico del exmario de Kitty mereció la pena. Pero no es la única mención al conflicto español. Más adelante, terminada ya la prueba Trinity e incluso el Proyecto Manhattan, cuando los propios políticos de Estados Unidos ponen en duda a Oppenheimer y tratan de desacreditarlo, uno de los datos con los que se le acusa de comunista es con las donaciones que enviaba a los refugiados de la Guerra Civil española. El propio Nolan aclaró todo esto hace un poco en una entrevista a los compañeros de la Cadena Ser.

“Creo que, al abordar el pensamiento político de Oppenheimer, es muy importante ver que él no estaba del todo ligado al dogma del Partido Comunista. Su activismo y su curiosidad intelectual por esas ideas no le convertían en nada. Simplemente le apasionaba la lucha contra el fascismo, como expresó al apoyar al bando republicano durante la Guerra Civil española. Puede que para enviar sus donaciones se valiera del partido comunista, pero también había enviado ayuda a sus colegas judíos en Alemania por otras vías para detener el ascenso de los nazis”.