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Novela negra o thriller: 3 cosas que te ayudarán a saber la diferencia entre estos dos géneros
Una de las cosas más comunes entre los lectores es confundir o mezclar la novela negra con el “thriller”. ¿No son lo mismo? Si no lo es, ¿qué diferencias hay entre ellas?
Para empezar, podemos definir el thriller como toda novela policíaca en la que se intenta resolver un delito perpetuado por un criminal, mientras que en la novela negra, a pesar de que en muchos casos también encontramos ese componente, en otros muchos la trama no gira alrededor de un componente policial, sino que los protagonistas pueden ser personas de a pie en busca de venganza o redención.
Pero al margen de esta característica, son otros tres elementos los que realmente marcan la diferencia y ayudan al lector a discernir un género del otro.
El ritmo como elemento diferenciador
La diferencia más notable entre los dos géneros es, sin lugar a dudas, el ritmo. Mientras que el thriller (del verbo thrill, “emoción”, “excitación” en inglés) tiene un ritmo trepidante en el que a lo largo de la novela no para de acontecer nuevas cosas y giros inesperados, la novela negra es más pausada, los giros suelen ser pocos y hay más “mimo” en describir otras situaciones.
La psicología del personaje como hilo conductor de la historia
En la novela negra es muy común observar más profundidad en la descripción psicológica de los personajes. Mientras que en el thriller lo importante es quién es el malo de la historia, en la novela negra es muy importante quién es el protagonista… indagar sobre sus traumas, su pasado y su contexto actual; podemos decir, incluso, que muchas veces el héroe de la novela negra tiene muchos ingredientes de villano. Por ejemplo tenemos ‘El Cuarto Mono’ de J.D. Barker, un thriller en el que basa su historia en la persecución de un asesino en serie. Si bien es verdad que el inspector protagonista tiene un pasado también duro y algo oscuro, esto no es el hilo conductor de la historia. Como antítesis a esto tenemos ‘Golpe de gracia’ de Dennis Lehane: una historia con un personaje principal que lucha por sus propias motivaciones personales sin importarles la justicia ni las formas.
La ambientación: cuando el lugar de la acción es un personaje más
En ambos casos el lugar en donde se desarrolla la historia es importante, pero en caso de la novela negra, casi siempre, funciona como un personaje más. Víctor del Árbol con ‘Nadie en esta tierra’ o ‘El Quebrantahuesos’ de Blas Ruíz Grau son dos grandes expertos en generar tensión a través de sus personajes y su entorno.
En definitiva, novela negra y thriller son dos géneros que beben de elementos comunes, pero su estilo y sus formas son meridianamente distintos. Por otro lado, tenemos las novelas de misterio que puede ser, a su vez, un subgénero de la novela negra. Agatha Christie fue la maestra de ello, pero eso, es otra historia.