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No es el mejor survival horror, pero tiene uno de los momentos más terroríficos de la historia
La pista de un cruel asesino en serie nos llevó a un centro comercial en el que pasamos una de las peores noches de nuestra vida.
Corría el año 2005, Xbox 360 todavía tenía mucho que decir y Monolith Productions (no confundir con Monolith Soft) nos brindaba, en exclusiva para la consola de Microsoft y PC a través de Steam, un juego de terror en primera único en su especie, ya que apostaba por la investigación forense, el caso de un cruel asesino en serie llamado SKX y mucha más presencia de las armas cuerpo a cuerpo que de las de fuego. En Condemned: Criminal Origins, a veces había más acción que terror, pero hubo un momento en el que sentimos auténticos escalofríos, ¿lo recordamos?
Los maniquíes de Condemned
El maniquí es una figura que siempre ha causado pánico entre los amantes del terror, ya sean maniquíes reales u otros elementos como muñecas de porcelana, marionetas o juguetes entre los que destacan los payasos. Y en el capítulo 5 de Condemned: Criminal Origins nos toca explorar un centro comercial en el que los maniquíes tienen algo que decir, ya que se reúnen para protagonizar uno de los momentos más terroríficos que hemos visto nunca en un videojuego. Si a la tensión habitual en el juego le sumamos lo que sucede en el siguiente vídeo, sacad vuestras propias conclusiones...
Dónde jugar a Condemned: Criminal Origins
Condemned: Criminal Origins está disponible en varias plataformas: PC (Steam, 9,99 euros) y Xbox Series XS o Xbox One, ya que el juego de Xbox 360 es retrocompatible con ambas y lo puedes encontrar en Microsoft Store por 19,99 euros, aunque a menudo rebajan su precio en las ofertas de Xbox y se sitúa por debajo de los 10 euros.
Por último, te recordamos que el juego tuvo una secuela continuista, Condemned 2: Bloodshot, pero la única forma de jugarlo es a través del disco original para Xbox 360 o PS3, ya que nunca salió en PC y ni siquiera es retrocompatible en Xbox One ni Xbox Series X|S. La historia continuaba los hechos acontecidos tras Criminal Origins, aunque el juego apostaba más por la acción y las armas de fuego tenían mucha mayor presencia.
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