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Nintendo y la inusual robustez de sus consolas, consideradas “indestructibles”
Retrospectiva sobre la durabilidad de las consolas de Nintendo, con ejemplos de destrozos sistema a sistema.
Nintendo es una de las compañías de videojuegos que más tiempo lleva en esto, y destaca no solo por sus propuestas originales, sino por lo robustas que son sus máquinas. Se ha llegado a bromear mucho con sus sistemas, haciendo referencia a que son “indestructibles” gracias al “Nintendium”, un elemento químico ficticio de la tabla periódica que les daría esta durabilidad prácticamente infinita. Aquí repasaremos varios ejemplos de abusos sufridos por sus consolas que harían que cualquier otra compañía se lleve las manos a la cabeza:
Las consolas de Nintendo y su inusual durabilidad que impide que se rompan fácilmente
Desde que entró en el mercado de las consolas domésticas con su Famicom en Japón en 1983, se considera que Nintendo es la fabricante de videoconsolas que más mimo pone a la hora de elaborarlas para que soporten el paso del tiempo y todo tipo de accidentes fortuitos. Mientras que una máquina de otra compañía se puede romper por completo porque se nos cae sin querer, las consolas de Nintendo destacan por su dureza y un diseño que las protege de fuertes impactos.
Y esto no solo se aplica a las consolas de sobremesa, sino también a sus portátiles. Para muestra, un botón: el tristemente fallecido Satoru Iwata, antiguo presidente de la compañía, solicitó expresamente a sus ingenieros que Nintendo DS fuese capaz de soportar una caída de un metro y medio de distancia sobre cemento. El razonamiento era simple.
Según él, “si un niño lleva su consola en la cesta de su bicicleta y frena de golpe, la consola va a salir volando y no va a aterrizar en una alfombra”. Iwata no quedó satisfecho con el diseño de la consola hasta que construyeron el primer prototipo de Nintendo DS capaz de soportar diez de estas caídas sin perder ni un ápice de funcionalidad.
Pero vayamos a los orígenes y avancemos desde ahí. Como comentamos más arriba, Famicom fue lanzada en Japón en 1983, y la compañía cesó su servicio de reparaciones de esta máquina en 2007, veinticuatro años después de su fecha de lanzamiento. Y dejaron de reparar estas consolas solo porque se quedaron sin piezas de recambio. En otras palabras: para Nintendo, Famicom tuvo una vida útil de un cuarto de siglo.
Probablemente el caso más famoso de una consola de Nintendo sometida a todo tipo de daños sea el de la Game Boy que sobrevivió a un bombardeo en la Guerra del Golfo. Esta máquina estuvo expuesta hasta 2023 en la Nintendo Store de Nueva York, todavía operativa, aunque con matices. La pantalla fue sustituida, y solo funcionan los botones START y SELECT. No obstante, la consola se enciende sin ningún problema, algo totalmente insólito.
Esta historia se relató por primera vez en 1991 en un número de la revista Nintendo Power. La compañía, impresionada con la durabilidad de su máquina, recompensó a su dueño con una consola nueva sin coste adicional.
Nintendo GameCube fue la consola más robusta de su generación, tal y como quedó demostrado en un vídeo humorístico de X-Play en el que se sometió a una PS2, una Xbox y una GC a todo tipo de “pruebas” como dejar caer pesas sobre ellas o golpearlas con una almádena. La “ganadora” tras todo el abuso recibido fue GameCube ya que fue la única que no solo se encendía contra todo pronóstico, sino que además seguía leyendo los juegos.
Volviendo a Nintendo DS, una de sus “modificaciones” más populares para seguir aprovechándola si se muere la pantalla superior es quitarle las bisagras y usarla como una Game Boy Advance retroiluminada. Este “mod” de la consola se conoce como Game Boy Macro. Los primeros modelos de la consola tenían un puerto para juegos de GBA, por lo que se puede seguir jugando sin problemas a los juegos de este sistema.
Todos los que hayan jugado alguna vez a Wii sabrán que los Wiimotes, los mandos de la consola, vienen con una cinta para ponérnosla alrededor de la muñeca. Resulta que esto no es para proteger al mando en sí por si se nos escapa de las manos, sino para proteger a nuestros muebles y el televisor. En otras palabras: el mando de esta consola era tan inusualmente robusto que la propia compañía recomendaba en los manuales de uso seguro amarrarlo a nuestra muñeca para evitar desperfectos o herir a terceros.
Wii U, la sucesora de Wii, es recordada como uno de los grandes fracasos comerciales de Nintendo. No obstante, la máquina sigue siendo digna de la compañía en lo que a durabilidad se refiere, ya que su GamePad (un mando-tableta con una pantalla integrada) es capaz de soportar caídas repetidas contra superficies duras como el asfalto.
Nintendo 3DS fue la sucesora de Nintendo DS, y como esta, también ha hecho méritos para ser merecedora de la reputación de “indestructible”. Por ejemplo, un usuario de Reddit relató cómo su 3DS que estuvo en un incendio no solo sobrevivió al fuego, sino que seguía funcionando.
Nintendo Switch fue la consola con la que Nintendo unificó sus dos líneas de productos: es a la vez una consola portátil y de sobremesa. Pero que no os engañe su aspecto endeble; esta máquina puede ser perforada por completo (rompiendo su batería y su placa base) y aún así seguir funcionando.
Y otra prueba más de la solidez de esta máquina es el hecho de que es capaz de aguantar una caída desde mil pies de altura (unos 300 metros) y seguir funcionando como si nada. Eso sí, a costa de uno de sus Joy-Cons, que no son tan duraderos como la consola en sí.
Estos son solo varios ejemplos de los daños que son capaces de soportar las máquinas de Nintendo sin que la integridad de la consola en sí se vea comprometida. Al fin y al cabo, las carcasas siempre se pueden cambiar y el inteligente diseño de las de la compañía japonesa precisamente protege los componentes internos de accidentes como caídas y similares. Nintendo se ha ganado a pulso una reputación positiva de fabricante de productos robustos. Por lo que hemos podido comprobar en este texto, una consola de Nintendo solo recibirá daños graves e irreversibles si se producen de forma deliberada. Y aún así a veces requieren cierto esfuerzo.