Cine
La rocambolesca historia de cómo un terremoto “salvó” a Van Damme de la bancarrota
Frank Dux demandó a Jean-Claude Van Damme por una suma de dinero tal que podría haber arruinado al actor belga. Por suerte, todo resultó ser un delirio de Dux.
La dilatada carrera de Jean-Claude Van Damme ha dado para todo tipo de anécdotas tras el salto a la fama del actor belga con ‘Bloodsport’/’Contacto Sangriento’ allá por 1988. Y precisamente con esta película basada en una historia de Frank Dux tiene que ver la anécdota de hoy: Dux llegó a demandar a Van Damme y exigirle 900.000 dólares por un supuesto acuerdo verbal que le permitía obtener un porcentaje de los ingresos en taquilla de ‘The Quest’ (1996). Pero a la hora de la verdad, Dux no pudo aportar las pruebas que supuestamente tenía a su favor. ¿Su excusa? Según él, un terremoto las sepultó.
La historia de amor-odio entre Van Damme y Frank Dux
Van Damme y Dux se conocieron a la hora de rodar ‘Bloodsport’, que fue estrenada en 1988. La película era, en cierto modo, una biopic de Frank Dux y su supuesta participación en un torneo clandestino llamado Kumite que según él se celebró en las Bahamas, y en la película tiene lugar en Hong Kong. Dux no solo sirvió de inspiración para esta historia, sino que también trabajó en la coreografía de las peleas.
Frank Dux volvería a colaborar con Van Damme en ‘Lionheart’ (1990) y ‘The Quest’ (1996). En la primera también fue coordinador para la coreografía de los combates, y en la segunda, participó como guionista. Y es aquí donde está el quid de la cuestión; en 1998, Dux demandó a Jean-Claude Van Damme porque, según su versión tenía un acuerdo verbal con Van Damme por su trabajo en ‘The Quest’.
De nuevo, según Dux, el belga le había prometido estar acreditado en la película y un porcentaje de los beneficios de taquilla. Frank Dux exigió la friolera de 900.000$ en concepto de daños y perjuicios... pero perdió el juicio porque sus pruebas clave, una supuesta grabación confirmando su acusación, fue “sepultada bajo tres toneladas de cemento” debido a un terremoto. Dux se vio atrapado por sus propias mentiras, y el jurado no le creyó, haciendo que Van Damme ganase el litigio.
A finales de los 90, Van Damme no estaba en su mejor momento a nivel económico, ya que concatenó varios fracasos de crítica y de taquilla como ‘Double Team’ (1997) o ‘Soldado Universal: El Retorno’ (1999). De haber perdido el juicio, JCVD podría haber terminado su carrera de forma drástica.
Frank Dux: un mentiroso compulsivo
Sheldon Lettich, quien fue guionista de ‘Contacto Sangriento’, en su momento habló de Frank Dux de forma negativa. Según Lettich, “las historias de Dux eran estupideces que se inventaba pero aún así sonaban bien para una película”. Y es que algo olía mal desde que se supo de la existencia de este hombre a nivel mainstream. Dux obtuvo cierto renombre gracias a la revista ‘Black Belt’, donde llegó a escribir varios artículos sobre combate con armas blancas, citando su “experiencia en combate real en el Sudeste Asiático”.
Muchas de las reivindicaciones de Dux se demostraron falsas o directamente imposibles con el paso del tiempo. Por ejemplo, describió el Kumite como un torneo de artes marciales que usaba el formato de eliminación directa y a la vez afirmaba que obtuvo el récord de mayor número de noqueos en un único certamen con 56 KOs. Es decir, según su delirante lógica, en una misma edición del Kumite llegaron a participar 2⁵⁵ personas: 36.028.797.018.963.968 luchadores, una cifra muy superior a los habitantes del planeta por entonces y en la actualidad. Mentira descarada, o total desconocimiento de las matemáticas. O ambas.
Y es que tanto el historial de artista marcial de Dux como su supuesto servicio militar fueron puestos en entredicho. Ni sirvió en el Sudeste Asiático ni recibió la Medalla de Honor del Congreso tal y como afirmaba. Dux llegó al extremo de cambiar sus mentiras por otras aún más inverosímiles cada vez que le pillaban con alguna, y en un intento fútil de defender su honor, demandó por difamación a la revista militar Soldier of Fortune por acusarle de mentir e inventarse su historial militar e incluso haber trabajado para la CIA. ¿El resultado? Perdió el juicio.
De las pocas certezas que hay en la vida de Frank Dux es que sí sirvió en el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos pero jamás participó en ninguna misión encubierta tal y como contaba en su supuesta autobiografía ‘The Secret Man’. La revista ‘Soldier of Fortune’ pudo acceder a su historial militar, y en él se podía comprobar que se recomendó a Dux para una evaluación psiquiátrica por sus “ideas desconectadas de la realidad”.
Otra de las pocas verdades que hay entre tal red de mentiras es que a finales de los 80 tenía varias academias de artes marciales en Los Ángeles, donde enseñaba su propio estilo de artes marciales, el “Dux Ryu Ninjutsu”. Pero tampoco era original, pues tomaba como base los principios Ko-ryū de los ninjas Koga.