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La justicia de Andorra quita la razón a TheGrefg y desestima la demanda contra la anciana
La mujer podrá continuar viviendo en su domicilio y fuerza a la sociedad de TheGrefg a pagar las costas del pleito.
La justicia quita la razón a TheGrefg. El streamer pierde la denuncia que interpuso a la anciana que se resistía a irse del bloque de viviendas que adquirió el ahora afincado en Andorra. La nueva resolución anula la que falló a favor del streamer en agosto y paraliza el desahucio de la mujer. La información, adelantada por El País, señala que la demanda (interpuesta por Grefito, su sociedad) tiene un defecto legal en la que pide la resolución del contrato de arrendamiento sin señalar “por qué causa legal” y que nunca se especificó la finalización del último año de contrato.
El palo para TheGrefg es importante. La sentencia subraya que la anciana se ha encontrado “en una situación de indefensión” durante la duración del pleito, una franja de tiempo en la que no se han podido encontrar pruebas suficientes para sostener la demanda. Las costas del juicio, por cierto, deberán ser abonadas por la sociedad de TheGrefg.
¿De dónde nace la polémica de TheGrefg?
Tras la marcha del streamer a Andorra, decidió comprar unas viviendas localizadas en el municipio de Escaldes a través de Grefito. Los contratos de alquiler de los vecinos que vivían allí fueron dejándose de renovar hasta que se fueron vaciando. La única que aguantó fue una anciana, que se acogía a una normativa de arrendamientos anterior a la local. Era su lugar de residencia desde el año 1989, donde llegó tras un acuerdo verbal por tiempo indefinido con los anteriores dueños.
Los pleitos con la mujer ya vienen de lejos. Las reformas que hizo el streamer impactaron de lleno en su vivienda. Mientras que TheGrefg no escatimaba en detalles para mejorar su vivienda recién adquirida, el hogar de la mujer perdía incluso ventanas. La anciana denunció al streamer por “haber perturbado de manera grave su tranquilidad”. Ganó, pero eso animó a TheGrefg a interponer una demanda para intentar echarla de la vivienda. Varios años después la justicia falla en favor de la inquilina.