FIFA pudo ser el salvavidas de Sega con un acuerdo de exclusividad que fue cancelado

Mientras que la saga FIFA —ahora llamada EA Sports FC— es multiplataforma, hubo una entrega en particular que fue exclusiva de una única plataforma: FIFA 95 en Mega Drive. Esta exclusividad nació de una alianza entre Electronic Arts y Sega, y sobre la mesa estaba la opción de renovar esta concesión en exclusiva año tras año. Pero Tom Kalinske, el entonces CEO de Sega of America, no tuvo interés en renovar este acuerdo de exclusividad teniendo en cuenta el modesto rendimiento del juego en Estados Unidos. En este texto detallamos una de las peores decisiones de Sega en toda su historia, que podría haber sido el salvavidas que evitara su salida del mercado de fabricación de consolas.

La exclusividad de FIFA 95 en Mega Drive y cómo una prolongación de este acuerdo pudo haber salvado a Sega

A principios de los 90, Sega y su consola Mega Drive consiguieron erigirse como una rival digna de Nintendo en Estados Unidos, que desde finales de la década pasada dominaba este mercado y el japonés gracias a su NES. Como parte de una estrategia de diferenciación, el CEO de Sega of America, Tom Kalinske, tomó muchas buenas decisiones como centrarse en juegos de temática más adulta y orientados a un público juvenil en contraste con el público infantil con el que se asociaban los juegos de Nintendo. Parte de este plan incluía apostar por los videojuegos deportivos, y uno de los primeros casos de éxito fue el juego de fútbol americano John Madden Football (1990), publicado por Electronic Arts.

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Electronic Arts fue, además, la primera compañía en romper la seguridad de los cartuchos de Mega Drive. Esto la colocaba en una posición privilegiada para negociar con Sega, ya que amenazaron con filtrar las especificaciones técnicas de los mismos a otras compañías y esto podría cortar de raíz los ingresos vía licencias. En cualquier caso, para seguir expandiendo el catálogo de títulos deportivos de la consola, Sega continuó colaborando con EA, y la rama europea de esta última decidió lanzar un videojuego de fútbol: así nació la saga FIFA.

Este primer título lanzado en Mega Drive en 1993, llamado FIFA International Soccer, fue un gran éxito de ventas principalmente en Europa, donde este deporte tiene una gran relevancia. En Reino Unido consiguió vender 400.000 unidades en las dos primeras semanas tras su lanzamiento, algo que demostró el gran interés que había entre los jugadores por un videojuego centrado en este deporte. Al año siguiente, este título dejó de ser exclusivo y se lanzó en otras plataformas entre las que se incluía Super Nintendo, donde también tuvo buenas cifras de ventas.

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Anticipándose a lo que podía ser una colaboración muy fructífera con el paso de los años, Sega y Electronic Arts llegaron a un acuerdo de exclusividad para el siguiente videojuego, que además estableció que habría una nueva entrega cada año. Aunque no fue un acuerdo hecho público como a los que estamos acostumbrados, la posición privilegiada de EA con Sega debido a sus conocimientos de en el hardware de Mega Drive habría propiciado esta prerrogativa. En 1994 fue lanzado FIFA Soccer 95, exclusivo de Mega Drive. Este nuevo videojuego introdujo en la saga los clubes: se incluían seis ligas europeas (la Premier League inglesa, la Ligue 1 francesa, la Bundesliga alemana, la Serie A italiana, la Eredivisie neerlandesa y La Liga española) además de varios clubes del Campeonato Brasileiro brasileño y algunos equipos estadounidenses. Se estima que las ventas totales de este título fueron de alrededor de un millón y medio de unidades, siendo la mayoría de ellas en Europa, Asia y Sudamérica.

Pese a este éxito en el mercado global, para Kalinske estas ventas no fueron “suficientes” por un motivo: se centró en las cifras en el mercado norteamericano, relativamente modestas en comparación con las de otros terrotorios por ser un país en el que balompié nunca ha tenido tanta presencia y relevancia como en Europa. Debido a esto, su conclusión fue que no merecía la pena continuar con un acuerdo de exclusividad de cara a entregas posteriores, echando por la borda una oportunidad única.

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Mientras que posteriores títulos fueron lanzados en Mega Drive y Sega Saturn, su sucesora, el último juego de la franquicia en ser lanzado en una plataforma de Sega fue FIFA: Road to World Cup 98, lanzado en 1997.

De manera paralela, Sega creó su propia saga de juegos de fútbol en consolas que intentaba seguir la estela de la franquicia de Electronic Arts: Victory Goal, conocida en occidente como Sega Worldwide Soccer. Varios de los títulos fueron exclusivos de Japón, y tenían la licencia oficial de la J. League, pero no consiguieron replicar el éxito de EA con FIFA debido a la ausencia de licencias de clubes y selecciones del resto del mundo.

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Pero Sega Worldwide Soccer no era la única saga de juegos de fútbol de la compañía nipona: Virtua Striker era su otra gran franquicia, que nació en 1994 con el lanzamiento del primer título. Esta serie que vio la luz en máquinas recreativas estaba centrada en el uso de las 3D en una época en la que esta tecnología era una gran novedad.

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Una serie de malas decisiones que comenzaron con rencillas entre las ramas norteamericana y japonesa de Sega durante los últimos años del ciclo de vida de Mega Drive fueron lastrando a la empresa poco a poco, y eventualmente culminó en su salida del mercado de fabricación de videoconsolas tras la discontinuación de Dreamcast en 2001. Tras esto, Sega pasó a ser una desarrolladora third party que ya no creaba consolas propias, sino que simplemente desarrollaba videojuegos para otras compañías entre las que se incluían sus rivales históricas: Sony y Nintendo.

En definitiva, en el mejor de los casos, si la saga FIFA hubiese sido exclusiva de consolas de Sega, habría sido uno de los grandes motivos de peso para muchos jugadores y fans del fútbol en general para hacerse con una de ellas debido a la enorme popularidad que la saga ganó año tras año. En el peor de los casos, habría funcionado para mantener una licencia tan jugosa alejada de Sony y Nintendo, sus principales competidoras con PlayStation y Nintendo 64 durante las eras Saturn y Dreamcast. En la actualidad, cuando hablamos de “fútbol” y “Sega”, a la mente viene la exitosa saga Football Manager, centrada en la gestión de clubes, aunque está muy lejos de las impresionantes cifras de ventas de FIFA.

FIFA, ahora EA Sports FC: un pilar fundamental de los videojuegos deportivos

La saga FIFA, lanzada por Electronic Arts en 1993, ha sido un pilar en la industria de los videojuegos, especialmente en el género de los juegos deportivos. Con un evidente enfoque en la autenticidad gracias al uso de licencias oficiales e incluso rostros y aspectos de futbolistas, esta franquicia ha conseguido cautivar a millones de jugadores en todo el mundo, convirtiéndose en una referencia no solo para los videojuegos de fútbol, sino también para la industria del entretenimiento digital en general.

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Desde su lanzamiento inicial, la serie ha vendido más de 325 millones de unidades entre todas sus entregas, lo que la convierte en una de las franquicias de videojuegos más vendidas de todos los tiempos. Este éxito no solo ha consolidado a FIFA como una de las marcas más reconocidas, sino que también ha influido en la manera en que se desarrollan y comercializan los juegos deportivos, impulsando a otros títulos a seguir su modelo de lanzamientos anuales y a establecer acuerdos de licencias con ligas y clubes de renombre de todo el globo.

Las impresionantes cifras de ventas de FIFA han sido un motor clave para el crecimiento de Electronic Arts. La franquicia ha generado ingresos multimillonarios a lo largo de los años, contribuyendo significativamente al desarrollo y la expansión de la compañía. Con cada entrega, FIFA no solo ha ampliado su base de jugadores, sino que también ha atraído a nuevos fans del fútbol al terreno de los videojuegos, favoreciendo la accesibilidad y popularidad del deporte en diversas regiones del mundo. Gracias a su modelo de negocio basado en el lanzamiento de nuevas entregas anuales con las actualizaciones de plantillas correspondientes, EA ha logrado establecer una relación sólida con sus consumidores, ofreciendo contenido fresco y al día que mantiene el interés de su enorme base de jugadores. Este éxito ha permitido a Electronic Arts invertir en otras innovaciones tecnológicas, ampliar su catálogo de juegos y afianzar su posición como uno de los líderes en la industria de los videojuegos.

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En definitiva, la saga FIFA no solo ha revolucionado el género de los videojuegos deportivos, sino que también ha dejado una gran marca en el sector de los videojuegos en general y en el propio crecimiento de Electronic Arts. A lo largo de los años, la franquicia ha sabido adaptarse a las tendencias del mercado, innovando en jugabilidad y gráficos, y además ha mantenido lazos estrechos con los aficionados al fútbol. Su éxito continuado pone de manifiesto el potencial de los videojuegos como entretenimiento y como lugar de reunión que sirve para conectar a personas de diferentes orígenes y nacionalidades gracias a su pasión compartida por el deporte rey. Incluso tras su cambio de nombre a EA Sports FC, queda claro que su legado perdurará, y su influencia en la industria de los videojuegos seguirá siendo relevante en el futuro.

Esta enorme relevancia y sus impresionantes cifras de ventas ponen de manifiesto que dejar pasar la oportunidad de que la saga fuese exclusiva fue uno de los mayores errores de Sega al no ver el potencial de crecimiento de la marca y su enorme popularidad especialmente en Europa y Sudamérica, continentes donde el fútbol sigue despertando pasiones entre millones de aficionados. En una línea temporal alternativa, quizá ahora mismo estaríamos jugando al FIFA 25 en la Dreamcast 5.