El final de Assassin’s Creed Mirage explicado, ¿hace falta jugar a Valhalla?

Que Assassin’s Creed Mirage nació como una expansión de Valhalla es algo que los desarrolladores no han ocultado, aunque explicaron que se había convertido en un proyecto independiente a las dos semanas. Desde Ubisoft han matizado que la aventura de Basim se puede disfrutar sin necesidad de jugar a la aventura vikinga protagonizada por Eivor, pero ¿es cierto?

En líneas generales, cualquiera puede jugar a Mirage sin conocer nada de Valhalla, si bien la historia no se comprende en su totalidad si no has completado el arco de Eivor. Y es que casi todo el argumento narra el ascenso de Basim en la jerarquía de la Orden de los Ocultos, pero la trama trata en realidad sobre el encaje del personaje dentro de la Hermandad y de una historia mucho mayor, imbricada en el pasado mitológico de la saga.

A partir de este momento habrá spoilers del final del juego.

¿Quién es Basim y qué papel juega en el lore de Assassin’s Creed?

Basim Ibn Ishaq es un ladronzuelo callejero en la Bagdad del siglo IX d.c. Mientras realiza sus encargos como ratero se alía con los Ocultos y termina reclutado y entrenado para formar parte de la Hermandad. Eso ocurre justo después de que su amiga Nehal asesine al Califa. La revelación tiene lugar casi al final de la aventura: Nehal en realidad no es una persona, sino parte de Basim. Fue él el que mató al aristócrata, todas las respuestas estaban ya en su interior aunque lo desconocía.

El blanco final de Basim es Qabiha, del la Orden de los Antiguos. Ella era conocedora de la conexión de Basim con los antiguos Isu, pero Roshan—mentora de Basim— la asesina antes de que pueda desvelar la verdadera naturaleza del protagonista. Intrigado y lleno de dudas, el Asesino hace caso omiso de las advertencias de su maestra y acude a la Fortaleza de Alamut en busca de sus anheladas respuestas.

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Cuando Basim llega a la fortaleza de Alamut se encuentra con que la Orden está siendo atacada por los Antiguos. Lo que descubre a continuación es que lo atraen hasta ahí porque él es la llave para abrir el templo de los Isu, los que vinieron antes. Su sangre sirve para abrir la puerta y explorar los secretos mejor guardados. En su interior, se da cuenta de que Nehal nunca existió, que nadie la vio más que él mismo.

Los que hayan jugado a Assassin’s Creed Valhalla sabrán que Basim era el dios nórdico Loki, mientras que Eivor es su padre Odín. Al completar Mirage, se revela que el genio era la manifestación de los recuerdos de ese antiguo yo, el de la deidad Loki. La memoria se había borrado por completo, aunque por fin comprendió su identidad real.

Assassin’s Creed Mirage está disponible en PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X, Xbox Series S y PC. Lee aquí el análisis de MeriStation.