Comparan los mejores momentos del episodio 8 de The Last of Us con el juego y aquí huele a Emmy
Las actuaciones de Pedro Pascal y Bella Ramsey en The Last of Us capítulo 8 desprenden amor y respeto por el juego y lanzan sus candidaturas al premio Emmy.
A The Last of Us ya sólo le queda un capítulo por delante (el episodio 9, del que HBO ya ha adelantado duración, título y detalles varios), pero muchos se niegan a creer que vaya a superar el de este lunes. Aunque lo mismo se dijo del 6, del 3 y del piloto y aquí estamos. La serie de HBO sigue haciendo méritos y su episodio 8 se ha convertido en el más visto y mejor valorado de la adaptación, convirtiéndose de ipso facto en el favorito dela mayoría de fans. Pero por más impresionante que sea, cuando se le compara con el juego, el resultado es todavía más loable si cabe. Veremos a final de temporada qué conclusiones sacamos de la serie, pero no hace falta conocer su cierre para tener claro que, efectivamente, ya es la mejor adaptación jamás hecha de un videojuego. Y a continuación vamos a enseñaros por qué.
Primero, vamos con la escena del interrogatorio. El momento en el que Joel despierta y sale de su estado comatoso para interrogar a los secuaces de David y averiguar a dónde se han llevado a Ellie. Aunque en otro orden, las acciones son exactamente las mismas. Los golpes, los métodos de tortura, las diferentes líneas de diálogo... Incluso el juego macabro con el mapa. Sin palabras.
Vamos con otra especie de interrogatorio, pero en este caso el de David a Ellie. En concreto vamos con el final de esa escena, cuando Ellie no se deja seducir por el caníbal y le rompe un dedo. Justo antes de que David abandone la habitación, la joven le dedica las mismas palabras en juego y serie. Pero aquí la comparativa no hace sino resaltar la actuación de Bella Ramsey, con todavía más furia que la original y pronunciando la frase mientras traga sangre.
Pero el momento cumbre llega en pleno incendio, cuando David trata de violar a Ellie y la joven logra soltarse y acuchilla al caníbal una y otra vez. Aunque en el juego se acaba cansando y Joel la encuentra e interrumpe, en la serie Craig Mazin y Neil Druckmann son presa de la actuación de Bella Ramsey, a quien dejan gritar y desahogarse sin parar mientras la sangre le salpica. Una secuencia oscura como ella sola e inolvidable, con una mirada final que, como decíamos, huele a Emmy. Si alguno aún tenía dudas de cómo le iría a la actriz en la secuela, con esa Ellie más dura y crecida, aquí las despeja. Nunca lució tan similar al personaje de la segunda parte.
Y acabamos con el reencuentro entre Joel y Ellie tras pasar separados un capítulo 7 de puro flashback y casi todo el episodio 8. Ese “Ya pasó, pequeña” que nos emocionó en el juego se ha conservado, aunque el entorno que los rodea y el momento en que se produce es ligeramente distinto. Aún así, la adaptación ha demostrado una vez más su amor y respeto al producto original.