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Libros | Carmen Mola

Carmen Mola: “Lo que me interesaba del Planeta es si me invitaban al palco del Bernabéu... Pero no...”

Agustín Martínez y Jorge Díaz, dos de los tres escritores detrás del seudónimo de Carmen Mola, atienden a AS en el FLEM para hablar del calado de este festival, de su método, de cómo han vivido el fenómeno de ‘La Novia Gitana’ y, por supuesto, una de sus grandes pasiones: el fútbol.

Jorge Díaz, Antonio Mercero y Agustín Martínez, 'los' Carmen Mola, en el FLEM. foto Miquel A Cañellas
miquel angel canellas

Agustín Martínez y Jorge Díaz, dos de los tres escritores detrás del nombre de Carmen Mola, ese seudónimo bajo el que se escribió ‘La Novia Gitana’ (Alfaguara) y desató una fiebre editorial en la novela negra y en España. ¿Quién es Carmen Mola? Todo el mundo quería tener la respuesta a esa pregunta. Pero muy poca gente lo sabía. “Solo nuestros amigos más íntimos, aunque nosotros nos pensábamos que Antonio (Mercero, el tercero de los Mola) se lo había contado a todo el mundo”, confiesan a AS en una entrevista en el Festival de Literatura Expandida Magaluf (FLEM), organizado por la librería Rata Corner e INNSiDE by Meliá en el INNSiDE Calvià Beach como una iniciativa de reconversión de Magaluf atada a la literatura. Su ponencia, el domingo, “reventó” el pabellón. Bajo el brazo ‘El Clan’, la novela que cierra esa saga y que han publicado con Planeta, ese premio que en 2021 reveló al mundo quienes eran. Antonio ha tenido que irse, pero los dos Mola que quedan hablan de todo. De su método, de cómo se reparten las tareas cuando son Carmen Mola, logrando que tres voces distintas sean solo una y hasta de la carne picada. Por supuesto, también del fútbol y de sus colores, que llegan también a sus libros, con personajes y presencia tangible en sus libros.

'Los' Carmen Mola, en el FLEM 2024.  foto Miquel A Cañellas
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'Los' Carmen Mola, en el FLEM 2024. foto Miquel A Cañellasmiquel angel canellas

Agustín Martínez: Antes de empezar. Nosotros por lo que de verdad estamos preocupados es por Carvajal y su lesión.

¿Son futboleros los Carmen Mola? En ‘El Clan’, su última obra, la que cierra la saga de Elena Blanco, aparece el Real Madrid por ahí.

Jorge Díaz: Digamos que dos de nosotros somos hinchas del Madrid y el que falta, que es Antonio, es de la Real Sociedad y por esto aparece Aritz, el hacker: es por Elustondo (ríen).

A. M.: El Real Madrid también aparece un par de veces. En una chabola de mala muerte en el West Point de Monrovia, Liberia, donde sucede parte de la trama.

Precisamente me quería referir a ese salto a la realidad que se vive allí, con el West Point, el asentamiento chabolista más grande de Liberia, 80.000 personas entre pobreza, heces y la basura. Desde ‘La Bestia’ en sus libros hay más que historias trepidantes, también denuncia social.

A. M.: Sí, en Carmen Mola hay un viaje desde ‘La Bestia’, la primera novela en la que aparece más conciencia social. En ‘El Clan’ es donde es más evidente. Porque todo lo que estamos contando de Liberia es real. Esa locura que describimos no la estamos inventando. Cómo fue la guerra civil. Desde esos generales con nombres súper locos, los actos de canibalismo, el barrio de West Point, que es terrorífico, en Monrovia. Esta es una novela en la que hemos conseguido meter la realidad dentro de la ficción y, por el ‘feddback’, lo que nos cuentan los lectores es que es la novela que más miedo les da, precisamente por eso, porque lo que estamos contando está pasando a nuestro alrededor. Así que sí, es buscado, ese viaje hacia la realidad. ‘El Clan’ está más alejado de la primera novela, que era ‘La Novia Gitana’, que era pura ficción todo.

¿Cómo vivieron ustedes lo que ocurrió cuando se publicó ‘La Novia Gitana’, y después ‘La Red Púrpura’, y empezaron a ser un éxito de ventas, los tres estaban bajo ese seudónimo, Carmen Mola, que todo el mundo quería saber quién era pero solo ustedes lo sabían?

J. D.: Carmen Mola parte de un juego. De decir: “¿A ver si somos capaces de escribir una novela entre tres?”. En los primeros momentos todo era un juego. “A ver si la conseguimos publicar y engañamos a todos nuestros amigos”. Lo que pasa es que, después, tuvimos la suerte de que empezó a funcionar. Una cosa que dices: “Es una locura”. No sabes cuál es el truco y, de repente, en lo que menos te esperas en tu vida resulta que todo el mundo lo lee, habla, compra y busca. Y lo que al principio era un juego poco a poco nos lo fuimos tomando en serio. ‘La Novia Gitana’ empezó a vender tanto, que la editorial (Alfaguara) le pidió a nuestra agente, porque nosotros no teníamos contacto, la segunda parte y ya todo el mundo quería publicar a Carmen Mola. Realmente la locura por saber quién era Carmen Mola empezó en la segunda novela (‘La red púrpura’). Fue cuando empezaron a pedirnos entrevistas que nosotros hacíamos alguna por mail. Agustín entonces había publicado dos novelas, Antonio, cuatro o cinco, yo, cuatro…, sin tener nunca esa presencia, esa visibilidad. Y, de repente nos encontramos con que, con lo que menos te lo esperabas, la liamos. Fue muy divertido en aquella época y lo disfrutamos mucho. Y lo estamos disfrutando también ahora, desde que nos dieron el premio y nos hemos convertido en escritores que están todo el día viajando. Hemos perdido tiempo de escribir pero hemos ganado muchas otras cosas.

“Realmente la locura por saber quién era Carmen Mola empezó en La Red Púrpura”

Jorge Díaz, Carmen Mola

¿Cómo se dividen el trabajo entre los tres cuando son Carmen Mola? ¿Unos hacen la trama, otro los personajes, el tercero escribe? ¿O la dividen en partes y cada uno escribe una? Porque, a la vez, van dedicándole también tiempo a sus proyectos personales.

A. M.: Sí, sobre todo lo más complicado es esto desde que la gente sabe quiénes somos. De la parte de promoción que te lleva muchísimo tiempo. Antes era más sencillo porque tú terminabas la novela y te ponías con la siguiente y con los proyectos que tuviera cada uno en paralelo. Una serie o una novela… Siempre hemos trabajado en muchas cosas a la vez. Pero nos apañamos bien. Intentamos encontrar el momento de lo que nosotros consideramos que es el verdadero corazón de la novela, dos meses, o tres, que nos pasamos reuniéndonos y diseñándola toda. Ahí es donde nosotros hacemos el gran trabajo. Ahí está toda la novela, la trama, el tono… Ahí es donde se decide absolutamente todo. Una vez que hemos terminado las reuniones y salimos con un documento muy cerrado de la novela, una escaleta capítulo por capítulo en la que se dice exactamente lo va a pasar, ya nos repartimos el trabajo. No hay ninguno que digas: éste hace las secuencias de ambientación y éste las eróticas. Cada uno escribe un tercio de la novela y luego hay que hacer un curro de ir mezclando esas partes. Lo que yo escribo se lo paso a Jorge y Jorge lo corrige y cambia lo que le da la gana y luego también a Antonio… Y ahí entramos en una rueda en la que todas las partes son corregidas por todos para llegar al formato final, que es una mezcla de los tres que es el estilo de Carmen Mola. Es algo que no podríamos hacer de manera individual. No seríamos capaces. Carmen Mola, no sé por qué extraño conjuro, porque es algo que es imposible definir, surge de los tres.

Los personajes tienen un fondo que se hacen reales. Eso es, quizá, su gran fuerza, su éxito. Los personajes. Te los crees mucho, te llegan.

J. D.: Ahí hay una parte de la creación del personaje, pero también cuenta mucho que la gente lo haya ido acompañando durante cinco novelas. Ha ido viendo su evolución… Por eso a nosotros nos dicen: “¿Se pueden leer una a una?”. Sí. Tú coges ‘El Clan’ y no pasa nada, pero te pierdes a esa Elena que tiene ese viaje desde la oscuridad del principio, de la desaparición de su hijo, de esa culpabilidad que ella misma siente. Después vas viendo que es una mujer rota y en ‘Las madres’ empieza querer ser feliz. Y ahora nos dicen: “Es que este (‘El Clan’) un libro muy truculento, ves mucha sangre”. Pero si yo tuviera que definirlo en una sola frase, sin contar la trama, diría: es una mujer que busca el amor.

Y el personaje de Zárate, quizá, hace un viaje inverso. Como en ‘El Quijote’, con Alonso Quijano y Sancho Panza.

A. M.: Sí, es curioso esto. A lo largo de las cinco novelas han cambiado sus papeles. Partieron de lugares completamente opuestos. Elena era una mujer cargada con el dolor y bastante cínica y Zárate, todo lo contrario: un personaje idealista, que creía en la justicia, que las cosas se podían arreglar a través de la ley. Y han hecho un viaje en el que se han ido cruzado. Ha habido un momento en el que, quizá, estaban en el mismo punto, algún lugar por ahí entre ‘La Nena’ y ‘Las Madres’, pero después han ido alejándose, llevando trayectorias divergentes. Pero es lo que decíais: nuestras novelas pueden llamar la atención por la truculencia, la trama o el ritmo, pero al lector lo que le hace que se una, y la siguiente, son los personajes. Esa parte de creértelos y querer acompañarlos.

En el stand que la librería Rata Corner instaló a los pies del INNSiDE Meliá, en donde se celebró la 4ª edición de la Feria de Literatura Expandida de Magaluf (FLEM) ocupaban mucha parte del espacio. ¿Qué ha supuesto para ustedes formar parte del cartel de este 2024?

J. D.: Pues un honor. Y después hemos tenido el evento con más de 400 personas.

A. M.: Estaba a reventar.

J. D.: Pero a reventar no sabes cómo. Y acabado el acto, la cola de la firma… Yo ahí muchas veces pienso: “Joe, qué paciencia tiene la gente”. Porque están ahí de pie para treinta segundos con ellos, que les preguntes si les ha gustado la novela, quién les dijo que la leyera… Y ves lo que espera, esa cola que teníamos. Que eran casi las cuatro de la tarde y dices: “Jo, ha habido gente que ha llegado a la una para escucharnos y a las cuatro de la tarde sigue ahí esperando a que nosotros le pongamos ‘Para Pepita con cariño”. Joe, es que la gente es maravillosa.

¿Qué les parece la idea de este festival, en Magaluf, sitio muy castigado en la reputacional, que está cambiado su cara agarrado a la cultura?

A. M.: Que se hable de Magaluf y no del balconing y sí de los libros me parece muy bien. Todo este tipo de festivales hablan de manera distinta de esta ciudad, de lo que suele aparecer en prensa, lejos del turismo desbocado. Es muy guay y a mí me gustan mucho estos festivales. Son muy festivos, no una cosa muy aburrida. La gente viene y se lo pasa muy bien. Escucha charlas de escritores, hay un concierto, hay un restaurante donde tomarte algo… Un sitio de ocio al que vas a pasártelo bien y poco a poco vas creando afición, rutina dentro de la ciudad, porque el FLEM va a estar ahí, porque mira quién viene este año al FLEM, y eso es importante para la ciudad y para contar algo distinto de Magaluf, que no todo es el turismo loco.

“Los Mola somos muy futboleros. En nuestras reuniones todo el mundo se piensa que solo hablamos de literatura y, en realidad, lo que tenemos es que dejar de hablar de fútbol”

Jorge Díaz, Carmen Mola

Por cierto, en el fútbol, ¿ustedes son muy hinchas?

J. D.: Hay que reconocer que los Mola somos muy futboleros. En nuestras reuniones todo el mundo se piensa que solo hablamos de literatura y lo que tenemos es que dejar de hablar de fútbol. Nos dicen: “Seguro que tenéis un chat de WhatsApp y recomendáis libros”. Y en el chat es probable que el último mensaje sea: “No me jodas que no era fuera de juego”.

A. M.: Jorge y yo somos del Madrid. Jorge un poco más que Florentino.

Y Antonio de la Real, que lo comentaban antes.

A. M.: Antonio es un pobre muchacho que no sabe qué hace con su vida (ríe, jocoso).

El día que se descubre que ustedes son Carmen Mola, cuando reciben el Premio Planeta por ‘La Bestia’ (2021), ¿cómo lo vivieron ustedes? Para el mundo fue un impacto descubrir que Carmen Mola no era ni una mujer ni tan siquiera un hombre, sino tres.

J. D.: A mí en ese momento lo único que me interesaba era ver si me iban a invitar al palco del Real Madrid (ríe). Cosa que no he conseguido. Ponlo bien… (ríe).

A. M.: A nosotros nos caracteriza que somos bastante inconscientes. Hemos hecho cosas sin pensarlas demasiado. Una fue presentarnos al Planeta y ver que estábamos ahí en la terna final y terminamos ganando. Todas las novelas entregaban con seudónimo y el nombre de la novela. Yo, de esa noche, lo que más recuerdo es el momento en el que abrieron el sobre y dijeron: “Y el ganador es Sergio López y Sergio López es Carmen Mola”. Y se oyó como un murmullo en la sala, de “oooohhh”, y a continuación salimos nosotros.

¿Realmente había mucha gente que supiera que ustedes eran Carmen Mola?

J. D.: No, no mucha. Nosotros siempre nos reímos diciendo que Antonio se lo contaba a todo el mundo, pero tampoco se lo contaba a tanta gente (ríe). La familia y los amigos íntimos lo sabían, pero el resto no. Lo que pasa es que nosotros pensábamos que lo sabía más gente de la que lo sabía de verdad. Esa noche del Planeta fue un subidón. Imagínate, tú ahí tienes apagado el móvil y cuando llegas a la habitación, varias horas después, lo miras y tienes 500 mensajes: “¡No me jodas que Carmen Mola eres tú!”. Es una noche en una nebulosa. Vives una vorágine a partir del momento en el que dicen tu nombre ya no te enteras de nada.

A mí, particularmente, cuando alguien me pregunta qué puede leer. Siempre, lo primero que contesto es: “Has leído ‘La novia Gitana’? “No”. “Pues ahí tienes lo vas a leer”.

A. M.: Somos lo que somos gracias a eso. Carmen Mola llega a un montón de gente porque la gente lo leía, lo recomendaba, convencía a su familia y amigos para que lo leyera. Su crecimiento se debe única y exclusivamente a eso: a que la gente que entró al principio en ‘La Novia Gitana’, lo recomendó mogollón y eso se fue haciendo más grande.

“A nosotros nos caracteriza ser bastante inconscientes. De hecho recuerdo, cuando nos dieron el Planeta y dijeron: “El ganador es Sergio López y Sergio López es... Carmen Mola” el ‘oooohhh’ que se escuchó en la sala”

Agustín Martínez, Carmen Mola

Además del final de ‘El Clan’, hay un momento en la saga que es impactante, o a mí me lo resultó. El de la carne picada en ‘La Nena’...

J. D.: El de la carne picada fue un momento… Porque nos preguntan: “¿Pero cómo se os ocurrió?”. Y yo la verdad no me acuerdo del momento exacto.

A. M.: Y creo, de hecho, que tampoco le dimos tantísima importancia al momento en el que pensamos en esa escena.

¿De qué se conocen ustedes? ¿Universidad, vida, series?

J. D.: Antonio y yo escribimos el capítulo uno de Hospital Central en el año 1999. Después Agustín y yo escribimos una serie que se llama ‘El Don de Alba’. Nos pusimos en contacto los tres porque nos vieron o llamaron de una productora o reuniones de ideas y empezamos a trabajar juntos. Coincidimos en la adaptación de una novela de Agustín que se llamaba ‘La caza Monteperdido’ y ahí surgió la idea de hacer Carmen Mola.

A. M.: Y para el año que viene te ponemos deberes porque vamos a salir en individual cada uno, con novelas y así que tienes trabajo.

Su hermano, Santiago, también es futbolero. ¿no?, porque en la saga de ‘Indira’, también un éxito de ventas, aparece el Atleti…

J. D.: Sí, Santi es del Atleti. A lo mejor te viene mejor a ti (ríe).

Por cierto, ¿los Mola esperan que el Balón de Oro se lo den a Vinicius?

J. D.: ¡Hombre...!

A. M.: Que se lo den a Carvajal.

J. D.: Pero no solo este, yo le daría a Vinicius los próximos diez años.

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