Retro
Así funcionaba la retrocompatibilidad de Game Boy Advance gracias a su inteligente diseño
Os contamos cómo funcionaba la retrocompatibilidad de Game Boy Advance y por qué podíamos usar en ella cartuchos de Game Boy y Game Boy Color.
Game Boy Advance llegó en 2001 a las tiendas de todo el mundo. La sucesora de Game Boy y Game Boy Color era retrocompatible con los videojuegos de estas. Seguro que alguna vez os habéis preguntado cómo es posible que funcionen los títulos de GB y GBC en GBA. Debajo os respondemos a esta y a otras preguntas relacionadas.
¿Qué es la retrocompatibilidad en los videojuegos?
La retrocompatibilidad en los videojuegos es la capacidad de una consola de reproducir títulos de un sistema lanzado anteriormente. El hecho de que Game Boy Advance pueda usar cartuchos de Game Boy y Game Boy Color convierten a GBA en una consola retrocompatible.
Esto nos permite, por ejemplo jugar a los cartuchos de la Primera Generación de Pokémon (las ediciones Azul, Roja, Amarillo, Oro, Plata y Cristal) en una Game Boy Advance.
¿Cómo consiguió ser retrocompatible Game Boy Advance?
Para entender por qué es retrocompatible Game Boy Advance hay que echar un vistazo tanto a sus componentes como a los de las portátiles anteriores de Nintendo. Game Boy Color ya era retrocompatible con Game Boy y esto era porque a nivel de hardware GBC era básicamente una GB con la misma CPU con overclock y un display a color. Ambas usaban un procesador personalizado Sharp LR35902 basado en el Intel 8080 y el Zilog Z80 que funcionaba a 4,19 MHz en GB y a 8,38 en GBC. El de Game Boy Color tenía la posibilidad de funcionar a una u otra velocidad en función de si estábamos jugando con un cartucho de Game Boy o con uno de Color.
Resulta que en la placa base de Game Boy Advance podemos encontrar el mismo procesador Sharp LR35902 de GB y GBC como complemento a su CPU ARM7TDMI de 16,78 MHz. Es decir, Game Boy Advance puede mover los juegos de Game Boy y Game Boy Color porque posee su mismo procesador. Al encender la consola, el sistema detecta si el cartucho introducido es de GBA o de GB/GBC, y pasa al modo apropiado.
Cuando Game Boy Advance tenía un cartucho de Game Boy o Game Boy Color, teníamos dos modos de visualización: el formato original (160x144 píxeles) o pantalla completa con una imagen estirada horizontalmente (240x160 píxeles).
Lo interesante viene a continuación: el Z80 de Game Boy Advance no servía únicamente para dotar a la máquina de retrocompatibilidad, sino que algunos videojuegos usaban el procesador de GB/GBC como chip de sonido adicional para reproducir con total fidelidad música y efectos de 8 bits.
Tanto Game Boy Advance como su revisión Game Boy Advance SP incluían el procesador Z80, por lo que ambos modelos de la consola eran retrocompatibles con los juegos de Game Boy y Game Boy Color. Es decir: técnicamente todos los juegos de Game Boy y Game Boy Color se podían jugar en Game Boy Advance. La última revisión de la consola lanzada a finales de 2005, Game Boy Micro, no incluía el Z80 y por tanto no era retrocompatible.
Como veis, a la hora de dotar a una consola de retrocompatibilidad hay que tener en cuenta si es posible no solo por los costes adicionales de incluir circuitos y componentes adicionales, sino también si el espacio físico lo permite.