Actualidad
Así es el mando de videojuegos del futuro con el que sueña Sony
Sony publica hacia qué lugar apuntan los dispositivos de entretenimiento habituales de los hogares del mañana.
¿Qué es lo que llegará en el futuro? ¿De qué maneras mejorará el entretenimiento tanto dentro como fuera del hogar? Esas son algunas de las preguntas que Sony busca dar con la respuesta. La compañía ha publicado un vídeo en el que echa a volar la imaginación sobre los dispositivos del mañana, entre ellos un mando para jugar a videojuegos.
Para Sony, el futuro pasa por un mando que proyecta una pantalla a modo de holograma, donde se ejecuta el juego. Los sticks son táctiles, al igual que la cruceta y los botones de acción. El único elemento físico en el mando es el propio chasis, que no dista mucho del actual DualSense... salvo por el anillo que conecta ambos módulos, claro.
No es el único dispositivo que aparece en el vídeo que acompaña a estos párrafos. La tablet del futuro es una simple lámina translucida, mientras que los móviles tienen el grosor de un folio de papel. Quién sabe si algún día se materializarán, pero lo que queda claro es que no se puede dar un paso adelante en la industria tecnológica sin un equipo creativo que refuerce estos diseños.
Sony y el futuro de los mandos: no es la primera vez que sueñan... demasiado
Y es que a muchos veteranos les sonará esta historia. Si en 2024 vemos el mando del futuro con tecnologías que actualmente son imposibles de reproducir, lo que los japoneses hicieron hace un par de décadas fue algo más reproducible... pero poco eficaz.
Todos tenemos en mente el Dualshock 3, un mando tradicional y compacto que acompañó a todos los modelos de PlayStation 3. Sin embargo, la idea inicia de Sony era que la consola estuviera acompañada del mando conocido como ‘Boomerang’.
La imagen lo dice todo: dos cuernos enormes hacia abajo eran la base de una disposición de botones realmente extraña. Tanto la cruceta como los botones de acción estaban en curva, en sintonía con el diseño del mando, pero al agarrarlo sobraba practicamente la mitad del mando. Finalmente desecharon el concepto para adoptar un modelo más terrenal.