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Opinión

Senua’s Saga: Hellblade II es una bocanada de aire para Xbox Game Studios

Una intensa aventura que muestra de lo que es capaz la nueva generación de consolas

Senua’s Saga: Hellblade II es una bocanada de aire para Xbox Game Studios

Xbox Game Studios necesitaba de Senua’s Saga: Hellblade II de Ninja Theory para darle un respiro tras el aluvión mediático que le vino después del cierre de Arkane Austin, Tango Gameworks, Alpha Dog Games y Roundhouse Games ¿pero este juego será suficiente para calmar las aguas?

Continua el tormento de Senua

Hay que dejar algo claro, este título es igual o más intenso que la primera parte, pues seguimos en los pies de la misma protagonista, atormentada por su psicosis, solo que ahora tiene una búsqueda distinta… tratar de redimirse exorcizando sus propios demonios ayudando a otros. Para no generar ningún tipo de spoiler, podemos decir que profundiza aún más en la mitología y la historia nórdica en una búsqueda por liberarse a sí misma de sus antiguos fantasmas.

Ahora Senua no estará del todo sola, ya que, en su encomienda personal, ayudará a otros que incluso son enemigos declarados.

Algo que es muy importante a considerar es que al igual que Hellblade: Senua’s Sacrifice esta entrega ayuda a entender parte del problema de la esquizofrenia. De hecho, al terminarlo se habilita un documental muy interesante sobre el proceso de desarrollo.

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Un control que ha evolucionado sutilmente para bien

Las mecánicas del juego siguen siendo similares, desde abrirnos paso resolviendo acertijos por medio de la perspectiva visual con un par de agregados interesantes, uno relacionado habilitar caminos por medio de puzles mecánicos en donde hay que jugar con el cambio de cosas o dimensiones y el otro que es más un agregado al momento de combatir, una suerte de poder especial que tenemos por medio de un cristal que acumula energía al momento de golpear o evadir y que detonamos con uno de los gatillos.

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Unreal Engine 5 mostrando brazo

En este apartado Senua’s Saga: Hellblade II sencillamente es un poema, las expresiones de la actriz le dan un realismo que deja de lado el efecto “uncanny valley”, de hecho es tal que es difícil no involucrarse al grado de que por momentos el juego de proyecta pesadez, te hace sentir desesperación, claustrofobia y el dolor de la protagonista. Mismo caso para los demás actores que ayudan a resaltar el papel de Senua. Lo que nos pareció impresionante es la inmensa cantidad de cambios en tiempo real que tiene el juego, el efecto de la lluvia y la transición entre luz y sombras. Todo esto llevado a la perfección en todas las plataformas, de hecho, probamos en Xbox Series S, Xbox Series X, ASUS Rog Ally y PC, esta última plataforma en la siguiente configuración:

  • CPU: Intel Core i9-14900K
  • GPU: NVIDIA GeForce RTX 4090
  • Ram: 32 GB Kingston Fury DDR5 a 5600 Mhz
  • Motherboard: Z790 AORUS Elite AX
  • Sistema de enfriamiento: Aorus Waterforce X240

El poder ejecutar el juego con los valores más altos en resolución nativa 4K por encima de los 60 cuadros por segundo fue una experiencia visual soberbia. No obstante, en la ASUS Rog Ally logramos ejecutarlo de manera estable con los valores en “bajo” tanto en Full HD como HD pero en la modalidad de 25W en donde a 720p nos dio un promedio de 43 FPS y en 1080p una media de 33 FPS.

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Susurros constantes

Si la primera entrega el apartado del sonido era increíble, este lo ha llevado al límite. De hecho, en un sistema con Dolby Atmos suena espectacular, aunque definitivamente el título está diseñado para jugarse con audífonos, esta es la forma definitiva para poder entender a Senua. De hecho, al terminarlo se habilita una función en donde podemos re jugarlo pero con la narración de la gente que rodea la protagonista.

Tanto la banda sonora como el doblaje son algo extraordinario, realmente te hacen sentir como si estuvieras en la mente de Senua.

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Senua’s Saga: Hellblade II es esa bocanada de aire para Xbox Game Studios, no será un GOTY, pero sin duda es una experiencia memorable que no solo queda en un gran juego, sino en una especial reflexión sobre los fantasmas que muchas veces no nos deja avanzar y como muchas veces la humanidad que llevamos dentro puede ser más poderosa que nuestra propia maldad.

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