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House of the Dragon: Temporada 2, Episodio 1 - A Son for a Son - Un gran inicio de temporada
House of the Dragon regresa con un inicio de temporada que deja en claro que todo puede suceder.
El final de temporada de la primera temporada de House of the Dragons nos dejó con un momento desgarrador. La muerte de Lucerys Velaryon por su tío nos dejó en shock, tal como los finales de temporada de Game of Thrones nos habían dejado hace ya unos años. La llama de la Danza de los Dragones está por comenzar y por fin, después de un largo tiempo de espera, la serie continúa con un espectacular inicio de temporada, que arranca fuerte.
Advertencia: el siguiente artículo contiene spoilers de “A Son for a Son”, primer episodio de la Temporada 2 de House of the Dragons.
Si hay algo que le puede derretir a cualquier fan de Game of Thrones, fue el inicio de este episodio. Después de hacer pasado una temporada en King’s Landing o Dragonstone, por fin los cuervos nos llevaron al Norte, a al Muro. Escuchar “el invierno se acerca” de parte de un Stark es como escuchar “Que la Fuerza te acompañe” de parte de un Jedi. Es fuerte y evocador; y aunque el momento haya sido breve, interrumpido por terribles noticias, solo nos da esperanzas que podamos ver más de Westeros a lo largo de esta temporada.
Sin embargo, no todo lo que trajo este episodio fue ese sentimiento de nostalgia al pasado, ya que también fue un momento de duelo y tristeza. Rhaenyra Targaryen no solo perdió el trono, sino también a su hijo, y aunque su tiempo en pantalla es poco, la manera en que muestra esa tristeza en particular es indescriptible. Mientras que todos están listos para la guerra, el combate y hasta la venganza, ella se encuentra en un punto en que sabe que sus decisiones no se pueden tomar tan a la ligera. El enfrentamiento verbal entre Rhaenys y Daemon es una gran representación de este conflicto, entre el actuar, el deber y todo lo que este momento conlleva.
Por otro lado, en King’s Landing, las cosas son diferentes, por lo menos de inicio. Aegon II como rey, es como su papá, pero más despreocupado. Nunca fue su intención ser Rey, no tiene la preparación y cree que todo puede salir bien solo porque así lo manda él. Para su abuelo y Mano, Otto Hightower, esto comienza a ser un problema, aunque sabe que puede redireccionar las nobles y despreocupadas decisiones de su nieto, para forjarlo en un mejor rey. Por otro lado, la relación entre Alicent y Ser Criston Cole se sale de control, siendo un gran problema si llega a ser descubierta. Irónico, considerando que esto fue un factor de enemistad entre Alicent y Rhaenys hace algunos años. Por su parte, Aemond demuestra su preocupación por la guerra, y hasta se podría decir que asume un poco la culpa de las represalias que pueda surgir por sus acciones. Por otro lado, Helaena y su temor a las ratas, solo es un guiño a los grandes problemas que llegarán.
Finalmente, tenemos el momento de Blood & Cheese. Toda esta parte de la historia funciona como si se tratara de una película escrita y dirigida por Guy Ritchie. Los personajes principales tienen un plan (o en este caso, están preparándose para lograrlo) cuando alguien más tiene la brillante idea (en este caso, cayendo este papel en el siempre impulsivo Príncipe Daemon) de hacer su propia estrategia y haciendo que el conflicto se vuelva más grande. Aunque la lección de “un hijo por hijo” es la base para esta venganza, todos los problemas que pasan este antiguo miembro de los Gold Cloaks y el cazar ratas demuestra que tenían todo para fallar, pero con suerte lograron cumplir, de cierta forma, su objetivo.
No podemos dejar de mencionar la nueva introducción a la serie. Lejos están los mapas, los movimientos, los engranes y nos vamos a una demostración de cómo sería ilustrada esta gran batalla que se avecina en el universo de Westeros. Los conflictos, los eventos y lo que nos tocará ver en los próximos episodios toma una forma muy original de ver la obra.