Ghost of Yotei: el impresionante camino de la venganza

Es fácil perderse tanto en hermosos paisajes como en la sed de venganza. Ambos a lo lejos se ven impresionantes, llamativos e imponentes. Conforme nos vamos acercando, nos podemos dar cuenta de si estamos listos para lo que tenemos enfrente, o no. Tras algunos años, Sucker Punch nos lleva de nueva cuenta al Japón antiguo, a volver a convertirnos en fantasmas. Esta ocasión, cientos de años en el futuro, y en un escenario completamente nuevo, tendremos que vengar a nuestra familia, y en el camino encontrar la paz con nuestra juventud perdida. Esto es Ghost of Yotei.

Ghost of Yotei es un juego de acción y aventura en mundo abierto protagonizado por Atsu, una joven huérfana que, tras 16 años de sobrevivir y perfeccionar sus habilidades de combate, regresa a Ezo, la actual isla de Hokkaido, en búsqueda de Yotei Six, un grupo de forajidos que asesinaron a su familia, liderados por Saito. Como buena historia de venganza, esta no será tan rápida y sencilla. Atsu tendrá que ir encontrando información sobre dónde están cada uno de los miembros de este grupo, ayuda a la gente (por un precio) y sigue entrenando en su conocimiento de técnicas de combate, aprendiendo a usar más armas que la acerquen más a su objetivo.

La venganza nunca es una línea recta, es un bosque

A lo largo del juego, Atsu estará recorriendo Ezo en búsqueda del Yotei Six, en una aventura que la llevará a pequeños pueblos y realizando toda serie de actividades para aumentar sus habilidades. La exploración fluye de forma natural: podemos montar nuestro caballo y elegir un destino libremente, o con nuestro catalejo encontrar puntos de interés a nuestro alrededor. Desde encontrar santuarios para acceder a nuevas habilidades, aguas termales para aumentar su salud, a encontrar los pilares dedicados a las personas que se han enfrentado a Saito. Junto a esto, también habrá la oportunidad de cazar recompensas, enfrentando a asesinos y maleantes en sus diferentes regiones para obtener dinero, o simplemente ir descubriendo las historias y misterios que hay alrededor de la isla.

El lugar y momento en que Ghost of Yotei sucede son muy particulares. En el año 1603, la isla de Ezo se encontraba en un punto aún muy alejado de lo que sucedía en el shogunato Tokugawa, y a lo largo de la historia se va viendo este conflicto político que tienen sus habitantes con la “isla principal”, mientras que los pueblos originarios de estas tierras se ven desplazados. La historia nos pone en un lugar donde los elementos parecen salidos de un western, pero sin dejar de ser una historia que nos presenta los elementos clásicos de ese momento en Japón.

Parte de la experiencia del juego es llegar a nuevas zonas en búsqueda de alguno de los miembros del Yotei Six, investigar la situación, encontrarse con algún maestro que te enseñe a usar alguna de las diferentes armas del juego e ir haciendo misiones que nos ayuden a acercarnos a nuestro objetivo. Nos topamos con momentos en la historia que tienen buenos giros de tuerca y todos los posibles arquetipos y tropos que nos podemos encontrar en una historia de venganza y samurai, haciendo de la historia una muy fluida y entretenida. Aquí se siente mucho una libertad que no tuvimos con su antecesor, Ghost of Tsushima, y aunque no se siente tan líneal como la entrega pasada, sigue existiendo cierta rigidez en cómo se va avanzando.

Entre espadas

El combate es uno de los elementos más importantes del juego, y es que conforme vamos avanzando en la historia, se vuelve más y más complejo. Mientras que Atsu comienza con el dominio de la katana, esta se puede expandir a un abanico más interesante, desde otro tipo de espadas, lanzas, arcos y armas de fuego y explosivos. Llama la atención el sistema que hay durante el combate y cómo cambiar a un tipo de arma diferente logra darte una ventaja, haciendo que nuestros ataques no sean simples botonazos, sino que haya una verdadera atención a los enemigos con los que nos estamos enfrentando.

A esto se le suma el sistema de parry y cansancio. Atsu podrá desviar o esquivar los ataques enemigos, siempre y cuando cuentes con la precisión para hacerlo. Habrán ataques enemigos que si se hace el parry en el momento exacto lo dejarán completamente abierto a nuestros ataques, mientras que también habrá movimientos de los cuales la única opción es esquivar. Aunque he de admitir que al inicio el combate se sentía con un ritmo particular, con el tiempo logré dominarlo bien.

También es importante hablar sobre el espíritu. Arriba de nuestra barra de energía tendremos unas esferas que iremos llenando conforme vayamos combatiendo. Estas nos permitirán realizar diferentes ataques especiales o recuperar nuestra salud. También, cuando hayamos realizado cierto número de ataques sin ser golpeados, podremos liberar nuestro espíritu de combate para sembrar terror entre nuestros enemigos y eliminarlos más fácilmente.

Una isla llena de vida

Ezo es uno de los escenarios más impresionantes que haya visto en un videojuego. Aunque es un lugar que se muestra vacío, considerando que no vamos a ver una gran ciudad y que es un territorio aún lejos de de ser desarrollado, cuenta con mucho por hacer y ver. Uno de los métodos principales de transporte es nuestro caballo, el cual nos ayudará a movernos más fácil a lo largo de la isla, con los campos de flores sirviendo de un impulso para avanzar más rápido.

Por otro lado, tenemos los paisajes, y los distintos espacios a lo largo del mapa. Incluso, una de las actividades que nos permite capturar todo esto son pequeñas sesiones de pinturas que nos ayudan a capturar los diferentes paisajes de la isla, desde playas, bosques, montañas y sus árboles.

Pero así como hay una flora y fauna que habita a nuestro alrededor, también tendremos el gusto de encontrar gente que estará dispuesta a ayudarnos en nuestra misión. A lo largo de su camino, Atsu irá conociendo nuevos personajes que se volverán parte de su “manada de lobos”. Desde comerciantes y fabricantes, a los maestros que te enseñan el uso de las nuevas armas. A muchos de estos los podrás invitar a tus campamentos si es que estás lejos de donde se encuentran, para así comprar items o trabajar en armas o mejoras, según lo necesites.

Una obra técnica

Uno de los aspectos en donde Ghost of Yotei realmente destaca es en el apartado técnico. Donde más brilla el juego es en su apartado visual. Cada una de las regiones de Ezo es un espacio que visualmente es impresionante. Los efectos de la luz se notan en cada paso del juego, con aspectos como el viento o el clima cambiando lo que vemos en pantalla. Esto, aunado a un HUD sumamente limpio, nos permite apreciar completamente la belleza de este mundo, donde la naturaleza se impone.

Esto se aprovecha aún más con el modo fotografía, el cual ofrece varias opciones para realizar fotos que se vean aún más impresionantes de lo que vemos en pantalla. Desde cambio de filtros, lente, posición, a efectos visuales de clima, luz y demás. Son pocas las veces que regreso a los modos fotografía y en este caso quedé más que maravillado.

El aspecto visual viene acompañado por dos aspectos nuevos. Si el predecesor nos había impresionado con el modo de Kurosawa, con el cual convertía la historia en una película de samurái del director Akira Kurosawa, Ghost of Yotei agrega un par de nuevos modos para darle otro tono al juego. El modo Takashi Miike, inspirado en el director japonés por su uso excesivo de sangre dota del combate justo de eso, más sangre, más lodo, más cercano; hace el combate un poco más complejo por lo cercano, pero con el paso del tiempo hasta te terminas acostumbrando a la cámara y a los litros de sangre extra que aparecen al cortar o mutilar. Por otro lado, se cuenta con el modo Shinichirō Watanabe, el cual no afecta la parte visual, pero agrega música lo-fi a nuestra aventura. Este último modo fue bastante extraño utilizarlo, ya que en ocasiones siento que rompe con el ambiente o la situación. Lo probé la primera vez acompañando a un monje que necesitaba ayuda para llegar a un punto y aunque la música es bastante buena, rompió por mucho con ese momento solemne y filosófico que sucedía. Es música para cuando estemos vagando por el mundo, ya que en otro contexto se siente un poco fuera de lugar.

El juego es una muestra del poder que tiene el PlayStation 5 y que utiliza muy bien no solo la consola, sino el Dualsense. Actividades como prender una fogata y cocinar en tu campamento utilizan el control como una herramienta a nuestra disposición; mientras que el touchpad se convierte en ocasiones en el lienzo donde nuestro dedo se convierte en la brocha. Son aspectos que dan un sentido extra al control y hacen que se sienta bien.

También, a esto hay que sumarle los momentos en que podemos “controlar a la Atsu del pasado”. En algunos puntos del mapa podremos tener estas aventuras donde iremos a la juventud de Atsu con solo presionar el touchpad de manera inmediata. No son tantos los lugares, pero es un ejercicio interesante que al principio sirve como un aspecto tutorial, pero que más adelante en la historia sirve para conectar puntos en la narrativa del juego.

Ghost of Yotei es una obra impresionante de Sucker Punch, un paso adelante respecto a Ghost of Tsushima gracias a un mundo más abierto y libre. Es un triunfo técnico y artístico: visualmente deslumbrante, lleno de vida y con un combate profundo y desafiante. Sin embargo, pese a contar con una narrativa sólida y giros memorables, la progresión conserva cierta rigidez que impide que la experiencia se sienta tan innovadora como podría. Aun así, se trata de un título que brilla por su ambición y ejecución, consolidando a Sucker Punch como uno de los estudios que mejor saben capturar la esencia del Japón feudal en el medio interactivo.

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