Anime
Crítica de ‘Spy x Family Código: Blanco’, una misión extra desternillante en forma de película
La obra de Tatsuya Endo recibe su primera adaptación a la gran pantalla de la mano de Crunchyroll. En MeriStation ya la hemos visto.
No cabe duda de que ‘Spy x Family’ es una de las grandes sensaciones del manga en los últimos años. La obra de Tatsuya Endo saltó de las viñetas al anime con un éxito de altura. Pero a la familia Forger todavía le quedaba como objetivo dar el salto a las salas de cine. Tras su paso por Japón, Occidente recibe este 19 de abril el estreno de ‘Spy x Family Código: Blanco’, una película que extiende el arco narrativo de la Operación Strix con una aventura inédita, que complementa a lo que ha ocurrido hasta el momento sobre el blanco y negro.
Los aficionados al manga captarán la siguiente comparativa: la película ocupa el espacio como Short Mission más elaborada. ¿A qué nos referimos? Pues a las historias complementarias que ocupan habitualmente el hueco final de cada tomo. Al no formar parte de los capítulos principales, Endo y su equipo pueden jugar con los personajes de manera más flexible. Esto tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Empecemos por lo malo: no hay avance alguno en cuanto a la historia principal. Es un producto que da más material de tu historia y personajes favoritos. ¿Lo bueno? Que está en la parte alta de estos arcos narrativos secundarios.
La puerta de entrada a ‘Spy x Family’
‘Spy x Family Código: Blanco’ conoce de sobra la relevancia de su llegada a las salas. No solo va a reunir a fans acérrimos de la marca, sino que también es una oportunidad para atraer a un nuevo público que todavía no conoce los sistemas narrativos que confluyen en este falso matrimonio y quienes les rodean. Para ello, prácticamente los primeros 10 minutos de película se los toma como introducción. Es normal, ocurre en casi todas las Misiones Extra del manga. Es un breve repaso sobre quiénes son y con qué fin se han unido.
Para alguien externo a la licencia es suficiente. Se tocan las claves justas para que los recién llegados conecten con la historia. El problema es que ciertos elementos pierden fuerza conforme se desarrolla. Son elementos secundarios, sí, pero son algunos gags potentes entre los fans. Por ejemplo, es imposible no soltar unas carcajadas con el par de escenas en las que aparece el hermano de Yor. Pero claro, si no has visto el anime o leído el manga no sabes por qué se comporta de esa manera. Algo similar ocurre con Nightfall, aunque la joven sí tiene más peso en la historia. Es difícil empatizar con ella si no sabes de su tremenda obsesión por el Agente Twilight. Pero, como decimos, son detalles que marcan la diferencia para los fans. Es imposible que te pierdas si no conoces la licencia. De hecho, su papel como puerta de entrada lo cumple con notable.
Situaciones desternillantes: Anya sigue marcando la diferencia
La Familia Forger viaja hasta las invernales tierras de Frigis en busca de conocer un postre que le permita a Anya lograr su próxima Stella, esta vez como potencial maestra pastelera. El problema es que no todo es lo que parece. Un bombón a modo de tesoro y un coronel gourmet pondrán a la familia en más de un aprieto. El contexto argumental de la película ronda el tomo 9 del manga, aproximadamente. ¿Por qué lo decimos? Sobre todo por los personajes que intervienen y ciertos detalles sobre el trasfondo de los personajes.
Loid, por ejemplo, toca su infancia muy levemente, mientras que Nightfall y el resto de sus compañeros espías aparecen en plenitud como personajes ya asentados en la trama (y sí, en la familia ya está Bond). Podríamos decir que hay dos fases en la película. La primera mitad introduce y prepara los acontecimientos a fuego lento, que luego explotan en la última hora de metraje. Con casi dos horas de aventura (110 minutos, para ser exactos), nos hubiera gustado que se aligerara un poco en esa introducción larga. Da demasiado peso a elementos que los fans ya conocen de sobra. Es una licencia que ya hemos tratado, y guste o no es lo que hay.
Merece mucho la pena pasar por ese preparatorio. Lo que ofrece en esa segunda mitad es una explosión de comedia y acción que convence cada una en su medida. El humor ‘tonto’ que caracteriza a la serie está presente y elevado al cuadrado, especialmente con unos eventos que impactan a Anya y roban el protagonismo del resto de personajes. Y es que la más joven de la casa sigue siendo el catalizador que activa los mejores momentos de ‘Spy x Family’. Desde sus caras, impagables, hasta las delirantes situaciones que genera. Es el combustible de la saga y en esta película lo demuestra una vez más con honores.
Pero no hay que dejar de lado la acción. Como decíamos, gran parte del efecto positivo de la recta final se encuentra en estas situaciones. Nos ha sorprendido la animación, de una factura altísima. Wit Studios y Cloverworks han firmado un trabajo realmente espectacular. No lo tenían nada fácil teniendo en cuenta las habilidades de la pareja, en especial Yor.
‘Spy x Family’ sigue en plena forma
En conclusión, nuestro paso por ‘Spy x Family Código: Blanco’ ha sido muy bueno. La película es desternillante y transmite a la perfección la esencia de la saga en las viñetas. También demuestra que Anya sigue siendo la reina de la licencia. Sus mil caras convierten una cagada en un momento en el que es imposible no descojonarte. Al fan se le puede hacer bola el primer tramo, pero que la historia se cocine a fuego lento permite que la última hora sea un derroche de humor y acción. Muy recomendable tanto si sigues a la franquicia como si quieres iniciarte en ella.