Zaxxon Escape

Los salones arcade recibían en 1982 el primer videojuego en presentar una perspectiva axonométrica, de ahí su nombre, AXXON de “AXONometric projection” en inglés; así, Sega sorprendía a los jugadores de los ochenta con un arcade espacial frenético y realmente vistoso para la época, que más tarde llegaría a diversas y muy variadas plataformas como MS-DOS, Apple II, Atari 2600, MSX, ZX Spectrum o Commodore 64, entre muchas otras. Ahora, y tras la friolera de treinta años, ha llegado el momento de recibir Zaxxon Escape para nuestros dispositivos iOS y Android un remake en forma de endless runner espacial de tan querido título. Nos encontramos atrapados en un gigantesco asteroide, en la una ciudad de Zaxxon, una fortaleza espacial llena de mortales y estrechos pasillos de los que debemos escapar. Recordemos en nuestro análisis tan querido juego arcade que vuelve a la actualidad –en la AppStore y Google Play– en forma de remake.

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Los obstáculos más recurrentes serán secciones donde atravesaremos estrechas aberturas en las que nuestra nave pasará casi rozando las paredes en una posición determinada; la precisión con nuestros controles será clave para superar las diferentes barreras. El acelerómetro mantendrá nuestra nave en posición horizontal, con lo que deberemos girar nuestro dispositivo táctil hasta 360 grados para movernos entre los diferentes obstáculos. La precisión con el acelerómetro está bastante conseguida y rápidamente nos haremos con los controles de un juego que necesita de una posición cómoda y estable por parte del jugador. Eso sí, resulta más recomendable ser jugado en iPhone o iPod touch, ya que el gran tamaño del iPad dificulta algo más su jugabilidad basada en movimientos rápidos y ágiles de nuestro dispositivo.

A medida que avancemos en nuestra frenética huida, nuestra nave aumentará su velocidad, con lo que será más complicado llevar a cabo tan rápidas maniobras; incluso en algunas ocasiones deberemos deslizar el dedo por la pantalla en la dirección correcta para girar bruscamente y no terminar chocando contra un gigantesco muro de metal. Sus mecánicas son simples, aunque su ejecución nos mantendrá en vilo durante toda la partida. Además, si tocamos la pantalla podremos abrir fuego para despejar el camino ante nosotros y así seguir con nuestro objetivo, que no es otro que huir lo más rápido posible de la ciudad asteroide de Zaxxon. Si recogemos la suficiente cantidad de monedas –llamadas Z-coins– en una partida, las podremos acumular para comprar diferentes power-ups, como un piloto automático –que nos deja como simples espectadores de lo que sucede en pantalla durante unos instantes–, multiplicadores de puntuación, camuflaje limitado para evitar daños o la posibilidad de recoger más monedas Z-coins de manera automática, entre muchos otros.

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También podemos recurrir a los siempre controvertidos micro-pagos, aunque en ningún momento será estrictamente necesario, resultando incluso poco recomendable si lo que queremos es superarnos a nosotros mismos o a otros jugadores mediante Game Center. A nivel gráfico, si bien cumple con lo que se espera de un juego de estas características, presenta algunos altibajos destacables; a pesar de presentar algunos efectos interesantes, su apariencia es bastante sobria e incluso adolecerá de algunas bajadas de framerate y demasiados tirones, lo que resultará muy molesto en un juego de estas características, donde nuestros reflejos son nuestra principal arma. A nivel sonoro tampoco llama mucho la atención, con unas melodías demasiado repetitivas y estridentes y unos efectos de sonido de dudosa calidad.