no me chilles que no te veo...

Una variante de la Nascar Racing consiste en hacer circuitos de tierra más pequeños y soltar bólidos que apenas disponen de un chasis para sujetar las ruedas y un habitáculo para el piloto. Con World of Outlaws vas a sentir los virajes más bruscos y divertidos de los deportes de cuatro ruedas.

World of Outlaws 2002 fue el título de la versión de PC y PS2 lanzados el pasado año en Estados Unidos de este mismo juego que ahora ha sido convertido a formato PAL tras haber pasado discretamente por las listas de ventas. Basado en un deporte puramente americano, tan espectacular como otros muchos deportes que combinan motor y riesgo, su mayor atractivo es ver unos bólidos que a duras penas se mantienen a ras de suelo dar vueltas sin parar a circuitos pequeños, tipo Nascar, con mucha tierra y muchos encontronazos entre los rivales.

Hemos visto juegos basados en el Paris-Dakar, en los buggies de playa, en todo-terrenos y ahora los llamados "dirt racers" o "sprint cars", probablemente los vehículos a cuatro ruedas con mayor aceleración de todas las competiciones. Tenemos a nuestra disposición un modo arcade donde competir una temporada completa o jugar una partida solo o con un amigo, y un modo llamado "carrera profesional" donde habrá que labrarse un lugar en la historia de este peculiar deporte.

Este modo es el plato fuerte del juego, tendremos una cantidad para empezar, 12.000 dólares, y con ellos tendremos que comprar un coche, pagar la inscripción en un torneo y el desplazamiento para llegar a la ciudad donde se celebra. A partir de ahí diversos factores marcarán nuestro éxito, existen destrozos en la carrocería que habrá que arreglar, nos pagarán dinero en función de en qué puesto nos clasifiquemos para las carreras (corremos un previo para la parrilla de salida), y los espónsor estarán al acecho para contratar a los mejores. Es indispensable ganar dinero, no sólo porque sin él no podremos viajar ni inscribirnos en los torneos, sino porque hay que "tocar" la configuración estándar del vehículo si queremos hacer un buen papel.

En todos los modos podemos grabar en la memory card sin problemas, retirarnos, practicar, entrar en el taller a reparar o mejorar el vehículo. Es algo más de lo que habitualmente suelen ofrecer los arcades, ideal para jugadores solitarios con ganas de probar configuraciones y ajustes en suscoches. Además, el motor del juego ha puesto especial énfasis en la física (la inercia) de los vehículos, por encima del apartado gráfico, y en la fidelidad con las carreras reales, donde los coches se muestran agresivos a la vez que inestables.

Las texturas de los circuitos, en lo que se refiere al suelo, son muy buenas. Siendo un juego donde el factor "tierra" es fundamental, no faltan los efectos de humo, suciedad en las lunas delanteras que dificulta la visión, y una vista interior realmente jugable e interesante. Los "dirt" se desmontan a medida que avanza la carrera y topamos con vallas, contrincantes o nos salimos de la pista.

Quizá donde menos esfuerzo se han dejado los grafistas es en el diseño de los circuitos, en el modo carrera empezamos en pistas bastante abiertas, con casi ausencia de público y gradas, y a medida que vamos progresando competimos en lugares más "profesionales". Es el único esmero demostrado, todos los circuitos son ovalados como una pista de atletismo, dando poca importancia al virtuosismo gráfico, aunque en este caso tiene una razón de ser, y es su semejanza con las pistas reales.

Como nota curiosa, tanto en la elección de los personajes como circuitos, en lugar del típico dibujo de siempre o foto digitalizada, se muestran vídeos de los conductores (totalmente reales) presentándose a sí mismos (sus nombres, escudería, logros...) y de los trazados con imágenes procedentes de las retransmisiones que en los Estados Unidos se realizan continuamente. El modo carrera profesional además permite acceder al taller mecánico, elección de eventos y algún otro detalle similar a los juegos de Gran Turismo. El interfaz es muy cómodo, y se puede ajustar prácticamente cualquier detalle del juego. Sin duda un buen acabado pero que no resalta sobre otros juegos mucho mejores técnicamente, con el agravante de que una vez más Infogrames ha hecho caso omiso de la opción a 60 Hz que tanto demandamos los usuarios.

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Decirlo es fácil, pero cuando se acumulan varios coches a la vez en pantalla resulta tremendamente complicado esquivarlos, tratar de adelantarlos y controlar la inercia del coche, en no pocas ocasiones te encontrarás rodando con el coche destrozado (si el coche "muere" te dan la oportunidad de jugar una "muerte súbita", corriendo una única vuelta desde la última posición, el puesto que consigas es el que te otorgan al final).

A mí particularmente me ha gustado mucho el modo "carrera profesional", no es de una complejidad abrumadora, pero lo he encontrado muy realista. Has de buscar esponsors, pagar los desplazamientos y las inscripciones en los torneos, y comprar nuevos vehículos para entrar en los torneos nacionales. Sin embargo, no es nada fácil, así que resulta muy recomendable practicar antes con el modo arcade y ganar ese torneo.

El verdadero problema de Spring Cars es su absoluta fidelidad a la realidad. Un juego correcto en todos sus aspectos, te puede resultar tan aburrido como ver este tip