Warhammer: Battle March
- Plataforma360PC7
- GéneroEstrategia
- DesarrolladorBlack Hole Games
- Lanzamiento15/09/2008 (PC)27/02/2009 (360)
- EditorBandai Namco Entertainment
WAAAAGH!
La batalla entre las fuerzas del Imperio y el Caos ha dejado a ambos bandos en una situación delicada, un momento perfecto para que un poderoso jefe orco llame a los suyos a la batalla, aunque lo que los pieles verdes no saben es que hay un cuarto invitado a la fiesta que está moviendo los hilos entre las sombras.
Mark of Chaos no fue el mejor juego ambientado en Warhammer Fantasy, ni tampoco sobresalió como juego de estrategia, pero contaba con elementos que lo hacían un título de valía y con un claro respeto hacía la licencia de Gaming Workshops. Siguiendo la estela de las batallas masivas de Total War, el estudio Black Hole trató de combinar táctica clásica en tiempo real con la personalidad y habilidades especiales de las unidades de Warhammer, logrando un resultado a veces un poco crudo y con diversos problemas como la cámara, pero que en conjunto resultaba en juego competente con varios elementos interesantes que podía haberse beneficiado de una ampliación.
Esta expansión llega aquí, algo tarde quizás, pero con buenas intenciones de ofrecer a los jugadores del original algo más de contenido del que pudieron saborear en el original, que limitaba los bandos principalmente a dos, dejando con pequeños papeles a fuerzas como los Elfos o los Enanos. En concreto, este paquete añade dos facciones: Pieles verdes -Orcos, Goblins-.... y los Elfos Oscuros, los dos protagonistas de la nueva campaña. Lo cierto es que al margen de ciertos matices que se mencionarán adelante, Battle March es una expansión de manual, de las de toda la vida y centrada totalmente en aquellos que quieran expandir -valga la redundancia- en el contenido del original. No hay que olvidar que requiere el juego original, por lo que eso ya arroja pistas sobre a quién está dirigido, es obvio que no ha sido diseñado para abrie el juego a un nuevo público.
El argumento es funcional, nada extraordinario pero bien formado en el estilo de este mundo de guerra permanente. Después de los acontecimientos del primer juego, el temible Jefe de Guerra orco Gormash, junto a su lugarteniente, el Goblin Wazog, decide que es el momento perfecto de lanzar una Waaagh, el término orco para una gran campaña militar que realizan ocasionalmente por el placer y la necesidad de combatir. Lo que los pieles verdes no saben, sumergidos en su frenesí, es que están siendo manipulados convenientemente por los Elfos Oscuros, que han tejido uno de sus retorcidos planes para cumplir sus misteriosos objetivos.
Sentado el precedente, lo primero que se descubre de Battle March es que la estructura y el planteamiento es idéntico. Un gran mapa marca las rutas y los objetivos, bien sean parte de la campaña principal, o bien parte de misiones secundarias que pueden tener bonificaciones en forma de equipamiento o nuevas unidades. Durante la fase de mapa también es posible abastecer al ejército con nuevas unidades, algo importante dado que las unidades que se pierdan en batalla no se recuperan, por lo que hay que cuidar bien la estrategia para minimizar las bajas y gestionar con sabiduría los recursos disponibles.
Ya en la batalla, después de la correspondiente fase de planificación en la que se organizan las tropas -algo fundamental para desarrollar mejor ciertos tipos de tácticas- comienza la batalla en tiempo real, controlando los diversos grupos a través de las banderas y las necesarias selecciones rápidas. En apariencia poco ha cambiado con respecto al original, tanto el control como la cámara son idénticos y gráficamente no se ha mejorado en nada, aunque el original tenía aspecto notable -especialmente en el modelado de ciertas unidades- queda bastante lejos de títulos como Medieval 2, la referencia inevitable ahora mismo a la hora de hablar de esta clase de juegos.
Lo que sí que se ha hecho, y resulta encomiable, es acentuar la personalidad de los nuevos ejércitos, algo que se nota menos con los Elfos Oscuros pero que resulta más obvio con los Pieles Verdes, a los que se ha dado una marcada personalidad que exhiben sin rubor durante el curso de batalla. Es un detalle que puede parecer intranscendente en el contexto del juego, pero que resulta importante cuando uno de los principales atractivos de Mark of Chaos es precisamente su licencia y el buen uso que hizo de la misma. Aquellos que disfrutaron con los toques dados en esa dirección en el original, seguramente disfrutarán mucho de la campaña orca.
Otro aspecto que destaca es el acierto con el que Black Hole ha identificado el tipo de combate que ambos bandos desarrollan, trasladándolos bien a este escenario de batallas masivas. De hecho, se puede decir que han estado mucho más acertados esta vez a la hora de diferenciar bien las dos facciones, dejando que ambas tengan su espacio propio y el jugador pueda desplegar de forma efectiva tácticas muy distintas que posibiliten aprovechar al máximo los recursos y posibilidades de ambas.
Los orcos en Waaagh son una auténtica fuerza de la naturaleza, una auténtica estampida de seres de monstruosa fuerza que viven y mueren para probar su fuerza en el combate, por lo que en contexto de Battle March eso significa que se favorecen las tácticas de ataque frontal y carga directa frente a cualquier otro movimiento táctico más refinado. También el planteamiento de la campaña está bien acoplado al contexto de la historia, por lo que controlando a los Orcos hay una gran cantidad de batallas en las que los objetivos son tomar fortificaciones o destruir estructuras imperiales, objetivos que se acoplan razonablemente bien al tipo de unidades que se están controlando.
Por su parte, para los Elfos Oscuros se han diseñado misiones menos obvias y más acorde con sus virtudes, que suelen estar en el ataque traicionero, la magia y la rapidez de sus tropas, capaces de provocar daños importantes a una velocidad fulgurante para volver inmediatamente a las sombras. Las misiones de esta facción exigen una gestión mucho más pormenorizada, dividiendo adecuadamente el grueso del ejército para cubrir diferentes francos y objetivos, lo que se hace un tanto complicado porque el sistema de cámara sigue sin estar bien elaborado lo que puede llevar a escenas de confusión.
Lo que sí que hay que destacar es que la dificultad de Battle March ha subido varios enteros con respecto a Mark of Chaos, lo que quizás sea apropiado dado su carácter de expansión pura. Pero algunos jugadores pueden encontrar que las condiciones de victoria y las circunstancias especiales en medio de la batalla presentan una barrera importante que no es nada fácil de superar, lo que conducirá a numerosos intentos. Algunas veces la dificultad parece bien ajustada y el resto se hace atractivo porque implica manejar bien las tropas en todo momento y no limitarse a hacer que carguen para contemplar como luchan automáticamente sin la intervención del jugador -varios títulos de este corte pecan mucho de este aburrido fallo de diseño-. Pero en otras ocasiones se producen situaciones que alteran radicalmente el curso y los objetivos de la batalla, lo que hace muy difícil poder adaptarse a ellas a tiempo y casi exige tener un conocimiento previo de lo que va a pasar, lo que no es una buena manera de plantear misiones.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.