Warhammer 40.000 Sanctus Reach, análisis
Estrategia por turnos que reúne algunas de las mejores ideas del género y que se centra en los combates entre marines espaciales y razas alienígenas.
Ambientado en el universo Warhammer 40.000, Sanctus Reach es un juego de estrategia por turnos que sigue a pies juntillas los cánones del género: variedad de unidades y un sistema de combate que prima las decisiones tácticas por encima de la velocidad.
La historia, que realmente no tiene gran peso en el juego, se centra en la defensa y conquista de un planeta, Alaric Prime, por parte de una compañía de marines, Los Lobos Espaciales, frente a un inmenso ejército de orkos. El juego está estructurado mediante un sistema de misiones independientes, que habrá que ir superando de manera progresiva. No hay un hilazón entre una y otra y ni siquiera una introducción que presente cada batalla, simplemente se ofrece un mapa muy general con las posiciones enemigas y se dan los detalles de la condiciones de victoria: tomar ciertos puntos, aguantar un cierto número de turnos y, en alguna rara ocasión, tomar objetivos secundarios que proporcionan ventajas estratégicas o proporcionan unidades específicas.
La batalla es el núcleo central
Sanctus Reach prescinde de cualquier abalorio para centrarse en lo importante: el campo de batalla. Aquí no hay producción de unidades, ni recogida de recursos, ni creación de edificios. Solo combate directo que empieza con la elección de unidades entre un abanico que se irá abriendo a medida que se progrese en la partida y el despliegue en el mapa, si esta opción está disponible, algo que no ocurre en todos los mapas.
Aunque el campo de batalla está divido en cuadrados, se permite un movimiento en diagonal, que ofrece ocho posiciones posibles para encarar al enemigo. El mapa está lleno de objetos y presenta diferentes alturas, lo que afecta al rango de visión, por lo que una buena estrategia comienza por hacerse con los sitios más elevados y posicionar en ellos unidades de largo alcance.
Ya en faena hay que tener en cuenta la línea de fuego y la puntería de las unidades, ya que no es extraño ver como una tropa aliada cae víctima del fuego amigo cuando está enfrascada en un combate cuerpo a cuerpo. Otro buen detalle es que las unidades mecanizadas destruidas no desaparecen del mapa y sus restos sirven de cobertura hasta que no sean eliminados por completo. Tampoco las bajas de la infantería desaparecen, aunque en este caso no sirven de parapeto.
Hay una enorme variedad de unidades disponibles tanto mecanizadas como de infantería, así como diversos héroes con habilidades especiales en la batalla. Un equilibrio entre fuerzas de choque y de distancia resulta imprescindible para la victoria, eso sí, los dreagonauth (robots gigantes) resultan decisivos si se emplean con habilidad. Es muy importante protegerlos y a veces resulta necesario sacrificar a las unidades novatas para preservar a las veteranas.
La unidades van adquiriendo experiencia a medida que pelean con los orcks y esto se traduce en una doble ventaja, por un lado adquieren habilidades adicionales (municiones antitanque, balas contra la infantería, escudos, mejoras de salud…) y por otra aumentan de manera notable sus estadísticas.
Gráficamente, correcto
Sanctus Reach es un juego bonito de ver, con unidades bien diseñadas e idénticas a las que realiza la compañía Workshop para sus juegos de tablero. Los escenarios no son muy variados, en su mayoría páramos con alguna construcción semiderruida o campamentos orcos elaborados con materiales de desecho. La vista, tanto en ángulo como en altura como en proximidad, se pude ajustar a gusto del jugador, teniendo que cambiar la perspectiva en alguna ocasión para poder visualizar unidades parapetadas tras estructuras. No es un portento gráfico, pero todo funciona como debe. Hay cierta desproporción entre el tamaño de algunas unidades (tanques), pero nada que resulte llamativo.
Alguna misiones presentan una tonalidad excesivamente oscura, algo que se acrecienta con los ciclos de noche y día y que dificulta la localización de la unidades enemigas. Se puede visualizar también el rango de fuego. Respecto a esto último, el grado de acierto de los disparos es aleatorio, en ocasiones tropas que están muy próximas fallan mientras que otras más lejanas aciertan sin problema, todo ello sin que haya una causalidad aparente. Este factor suerte está heredado de los juegos de tablero donde se emplean los dados.
Ensayo y error
Sanctus Reach presenta una curva de dificultad bastante equilibrada, poco a poco se van introduciendo nuevas unidades que abren diversas opciones estratégicas, aunque la presencia de un tutorial algo más amplio hubiera sido de agradecer. Descubrir qué pueden hacer determinadas escuadrones o contra que enemigos resultan más efectivos es parte del encanto del juego, aunque con ciertas dosis de lógica es sencillo ver hasta dónde puede llegarse.
La mayoría de las misiones son escaramuzas en las que habrá que hacerse con el control de determinados puntos, esto conlleva a una repetición en el uso de unidades que podría haber sido subsanada sin los escenarios fueran más variados. Por ejemplo, los transportes están desaprovechados y algunas tropas de reacción rápida o los lanzallamas presentan demasiadas desventajas para ser empleadas de manera habitual. De hecho los mejores momentos que ofrece el juego son aquellos en los que las misiones cambian radicalmente de perspectiva: aguantar el asedio de cientos de orcos, tomar una fábrica…. Y que obligan a planificar el conflicto desde una perspectiva diferente.
Tres DLC
El juego principal consta de tres campañas independientes con un montón de misiones cada una. Además hay disponibles tres expansiones que enriquecen la experiencia con enfoques diferentes. La primera es Legacy of the Weirdboy, donde el jugador asume el control de los orkos. Sons of Cadia añade una nueva facción: el Astra Militarum, que llega con 27 unidades nuevas y cuatro héores. En Horrors of the Warp los Lobos Espaciales se enfrentarán a Hordas de Demonios del Caos a lo largo de 16 nuevas misiones.
Las unidades de los DLC estarán disponibles para las partidas multijugador, que, aunque se nota que no son el pilar sobre el que se sustenta Santus Reach, ofrecen un interesante reto para alargar la ya de por si extensa vida del juego.
Conclusión
Sanctus Reach es un juego de estrategia por turnos de corte clásico, lleno de buenas ideas y con un número elevado de campañas que garantizan muchas horas de entretenimiento. Los tres niveles de dificultad aseguran que sea apto tanto para expertos en el género como para noveles. Aunque técnicamente no es un portento, es bonito de ver, las unidades están bien creadas y la cámara funciona perfectamente. Por poner un pero, muchas de las misiones se hacen repetitivas y solo sirven para acumular experiencia en las unidades, cuya gran variedad proporciona diferentes enfoques estratégicos para solventar las batallas.
Lo mejor
- Variedad de unidades.
- Recreación de las tropas que es fiel al universo Warhammer 40.000.
- Los DLC permiten vivir la experiencia de la batalla desde distintos bandos.
- Un multijugador sencillo, pero efectivo.
- Poder jugar con escenarios elaborados por la comunidad.
Lo peor
- Muchas misiones son repetitivas.
- No se puede entrar en los edificios, ni siquiera subir a su techo.
- Algunas unidades están desaprovechadas. No se crean las condiciones necesarias que exijan su utilización
Warhammer 40,000: Sanctus Reach
Warhammer 40,000: Sanctus Reach te lleva a una oscura era de carnicerías y guerras sin fin. No hay paz entre las estrellas: el Imperio del Hombre está rodeado de amenazas por todos lados. Entre ellos se encuentran los Orkos, una raza de Xenos bárbaros y guerreros. Uno de sus líderes más feroces, Grukk Cara-Rippa, comanda su Waaagh Rojo! en el sistema Sanctus Reach. Mundo tras mundo cae ante miles de millones de Orkos, hasta que sólo un último planeta se resiste a la marea verde: el Mundo Caballero de Alaric Prime. Aquí es donde una compañía de valientes Lobos Espaciales se planta para defender el último bastión de la humanidad en el sistema. Warhammer 40,000: Sanctus Reach es un juego de estrategia basado en turnos a cargo de Straylight Entertainment y Slitherine para PC. Lleva a los Lobos Espaciales en su lucha contra los Orkos a través de dos largas campañas con trama histórica incluida: Stormclaw y Hour of the Wolf.