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Wallachia: Reign of Dracula

Wallachia: Reign of Dracula

  • PlataformaNSW7.8PC7.8
  • GéneroPlataformas, Acción
  • DesarrolladorMigami Games
  • Lanzamiento28/02/2020 (PC)29/10/2020 (NSW)
  • EditorStorybird Games

CAZANDO AL EMPALADOR

Wallachia: Reign of Dracula, análisis: ContraVania

Contra + Castlevania + King of Dragons = un título de corte retro que gustará a los fans de los Run 'n Gun 2D.

Entornos medievales. Una guerrera de protagonista. Jugabilidad 2D pura y dura. Conjunto gráfico pixelado entre las épocas 8 y 16 Bit. Y un título que alude a Drácula. ¿Cómo se llama el juego? No, no se llama Castlevania. “¿Pero al menos será un clon, un (agradecido) bastardo como Bloodstained?” Esa es la primera impresión, esa es la comparación, la referencia directa que tu cerebro de gamer intentará establecer. Pero también te equivocarías, porque Wallachia: Reign of Dracula no es un Castlevania como pensábamos, sino otra cosa: una mezcla estupenda entre Contra, King of Dragons y un aderezo de Shinobi.

Cazando al Dragón

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Forjados en los libres territorios de los ‘Fan-games’, el estudio francés Migami Games sabe lo que se hace en cuanto a juegos 2D de corte clásico. Suyos son los estupendos The Lecarde Chronicles 1 y 2, de los mejores Castlevania ‘bastardos’ no oficiales que se pueden encontrar en la Red. Por eso, cuando pensaron en lanzar un juego propio, no se alejaron de lo que conocen: jugabilidad 2D, plataformas, Jefes Finales, escenarios pixelados, etc. El resultado es Wallachia, un título que se visualiza como un Castlevania clásico y se juega como un Contra.

Y es que, como ardid en la trama, Reign of Dracula recurre precisamente al mayor icono del género del Terror, pero no al personaje creado por Bram Stoker, sino a la figura histórica real que lo inspiró -y que resulta más aterradora por eso mismo. Wallachia nos cuenta una trama de venganza familiar de una guerrera que vuelve a casa en la Europa Central del siglo XV, para ajustar cuentas con quien quemó su casa, secuestró a su hermano y mató a sus padres.

La historia, dado lo corto del juego, apenas se desarrolla, y representa lo más flojo aunque tiene momentos interesantes y dramáticos dado el hecho de que hay diálogos en mitad de los niveles - enfrentamientos con jefes. Pero Wallachia muestra su lado retro en este detalle, dando mucha más importancia al gameplay. Eso sí, hay una serie de cutscenes en formato cómic animado que no están mal -de las voces hablaremos en el apartado de sonido, pero hay un par de sorpresas.

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En sí, el juego tiene 7 niveles que yendo a saco se pueden pasar en 5 o menos minutos -el juego te reta a hacerlos en marcas de tiempo como 4:14 min. Eso sí… no significa que en 35 minutos te hayas ventilado Wallachia, porque necesitaras un mínimo de 1 - 3 horas según el nivel de dificultad en la primera vuelta. Y luego podrás hacerlo en por ejemplo 41 minutos saltando diálogos.

Dificultad Retro

Fases divididas en varios sub-niveles + Jefes Finales. 4 -ó 5 si encuentras un item- puntos de vida. 3 vidas. Continues Infinitos. Al igual que la fórmula Souls, heredada de los clásicos, u otros como Cuphead, Wallachia propone un gameplay 2D muy tipo Contra de Run ’n Gun con enemigos + plataformas en la que ametrallaremos sin parar disparando flechas con la protagonista, como si fuéramos el Elfo del mítico King of Dragons de Capcom.

El arco y flechas serán el arma principal, con un disparo estándar rápido y uno más fuerte que exige mantener el botón pulsado unos segundos. La prueba del toque Contra es que podemos dispararlas en varias direcciones -sí, incluso saltar y disparar hacia abajo si eres mañoso/a. Y como arma secundaria tenemos una espada que usaremos tanto para los enemigos a distancias cortas como para romper flechas enemigas al más puro estilo ‘parry’ -eso sí, la sincronización exige ser perfecta para dejar de disparar con el arco, romper la flecha enemiga y volver a disparar. También tenemos un deslizamiento ‘dash’ muy útil para los Jefes Finales, pero que se puede activar sin querer cuando nos agachamos para disparar.

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Magias OVER 9000

La ventaja es que las armas van subiendo de nivel para ser más efectivas, a la vez que los enemigos dejarán caer nuevos tipos de munición en forma de flechas más poderosas, de fuego o múltiples. Junto a esto tenemos un sistema de cuatro ‘ayudantes’, como magias temporales -muy de la saga Shinobi esto- que podemos invocar. Cada ayudante realiza una diferente, desde un potente disparo en vertical a invisibilidad, potenciar armas o hacer llover fuego por todo el nivel.

Pero el juego restringe el uso de estas magias a un sistema de orbes, porque para usarlas hace falta recoger orbes de los enemigos caídos, o de los pájaros que los transportan en vasijas a las que debes acertar. Y lo restringe porque hay cierto desequilibrio en ellas que debería arreglarse, ya que una cosa es que sean poderosas, y otra que vacíen media barra de vida del Boss de un tirón.

Wallachia deja demostrar su lado ‘sádico’ en el hecho de que al perder energía también podemos perder orbes. Y lo que es peor: si morimos ya sea en mitad de un nivel o por un jefe final, empezamos habiendo perdido todo el ‘loot’: los orbes, la munición, las mejoras, TODO. El juego tiene un sistema de checkpoints, pero si te mata un jefe final tras haberte pasado todo el nivel, llegar con mucha munición y orbes, tienes que empezar en el checkpoint anterior a él, lo que significa llegar a veces con lo puesto, el arma básica sin levelear, sin munición extra y sin orbes suficientes para invocar.

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Los niveles son breves, pero intensos: Enemigos por doquier, cada uno con sus pautas; arqueros colocados para buscarte el ángulo de golpe; otros que necesitan varios toques; niveles salpicados con peligros como trampas contextuales al estilo Prince of Persia. Y luego los Final Bosses, que cuidado: los 2 primeros son fáciles en cuanto a aprender sus pautas, pero a partir del nivel 3 se vuelven más listos, con patrones más complejos.

Está claro que Migami ha buscado una dificultad y avances de corte clásico, aunque para los no-acostumbrados a esto, Wallachia puede hacérseles cuesta arriba en cuanto a esto, sobre todo los dos últimos niveles. Hay que reseñar que una vez muertos, los enemigos no vuelven a aparecer y por tanto no hay respawn infinito de estos como pasa en otros títulos.

Y también que el juego te deja elegir nivel según te los vas pasando, pero definitivamente, Wallachia es difícil y más pensado en los amantes de este tipo de títulos que en un público más amplio. De hecho, si eliges el nivel de dificultad ‘Fácil’ en el menú, sólo podrás jugarte una parte del juego antes que este te pida que te cambies al modo Normal o Difícil.

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Conforme avanzas en la Campaña, vas desbloqueando una serie de extras. Y cuando la terminas, hay más, como un menú de sonido para oír la BSO, o un cambio de traje que no desvelaremos de quién, pero que es otro guiño nada encubierto a la historia reciente de Castlevania. Lo mejor es que también tienes una serie de desafíos para completar, como por ejemplo romper las rocas que caen del cielo antes que estas destrocen el puente de madera sobre el que estás. Unos desafíos que le suman un poco de duración extra al juego.

Arte Pixelado

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A nivel gráfico, el estilo elegido es el Pixel Art que tanto vemos en las propuestas indies. No hay duda que Megami sabe imitar el estilo 16 Bit, porque este Wallachia sin duda parece a nivel visual un Castlevania de la época de Super Nintendo, con unos escenarios con sus capas de fondos, scroll parallax clásico, y un estupendo diseño artístico -esos bosques al atardecer lleno de cadáveres empalados en picas. Lo único que lo afea son las cutscenes tipo cómic, buena idea narrativa pero pobremente implementada.  

A nivel de sonido, la BSO es muy cañera, como corresponde a un título de estas características. Cada nivel tiene su propio tema, por lo que oirás distintas melodías dentro de una misma fase, ya busquen la acción o reforzar más lo 'creepy' de los escenarios y enemigos. Pero lo mejor es comprobar cómo, a pesar de ser un indie de bajo presupuesto, Wallachia sorprende con un reparto de voces que incluye a Kira Buckland, la 2B de NieR: Automata, y Robert Belgrade, el Alucard original de Castlevania: Symphony of the Night.

Nota: 7.8

Conclusión

Un título diseñado por fans de los juegos retro pensando en su comunidad, Wallachia Reign of Dracula no es plato de gusto para todos los usuarios, porque su dificultad puede atragantarse a los no iniciados -algo así como Cuphead, pero no tan bestia. Pero su propuesta, con una historia y gráficos tipo Castlevania y un gameplay Run ’n gun intenso, conforman un título ideal para quienes echen de menos lo que Konami parece que ya no quiere darnos más.

Lo mejor

  • Acción directa arcade en vena desde el minuto 1. Si sois fans del Retro, os encantará.
  • Poder elegir nivel una vez lo hayas terminado
  • Los guiños a la historia real de Vlad Tepes -la referencia de Radu por ejemplo- y a sus representaciones populares -la armadura del Dragón de la versión de Coppola de 1992.
  • El Boss Chindia Tower o el inicio del nivel 5, momentos puro Castlevania clásico
  • La BSO, un muy buen trabajo
  • Los Jefes Finales a partir de la fase 3 y los trucos de manga que Megumi se va sacando para que los sub-niveles resulten variados…

Lo peor

  • … Aunque se hacen demasiado cortos
  • Las cutscenes
  • Un desequilibrio en ciertos elementos, como unas magias muy Overpowered y perder cosas como el leveleo de las armas cuando nos ataca un simple enemigo estándar. Los power ups son a veces vistos y no vistos
  • No hay menú cuando pausas el juego, y es necesario para reiniciar una fase, salir al menú, etc. Sólo puedes salir cuando pierdes todas las vidas.
7.8

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.