Virtua Fighter 3: Team Battle

Y entonces llegó "Virtua Fighter". Y se rompieron los moldes. Un juego cuyos luchadores estaban formados por cientos de polígonos y cuyos movimientos parecían sacados de una película de Jackie Chan causó estragos entre la población de asiduos a las máquinas. Esta obra maestra, bautizada por AM2 (el grupo de programación estrella de Sega, que más tarde crearía otros títulos clave para la compañía nipona como la saga "Virtua Cop" o "Daytona USA") inauguró el que se conocería como 3-D Fighting Simulators, o sea simuladores de lucha en 3-D. Juegazos como "Tekken 3" o el mismísimo "Soul Calibur" solamente son la continuación lógica de un género que acababa de nacer. Y es que no solamente el aspecto gráfico era revolucionario: se establecieron reglas que ahora son las pautas del género, como el ahora famoso "out of bounds", la posibilidad de recorrer todo el tatami (mediante diversos planos de profundidad que se utilizaban tras recibir ciertos golpes o al ejecutar algunas presas) y la eliminación de los movimientos especiales.

Entonces apareció en escena "Tekken", ganándose el favor de la mayoría de los usuarios. La gran apuesta de Namco en el género lucía unos gráficos más espectaculares gracias al uso de texturas más trabajadas, un control mucho más realista debido a la asignación de un botón para cada extremidad y un sistema de juego más similar que al clásico de Capcom que al mismo "Virtua Fighter". Sega había sido destronada casi tan rápido como lo había su coronación. Pero no se dio por vencida y retó a Namco a una lucha sin cuartel en la que defendía su condición de principal productora de máquinas arcade, mientras que Namco intentaba consolidar la ventajosa situación en la que se había colocado gracias a su primer juego de lucha en 3-D. Las secuelas de ambos títulos no se hicieron esperar y, en esta ocasión, el vencedor no fue tan claro. "Virtua Fighter 2" presentaba un aspecto gráfico que superaba con creces a su antecesor ( e incluso a "Tekken" ), con texturas increíbles y unas mejores animaciones, si cabe. Eso sí, continuaba pecando de pocos luchadores seleccionables (carencia que en la primera parte pasó casi inadvertida debido a lo innovador del conjunto en sí) y a un control que empezaba a parecer un poco lento comparándolo con el de su máximo rival. Con tal panorama, se puede decir que el título de Namco desperdició una ocasión única para confirmar a la saga "Tekken" como la mejor del género. Y es que únicamente introdujo nuevos luchadores y algunos movimientos nuevos, mientras que el engine gráfico era prácticamente igual al que se utilizó en la primera entrega, a pesar de que había sido construida sobre la placa "System 22" y la primera parte sobre la "System 11", mucho menos potente. Claramente "Virtua Fighter 2" era más espectacular visualmente y "Tekken 2" más jugable. Con este empate todo quedaba en el aire hasta la llegada de la tercera entrega. Mientras éstas aparecían, ambas compañías lanzaron juegos menos representativos como "Fighting Vipers" (Sega) o "Soul Blade" (Namco), que no aportaban nada esencialmente nuevo pero contribuían a aumentar la popularidad de ambas productoras.

"Tekken 3", como todos ya debéis saber, se coronó como el número uno en los arcades de lucha tridimensional. Y es que a pesar que continuaba siendo muy parecido a su antecesor e incluso al primer "Tekken", "Virtua Fighter 3" se demoró tanto en salir que cuando lo hizo el último episodio de la saga Tekken ya llevaba tiempo triunfando por doquier. "Virtua Fighter 3", en cambio, y gracias a la poderosísima arquitectura presentada por la placa "Model 3", permitió una vez más a AM2 crear un juego gráficamente increíble, pero que seguía quedando por detrás en el aspecto jugátil. Namco se había proclamado vencedora en un combate de igual a igual contra la todopoderosa Sega. Desde entonces parece que Sega ha dado por perdida su efímera condición de número uno en los arcades de lucha, y Namco, que no se ha dormido en los laureles, intenta superar a su rival en otros géneros, mientras consolida su ventajosa posición en la lucha tridimensional con juegos como "Soul Calibur" o "Tekken Tag Tournament".

En los sistemas de entretenimiento doméstico la lucha ha sido más desigual. Mientras que "Virtua Fighter", "Virtua Fighter Remix" y "Virtua Fighter 2" se hundían con la malograda SegaSaturn, Namco quedó en una posición de privilegio como una de las principales productoras de software para el sistema de Sony, Playstation. Además, ciertas conversiones de Sega han sido criticadas por haberse llevado a cabo con demasiada rapidez, impidiendo a los programadores exprimir el hardware y alcanzar unas cotas de calidad suficientemente elevadas como para, sino igualar, sí acercarse al nivel de la máquina original. Todos tenemos en mente el fiasco que supuso la conversión de "Daytona USA" para Saturn, y algunos opinamos que si se hubieran dedicado más recursos a algunos títulos como el citado, el futuro de la máquina de 32 bits de Sega hubiera sido completamente diferente. En contrapunto, la compañía creadora de títulos tan emblemáticos en la historia de la PSX como "Ridge Racer" o "Ace Combat" convirtió las tres partes de la saga "Tekken", con un éxito total, en gran parte debido a que el parque de Sony siempre ha sido muchísimo mayor que el de Saturns. La situación en la que nos encontramos es ciertamente inédita: por una vez la nueva máquina de Sega es la más aventajada con respecto a sus competidores, por lo menos hasta la aparición de la Dolphin y de la PSX-2. Ahora ambas compañías, Sega y Namco, están en condiciones de revivir sus "duelos" de los recreativos en la Dreamcast. "Soul Calibur" y "Virtua Fighter 3 TB" han protagonizado el primer enfrentamiento de ambas compañías en la nueva máquina de Sega. El vencedor, sin ninguna duda, ha sido "Soul Calibur", considerado ya como parte de la historia de los video-juegos.

Pero no sería justo valorar únicamente a "Virtua Fighter 3 TB" únicamente como el título que compartió soporte con el mejor beat'em'up de la historia. A pesar de no alcanzar la magnificiencia del título de Namco, el último capítulo de la saga de Sega tiene aspectos que, en otro contexto, le habrían conducido, con toda probabilidad, al primer puesto de su género. Los luchadores son espectaculares, al igual que los variados escenarios, y hay muchísimos movimientos que sólo los jugones empedernidos podrán llegar a dominar. Algunos efectos de luz rayan la perfección y el aspecto sonoro, tanto los sonidos FX como las melodías, están muy conseguidas. Como únicos "peros" encontramos la dificultad en el manejo de los personajes.

Y es que conseguir dominar a Akira y compañía se convertirá en una misión imposible para los menos pacientes. Los movimientos tardan un poco en realizarse desde que apretamos el botón correspondiente hasta que nuestro alter-ego electrónico actúa, lo que puede llevar a la exasperación a algunos a las primeras de cambio. En el mundo de Virtua Fighter no vale eso de aporrear todos los botones y esperar a que de esa confusión surja un ataque mortal que acabe con nuestro enemigo. Se podría decir que este juego es más real que cualquiera de la saga Tekken, pero a costa de sacrificar el aspecto que algunos consideran como el más importante de un juego: la jugabilidad. Lo que nos lleva a plantearnos la siguiente pregunta: ¿ha merecido la pena? Los más puristas del género dirán que sí. Y es que por algo se llama Virtua Fighter (luchador virtual). Otros creerán que no, que un juego de lucha que necesita cierto entrenamiento previo no tiene sitio en el catálogo de Dreamcast, máxime cuando hay otras opciones como "Dead or Alive 2" ( de próxima aparición, desarrollado por Tecmo) o el mismísimo "Soul Calibur".

Ciertamente, este "Virtua Fighter 3TB" corre el peligro de pasar desapercibido. Esto tiene una doble lectura: que es una lástima que Sega haya desaprovechado esta oportunidad para crear un auténtico número uno y que el catálogo de éste sistema de 128 bits poco se parece al de la Saturn.

MODOS DE JUEGO

Sólo o con pareja, con un wrestler de 2 metros o con una mujer monumental, en "Virtua Fighter 3TB" no encontrarás ninguna concesión a la hora de convertirnos en campeones.

TEAM BATTLE: Como el propio nombre de este juego indica, en "Virtua Fighter 3TB" podremos participar en un torneo por parejas. Y es que, a diferencia de "Tekken 3", los equipos se limitarán a 2 componentes. Por lo demás este modo es igual a al Normal Mode, exceptuando el combate final.

NORMAL MODE: Eligiendo a uno de los 12 aspirantes al título de campeón de Virtua Fighter, deberemos enfrentarnos al resto en una lucha fraticida en la que todo vale menos perder. ¿De qué me suena ésto?

VS TEAM BATTLE MODE: Si tenemos a algún amigo dispuesto a luchar contra nosotros, utilizando este modo podremos realizar enfrentamientos por parejas.

VS NORMAL MODE: Lucha one vs one en su máximo esplendor. Ideal para humillar a vuestro "amado" vecino, demostrándole los progresos que habéis conseguido.

TRAINING MODE: Modo entrenamiento. Aunque en otros juegos su presencia puede parecer meramente testimonial, en éste se convierte en poco menos que imprescindible dada la dificultad que está presente en todos los niveles. Incluso en modo Easy tendremos problemas para pasar del 5º luchador.

HISTORY: Aquí podremos admirar la evolución que esta legendaria saga a sufrido en cada un de sus episodios. Ideal para nostálgicos y coleccionistas de rarezas.

Este aspecto del juego es bastante irregular. Mientras que encontramos personajes y escenarios francamente espectaculares, como el luchador Lau y el estanco en el que transcurren los combates de Aoi, hay otros, como el sumo Taka o el escenario de Jeffry, que desmerecen totalmente de un soporte como éste. Sin embargo, la impresión que uno tiene cuando ve a este juego en acción es bastante buena, por lo que los buenos detalles se imponen a los que son algo mediocres. Mención aparte merecen algunas transparencias, que gracias al increíble potencial de esta consola se encuentran como pez en el agua.

Las melodías que conforman el repertorio de este GD-ROM son bastante amenas, aunque no son precisamente nada del otro mundo. Se podría decir que cumplen perfectamente su función pero no consiguen alcanzar las cotas de calidad de juegos como "Soul Calibur". En cuanto a los sonidos FX, podemos encontrar voces perfectamente inteligibles con las que los personajes celebran las victorias. Pero, aparte de eso, nada más llama la atención. Un notable bajo bastante justillo.

JUGABILIDAD

Aquí es donde basa su potencial Virtua Fighter. Gracias a sus combinaciones rapidísimas y a sus presas super-reales, esta saga se ha ganado una legión de admiradores que crece por momentos. Y es que, con tan solo con 4 botones, podremos realizar algunos de los combos más demoledores que se han visto en consola alguna.

Lo malo es que los que no estén acostumbrados a esta forma de jugar a un juego de lucha puede que la encuentren demasiado difícil, incluso injugable. Sin embargo, si tienen la suficiente paciencia como para no arrojar el mando al suelo a las primeras de cambio, descubrirán porqué este juego es uno de los títulos más famosos de la historia y porqué supuso toda una revolución en su momento.

A pesar de todo ello su capacidad de entretener no se acerca ni por asomo a la suministrada por "Tekken 3". Y es que Tekken es mucho Tekken...

COMENTARIO FINAL

Si no fuera porque grandes empresas como Capcom o la mismísima Namco están colaborando activamente con esta maravilla tecnológica que responde al nombre de Dreamcast, uno podría pensar que el enésimo proyecto de Sega está destinado a correr la misma suerte que su precursora. Y es que Sega parece no saber diferenciar dos mercados tan opuestos como son el doméstico y el arcade. Mientras que en uno se mantiene como la número uno indiscutible, en el otro a duras penas puede mantener a flote su ya discutido prestigio como productora de juegos de consola de calidad. Y es que, si exceptuamos a "Sonic", ninguno de los juegos creados por esta compañía ha sido considerado un auténtico número uno en soporte doméstico, lo cual es un dato que da que pensar. Esperemos que Sega aprenda de sus errores y que, poco a poco, consiga alcanzar ese puesto preferencial que por tradición y por calidad se merece.