Una aventura de vikingos

Si estáis dispuestos a embarcar en un rápido velero vikingo con el ánimo de cruzar el tempestuoso Mar del Norte, desde Noruega hasta Terranova y más allá, mientras consultáis una enciclopedia multimedia en miniatura sobre el mundo de los gigantes nórdicos, entonces puede que te interese seguir leyendo. O si os interesan las walkirias en top less, claro, claro. ¿Os atrevéis a seguirnos hasta alta mar para escuchar a Mjollnir rugir?
 

Audio/Vídeo:
El juego emplea una ensalada de medios técnicos multimedia con un resultado final bastante aceptable. Dejaremos para más adelante lo que puede decirse sobre el interface de usuario, lo mejor del juego en mi opinión, y nos centraremos ahora en los aspectos meramente visuales y sonoros del juego.
 
 
Para empezar, el juego se mueve a una resolución de 640x480 y millares de colores, para dar ese aspecto de postal que esperamos transcriban los pantallazos que ponemos a vuestra disposición. Sin embargo, al utilizar tecnología de QuickTime, estas fotos están animadas: los personajes del fondo se mueven, y hay sonidos por todas partes. De hecho, puede que sea la primera vez que veo un juego que emplea QuickTime de un modo inteligente y a la vez práctico y sutil.
 
 

Otras patentes empleadas corresponden a Macromedia, que todos vosotros conoceréis u os sonará de algo, por ejemplo, al querer entrar en algún "website" con el último berrido en gráficos y activarse la "actualización del Windows".
Vamos, que el jugador se moverá en unos cuantos escenarios fijos, en los cuales ni se puede mover el ángulo de visión en ningún grado, ni se puede trasladar entre ellos de modo otro que el "salto hiperespacial" de uno al otro. Puede que se use QuickTime, pero esto no se parece ni a Myst [aquí los gráficos de que se parte son digitalizaciones de imágenes reales, tanto de los fondos como de los personajes en movimiento] ni a Riven en absoluto. Ni tan sólo gráficamente.

Por lo que respecta al sonido, cabe decir que las digitalizaciones se han llevado a cabo con la perfección que cabe esperar de un producto bien acabado, y que los diálogos se han traducido perfectamente al castellano. Se echa de menos la posibilidad de emplear subtítulos, tan útil cuando se juega a las tantas de la mañana sin querer perder la poca estima que le queda a uno entre sus vecinos.
Resumiendo: el sector virguerías está bastante bien, aunque algunas veces [salvando la partida en medio de alguna de las secuencias arcade] falle algún elemento. Ocasionalmente. Nada grave.
 

 
Guión:
Eldgrim el chamán nos relata la saga de Hjalmar, mano de hierro. Hjalmar era un vikingo del siglo X que se ve envuelto en una oscura trama por el poder [militar, comercial e incluso espiritual] muy a su pesar, aunque será ayudado en sus entuertos por el susodicho sacerdote, que tiene dotes de clarividencia [a pesar de que es feo de campeonato]. De todos modos, Hjalmar hace bastante lo que le da la gana, para desesperación de Eldgrim.
 
 
Durante el curso de la acción, Hjalmar deberá recaudar tributos y recoger objetos comerciales con los que sufragar los gastos de Eldgrim; tendrá que construirse un barco vikingo, y navegar por las peligrosas aguas del Mar del Norte hasta hallar Islandia; necesitará reconstruir una colonia arrasada y diezmada por tropas enemigas; será juzgado por los nobles islandeses; y finalmente incluso se verá forzado combatir al lado de las fuerzas de Asgard contra los huestes del mal de Sauron... quise decir, de Loki, quien piensa desatar el Ragnarock [el festival de música tradicional eléctrica de verano] como sucede siempre que en una aventura aparece alguien con vestidos de pieles y casco con cuernos de vaca loca.

Para resumir esta área: la historia es pasable, el guión es flojo, pero el interés se aviva por la interacción entre el juego y la enciclopedia, cuya consulta produce placer a un viejo ratón de biblioteca como servidor, con un interés acentuado por los bárbaros y demás gente a medio civilizar.
 

Jugabilidad:
Siempre que realizamos el análisis de la jugabilidad, debemos atacar en una aventura gráfica el problema de cómo se resuelve el interface de usuario, es decir: cómo se comunican las órdenes a nuestro personaje. Normalmente es harto aburrido explicarlo y enojoso leerlo, en el caso de que un lector sea un veterano adicto al género. Pero esta vez, sin que haya nada por si mismo novedoso, vale la pena explicar en detalle este aspecto, dado que, en su conjunto, resulta muy sencillo interactuar con los objetos y los personajes.
 
 
En primer lugar, el puntero del ratón. Normalmente nos muestra el estándar de Windows, aunque al pasarlo por ciertos sitios el programa nos proporcione información: pero al colocarlo en otros, el cursor cambia, pasando por ejemplo a mostrar un ratón con una tecla, o las dos, marcadas. Eso significa que podemos pulsar una tecla [marca incluso si es la izquierda o la derecha] o ambas sobre determinado objeto o personaje; incluso al principio el juego, mediante unos subtítulos, nos recuerda qué acciones desencadena qué tecla del ratón. En otros lugares, el ratón muestra un círculo con una flecha encima, lo cual nos muestra que en ese lugar puede colocarse un objeto. Otros cursores que iremos viendo sirven para hacer zoom o deshacerlo, o para indicar seguir recto o girar.
 

La pantalla puede dividirse en tres zonas: la central, la más grande, es en la que se desarrolla la acción. En la parte inferior aparece el inventario, donde aparecen los objetos que hayamos recogido. Como es un juego que asume conocimientos "WIMP", pueden recogerse personajes para ser "enviados" o "colocados" en otros sitios [en lugar de decirles que se vayan para allá]. Otras cosas que aparecen en la zona inferior es un icono que representa un interrogante [sobre el cual pueden colocarse los objetos recogidos para poder consultar qué dice la enciclopedia sobre ellos... al colocar personajes, dice demasiado] y otro, una llave, nos conduce directamente al "enigma planteado"; para concluir, un pequeño menú aparece al pasar el puntero del ratón por esa zona: menú que nos lleva al menú para grabar partidas, recuperarlas y demás opciones normales, y a la enciclopedia. La parte superior de la pantalla muestra un par de cosas cuando pasamos por allí el puntero del ratón: un pequeño mapa de las localidades o escenarios cercanos que podemos usar para ir a ellas [siempre puede hacerse también desde la zona principal, donde se desarrolla el juego] y el nombre del lugar en que nos hallamos, por si nos hemos perdido.
 
Otros condimentos del interface consisten en las ayudas al jugador que se muestran al pasar el puntero sobre determinados objetos o personajes: si se pasan sobre un vikingo, puede que nos cuente qué está haciendo, y para qué puede interesarnos; si se pasan sobre el mapa, nos dice a dónde conduce... incluso al principio nos recuerda algunos vericuetos del interface, para que no tengamos que mirar el manual.
Dicho todo esto, queda por averiguar si el juego es lineal [cual tranvía cremallera] y si es divertido: pues tiene sus ratos, sin duda. La walkiria en top less provocó la sorpresa de este analista, lo cual casi le hace perder su PC por estar jugando con una mano en el ratón y la otra en el Jack Daniels; por no hablar de las portentosas imágenes de mutilación y muerte al llegar a Islandia. Es decir, que un juego tan educativo no puede recomendarse para niños muy pequeños o a adoradores del body building & piercing [la lanza en el frontal, aparte de fea, dolorosa y peligrosa, es antiestética].

Estrategia y trucos:
No es excesivamente complicado afrontar los retos que los dioses [es decir, los diseñadores del juego] han impuesto a Hjalmar [es decir, los jugadores] para conseguir completar su destino [acabar el dichoso juego]. Baste decir que las ayudas interactivas y los diálogos con los personajes dan pistas más que suficientes para terminar las fases más tradicionales, sin que sea preciso, aunque si aconsejable, consultar la enciclopedia... con la que aprenderéis qué es un "jarl", dicho sea de paso.
Por lo que respecta a las fases arcade, tampoco tienen dificultad alguna. Una guerra de barcos en que vuestra nave podrá cargarse a las otras con bastante facilidad, un juego sobre hielo en que lo importante es no tratar de querer sacar el máximo de puntos en cada jugada [bastando un juego más conservador para ganar] y lo más enredado, una especie de variante de las damas...

También puedes pasarte por El Club de la Aventura y repasar la solución.
 

Comparándolo con...:
Recientemente pude analizar un juego harto parecido: Egipto 2. En realidad, visualmente ambos juegos no se parecen en nada, pero sí en el fondo: una aventura con enciclopedia incorporada y transfondo histórico. Si tuviera que recomendar una de las dos, con los ojos cerrados diría que esta gana por goleada. Es mucho mejor, más divertida, menos timorata... y al menos hay un top less... ¡qué... carajo! 

Top less aparte, el interface es portentoso, los gráficos excelentes y la enciclopedia es divertida, fácil de usar y educativa.  
 

Manual:
Un pequeño manual aporta una guía al interface [sobra, el interface está diseñado a la perfección] y cómo usar el software; un pequeño glosario de términos vikingos [que están también, mucho mejor explicados, en la enciclopedia]; una pequeña guía para resolver los dos primeros "enigmas" y la habitual advertencia sobre la epilepsia, de todos los jugones conocida.

Equipo necesario:
Pentium 133, 16MB RAM, Tarjeta de vídeo con posibilidad de ofrecer miles de colores a 640x480, Tarjeta de sonido 16 bits, CD ROM x4, Windows 9x
Configuración mínima para Mac:
PowerPC, 12MB RAM libres para la aplicación, Tarjeta de vídeo de miles de colores, Lector CD x4, System 7

Apenas ocupa 24MB en el disco duro.
 
El juego fue testeado en un Athlon 600 con 128MB de RAM, una Voodoo 3, Windows 98, QuickTime 4 y DirectX 7, funcionando en este sistema con una cierta perfección. Hay que hacer dos salvedades:
Las partidas salvadas durante la batalla naval dieron errores al ser recuperadas.