Puzles pasados por agua

Item: Vessel
Rating: 9

Puede que sea por la tremenda explosión de títulos independientes, sumada a la ya de por sí extensa gama de ofertas tradicionales, pero parece que cada vez se hace más complicado encontrar un título completamente original. Al final, sin ánimo de ofender a nadie, todo nos termina sonando a algo. Comenzamos las descripciones con: Se parece a "tal-otro-juego", pero con "dragones", o "robots", o "pigmeos voladores". Y vaya que si nos hacemos entender. Pero, en ocasiones, llegan títulos como el que hoy analizamos y nos quedamos sin comparaciones para empezar el texto. Sin una frase con la que resumirnos, os presentamos Vessel.

Actualizado a 24 de abril de 2012 07:42 CEST

A simple vista, está claro que Vessel es un juego de puzles. Con esta misma visión simplificada, podemos llegar a la conclusión de que Vessel es un título de plataformas. A pesar de ello, la mecánica del título de Strange Loop Games nos engaña, en el buen sentido de la palabra. Puede que el mayor logro del juego sea el de dejar que nos confiemos, que pensemos que nos encontramos ante algo por lo que ya hemos pasado, y después introducirnos de lleno en las enormes diferencias entre este título y sus semejantes más cercanos. Porque de la combinación de los dos géneros citados, plataformas y puzles, no obtenemos el típico y esperado resultado, sino algo mayor. Nos hallamos ante un producto muy original y magníficamente ejecutado, sobre el que vale la pena posar la mirada y dejarse llevar.

El argumento del juego es, de por sí, inusual. Se nos muestra mediante una serie de fotografías y recortes de periódico, sin texto adicional ni narración. Queda en nuestras manos la tarea de asumir el concepto, saber de lo que estamos hablando y entender nuestra labor dentro de la partida. A resumidas cuentas, lo que la historia viene a decirnos es que un tal M. Arkwright, inventor de profesión, ha realizado un descubrimiento capaz de cambiar el rumbo de la humanidad. Se trata de los Fluro, unos autómatas de forma acuosa que podrían ser capaces de desempeñar todo tipo de tareas y trabajos. Simplemente hay que colocar un preparado líquido en las turbinas generadoras para que el fluido se transforme en una de estas criaturas. Trabajadores duros, eficientes y prácticamente gratuitos para toda la humanidad.

Nosotros tomamos el control de Arkwright, justo en el instante de despertar tras un breve periodo de inconsciencia. Los Fluros han empezado a actuar de forma extraña, provocando numerosos problemas en muchos de los emplazamientos que han comenzando a emplear a estos seres. Nos ponemos manos a la obra cuando uno de los más traviesos nos deja encerrados en nuestro laboratorio, así que nuestra primera obligación es la más evidente de todas: salir del sanctasantórum científico para prestar nuestra ayuda en los sitios problemáticos. Sobra decir que nuestro laboratorio no es una simple sala con una mesa repleta de mezclas y varios engendros mecánicos, si no una completa fábrica preparada para generar Fluros en cantidades industriales. Y aquí es donde comienzan los problemas.

Porque, en un principio, nos puede parecer que Arkwright se sobra y se basta para poner pies en polvorosa y salir al exterior, pero nada más lejos de la realidad. Las fases de Vessel se componen de un entramado laberíntico en el que es necesario activar interruptores, pisar plataformas y hacer girar todo tipo de ruedas. Bueno, esto tampoco nos va a suponer un problema excesivamente grande, así que empezamos a correr, saltar, retroceder para abrir una puerta y subir hasta alcanzar el mando de la siguiente. Todo parece ir sobre control... Esperad. Un momento. ¿Cómo narices se supone que voy a activar el siguiente interruptor? ¡Está justo detrás de la puerta que estoy intentando abrir ahora mismo! Tranquilidad, despejemos nuestra mente y liberemos las ganas de apagar el juego y ver la televisión un rato.

¿Acaso no habíamos inventado algo? Pues sí, los Fluros serán nuestros aliados durante la mayor parte del juego, activando y desactivando todo tipo de elementos que no se encuentran a nuestra alcance, o ayudándonos en los momentos en los que sería necesario tener mil manos con movilidad completa. Simplemente tenemos que conseguir que se muevan hacia el lugar indicado. Por suerte para nosotros, que no por casualidad porque se trata de una invención nuestra, los bichitos acuosos sienten especial curiosidad por cualquier elemento que emita luz y/o pueda ser pulsado. Así, cual polillas, los Fluros tratarán de moverse hacia cualquier lámpara o plataforma que pueda ser activada. Sabiendo esto, ya tenemos la mitad de la solución para todos nuestros problemas, presentes y venideros.

El siguiente aspecto de importancia en Vessel es la dinámica de fluidos, y no solamente porque los Fluros estén compuestos por agua. La mayoría de los escenarios contarán con alguna fuente, tubería o manguera, dispuesta de manera que podamos utilizarla para distintos fines. Algunos elementos, como tanques o cubas, solamente pueden activarse si es encuentran llenos. En otros casos, el contenido de los mismos tiene que vaciarse para provocar la activación de otros objetos de la fase. Sea como sea, es interesante entender como se comportan los fluidos en la pantalla, y en este sentido Vessel ha hecho un buen trabajo de simulación. Queda patente desde el primer momento en el que tomamos contacto con el líquido elemento, y basta con observar las consecuencias de interponer otros objetos.

Este hecho debe ser utilizado a nuestro favor para resolver algunos de los puzles. Colocar objetos para que el fluir se interrumpa y se desvíe hacia nuestro objetivo, o permitir que arrastre elementos hacia el lugar indicado. Hasta la más mínima gota tiene un comportamiento adecuado, respecto a las leyes físicas, lo que nos invita a inventar originales formas de resolver los puzles. Además, poco a poco iremos descubriendo nuevas formas de aprovechar toda la tecnología de los fluidos y los Fluros. Las Semillas, por ejemplo, permiten crear un Fluro a partir de cualquier líquido con el que entren en contacto, creando una fuerza capaz de atraer los líquidos cercanos hasta completar el proceso. O el dispositivo de bombeo, que nos permite extraer cualquier líquido para después ubicarlo allí donde necesitemos.

Aunque contado pueda parecer más complicado de lo que realmente es, Vessel se traduce en un título muy accesible y relativamente fácil de dominar. Teniendo en cuenta los pocos aspectos clave que hemos citado, simplemente tendremos que dejarnos la mollera en determinar la mejor aproximación a cada reto, lo que en ocasiones puede suponer unos pocos ensayos al viejo estilo "prueba-y-error". El título de Strange Loop Games nos ofrece unas 10 horas de entretenimiento, durante las que se suceden las sorpresas respecto a los posibles usos de los Fluros y la tecnología desarrollada por M. Arkwright. Una duración muy similar a la de muchos otros títulos independientes, que seguramente se nos antojará breve. Esperemos que sus desarrolladores prevean algunas ampliaciones en el futuro.

La estética del juego también es digna de reseña, con un maravilloso estilo "Steampunk" repleto de detalles en cada escenario. A su vez los gráficos, tridimensionales sobre un entorno en 2D, se nutren de las animaciones previstas para cada ente del juego, tanto del protagonista como para los autómatas líquidos. Mención aparte merece su trabajo en lo que al sonido respecta, más en el hilo musical que en los efectos. Su banda sonora es obra del londinense Jon Hopkins, que ha colaborado con grupos y artistas como Coldplay, Brian Eno o David Holmes, y se adapta dinámicamente a los eventos del juego. El resulto es un conjunto técnico, y siempre teniendo en cuenta que hablamos de un grupo de desarrollo formado por 4 personas, francamente notable en todos sus aspectos.

Excelente

Un título referente en su género, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutarás de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en clásico con el paso de los años. Cómpralo sin pestañear.