Invierno en las pistas de esqu

Estamos ante una avalancha de títulos catalogados como "de construcción", lo que los americanos denominan Tycoon. Lo cierto es que desde que apareció Sim City en el mercado, hace ya bastantes años, y sentó las bases de este género, han surgido multitud de clones, la mayoría de los cuales tan "discretos", que ya apenas nadie los recuerda.

El caso es que, incluso así, siguen y siguen apareciendo títulos que como máximo logran acaparar nuestra atención por unas pocas horas, pasando luego a la mejor vida de la estantería. Es un género de muchos seguidores, y por eso mismo, es un género de usuarios exigentes.

De nuevo Microids aporta su granito de arena a este saturado mercado, con una concepción hasta ahora inédita en los videojuegos (hasta donde uno modestamente puede recordar). Una estación de esquí sirve para dejar volar la imaginación construyendo pistas, casas y tiendas de todo tipo. Desde luego, se aparta bastante de lo visto hasta ahora (montañas rusas, ciudades, parques,...) pero tampoco es el súmum de las ideas brillantes.

Tras instalar el juego, viene el primer detalle. Mientras configuras el equipo (pocas opciones, la verdad, una triste pantalla de selección de modo de juego, sin ni siquiera poder cambiar el sonido o los gráficos) para iniciar una partida, de fondo hay un anticipo de lo que te vas a encontrar dentro. Uno de los escenarios, totalmente animado con sus esquiadores y sus telesillas, va pasando delante de nuestros ojos. El juego parece divertido, probemos el primer modo, el tutorial...

Después de pasar el tutorial completo, viene la primera pregunta. Fue divertido, pero ¿sólo hay esto? En cada partida dispongo de un punto inicial (las puertas del parque) desde donde comenzaré a crear. Un telearrastre, un telesilla que me lleve al inicio de una pista, en algún lugar escarpado, caminos, pistas de variada dificultad. Asignar unos pocos recursos humanos al mantenimiento de las pistas (se hace de forma automática, sólo hay que subir o bajar el número) y al final de todo le das al botón de apertura y "¡tachán!", aparecen los primeros esquiadores.

Es cierto que hay variedad de tiendas, que el editor de pistas está bastante bien, y que el hecho de poder construir apartamentos o chalets dentro del parque (para alquilarlos a los visitantes) aporta algún extra, pero se echan en falta algunas cosas. Pero vayamos por partes.

Como ya dije anteriormente, lo fundamental de una estación de esquí son sus pistas, y la forma de acceder a ellas. Desde un punto cualquiera de la montaña puedes comenzar a trazar una, una vez lo hayas hecho, colocas un telesilla en los dos extremos, y ya es accesible. Para que la gente pueda entrar en el parque, basta con una oficina del turista (donde se supone dan los consabidos forfait) y prácticamente ya se podría abrir el parque.

Cuentas con las típicas mejoras y acondicionamientos, tales como tiendas, casitas, bloques pequeños de apartamentos, refugios para médicos, y algunos centros de ocio destinados a hacer más atractiva la estación a los usuarios. Lo malo es que su evolución a lo largo del juego es nula, no hay elementos inaccesibles en un principio, que dependan de ciertos logros para poder ser construidos. Sí que hay mejoras en algunas construcciones, hoteles de lujo, restaurantes caros, pero con la misma función que las versiones "baratas".

El resto es ir haciendo, poco a poco. No se trata de que cuente cómo se ha de jugar, eso debes descubrirlo a través de la prueba y ensayo, y nunca mejor dicho, porque si bien el tutorial es estupendo para iniciarse en el tema (¿alguien tiene idea de qué hay que construir primero en un parque así?), no explica otras cosas básicas. ¿Y qué mejor explicación que un buen ejemplo?

Imagina que estás una hora diseñando la pista de esquí. Con sus curvas, ajustando la dificultad al máximo para que no sea demasiado complicada como para que nadie jamás se atreva ni a probarla, montas un par de telearrastres o un telesilla de gran recorrido, hasta la cota más alta, y la abres al público. Facilitas el acceso con una pista pequeña, desde la puerta de entrada hasta la primera cabina del telesilla o telearrastre, para que al final, los "impresentables" de los visitantes (dicho con todo el respeto) se vean incapaces de seguir el camino que les has trazado y retrocedan, y todo porque no hay manera de hacer coincidir el final de una senda con el sprite que representa el mecanismo de subida.

Es un fallo grave, porque los esquiadores no caminan sobre la nieve virgen, y si no cuadras bien las conexiones puedes construir caminos muertos y dejar inservible una instalación recién construida, con el gasto inútil que eso supone. Pero es un mal menor una vez se le coge el tranquillo al editor, y que quizá se podría haber solucionado fácilmente.

Audio y vídeo

Existe una mezcla de sprites con orografía generada en tres dimensiones. La parte de la recreación de los accidentes naturales está bastante bien, sin ser una maravilla. Varios niveles de zoom y rotación de cámara, lástima que ambos son "a saltitos", y no enteramente libres, esta vez la culpa es de los elementos que pueblan el escenario, que son sprites de los de toda la vida. Gracias a esto, el juego funciona muy bien en un equipo modesto.

En los niveles más grandes del zoom, las casas se pixelan en exceso, a veces tendrás que hacer uso de este zoom, para construir pistas, que dicho sea de paso, permiten activar un bonito efecto "grid", o lo que es lo mismo, cuadricular toda la nieve para ver con más detalle el desnivel del terreno, y poder hacer pistas donde la gente se parta la crisma.

En cuanto a la música, es bueno o muy bueno la primera media hora, pero como toda gran pieza musical, a medida que la vas escuchando, una y otra vez, comienzas a odiarla, hasta que o bajas los altavoces o pierdes los nervios. Los efectos de sonido en cambio, son escasos pero graciosos, lástima que no haya opción para desactivar sólo la música.

En definitiva, simplemente correcto, sin muchos alardes, y un scroll del horizonte bastante regular.

Guión

Eres el director de una estación de esquí por construir. En todos los escenarios y modos de juego comienzas con un puñado de dólares para construir lo que te venga en gana, y con vistas a que se convierta en un negocio rentable. ¡Vamos! ¿Todavía no sabes de qué van los juegos de este estilo? El argumento no es su punto fuerte...

Jugabilidad

Sin embargo, le falta tensión. Las primeras partidas que juguemos en el modo "historia" son fáciles puesto que nos sobra el dinero y los objetivos son bajos. Sin embargo, a medida que avanzas, no te da la sensación de otros juegos donde comienzas a verte sobrepasado por momentos, debido al crecimiento de la estación. ¿Que llegan más visitantes? Les ponemos más chalecitos y a correr. ¿Que se llenan las colas de los arrastres? Ampliamos el recorrido de la pista y andando (sucio truco que a veces funciona). ¿Que los clientes no están del todo satisfechos? Colocamos un parque de ocio para sus hijos y volvemos a los números verdes.

El apartado de construcción de pistas es divertido. Debes emplazar el telesilla en ambos extremos, y luego puedes crear una tan difícil como quieras. El programa la va catalogando según los consabidos códigos de color que indican la peligrosidad de la pista (mayormente verde, azul, rojo y negro). Si te pasas en la dificultad mucha gente no se atreverá a probarla, tus centros de asistencia estarán repletos y tus arcas en peligro de extinción.

Sin embargo, el trazado se establece de forma bastante rígida, pincha aquí, luego allí y el programa traza la recta entre los dos puntos. No puedes controlar una curva, ni su radio de giro, y a veces, si hay demasiado desnivel, simplemente no te deja trazar la línea. Hubiera sido muy interesante que al entrar en el editor de pistas el motor fuera enteramente en 3D, sólo con la nieve, olvidando el resto de recursos, y con la montaña más detallada, sería todo un placer construir casi cada palmo, y luego ver a la gente deslizarse, pero lamentablemente no ha sido así.

En definitiva, el juego da la sensación de que se queda a las puertas, no ya de entrar entre los grandes, sino de aquellos juegos de notable. A diferencia de otros juegos aparecidos no hace mucho, al menos este tiene algunos detalles que lo salvan de la quema, pero el hecho de no haber sabido sacar mejor partido de ellos le obligan a quedarse por debajo del notable, nota que indica que la compra puede valer la pena.

La sensación de Ski Park Manager es que le falta chispa y carisma para entrar a formar parte de los juegos notables (de 7 en adelante), y por supuesto, además le falta variedad y más autogestión y posibilidades de expansión para ser sobresaliente. El juego vale la pena para construir pistas en las diferentes montañas, y poco más. Es poco bagaje para un género donde debes ser medianamente bueno para tener cierto éxito. Honestamente, sólo puedo recomendar que pruebes la demo antes de comprártelo.

Estrategia y trucos

Comparándolo con...

Los buenos aficionados seguimos esperando a la ansiada perla, Sim City 4, que en cualquiera de sus anteriores versiones (sí, cualquiera) gana por goleada a este título. Mientras tanto, no me atrevo a recomendar ninguno de los actuales juegos por encima de este, o viceversa, porque ninguno es apto para "expertos" en la materia. Más bien jugadores casuales, sin grandes pretensiones, que les pique la curiosidad de las montañas nevadas, porque aquí no hay más que unas pocas horas de juego.

Lo que está bien

Lo que no está tan bien

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Enlaces

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Requisitos del sistema

Equipo necesario

Pentium II 350, Tarjeta gráfica 3D, 64Mb de RAM, Tarjeta de sonido compatible 100% con DirectSound, Lector de CD-ROM 8x, Windows 98 o superior, Ratón y teclado 100% compatible con Microsoft, DirectX 8.1 (incluido en el CD), 300 MB de disco duro.

Equipo de pruebas

AMD K6-2 400, Vodoo Banshee 16 MB, 192 MB RAM, Sound Blaster Live, Windows 98 SE / Windows 2000.

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