Lucha callejera

La situación que ha vivido Urban Reign fuera de nuestro país -donde está disponible desde hace varios meses- es algo contradictoria. Por un lado permaneció un buen número de semanas como el más vendido en las tiendas japonesas mientras por otro le llovían críticas bastante ácidas por parte de la prensa, especialmente en USA. Lo cierto es que después de probarlo a fondo el título de Namco se queda en un punto medio, discreto, dentro del género. No acaba de ofrecer todo lo que hubiera podido dar de sí si se hubiera trabajado un poco más.

Los acontecimientos nos llevarán a tener que cumplir un buen abanico de objetivos, aunque todos los realizaremos mediante el uso de nuestros puños. La trama girará en torno a Brad en todo momento, situándolo como espectador en un primer momento y posteriormente como desencadenante de otros hechos. No faltarán las intrigas políticas y los giros argumentales que, pese a no ser demasiado sorprendentes, cumplirán su función y nos harán seguir los sucesos con interés.

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Los modelados de los personajes son uno de los puntos más destacables por su gran tamaño y detalle. Tanto las ropas como los rasgos físicos están a buen nivel, siendo las texturas lo único que desentona en algún momento, algo endémico en PS2. La animación facial es muy completa y representa fielmente el estado de ánimo de los luchadores. Esto se puede comprobar con la gran cantidad de secuencias de video generadas por el motor del juego de las que se hace uso.

Si hablamos de la animación hay que decir que la captura de movimientos que se ha realizado es fantástica y muy precisa. Se ha representado a la perfección una gran variedad de estilos de combate, con golpes característicos y los movimientos acordes con ellos. Por si fuera poco, cada personaje estará versado en un estilo de lucha diferente, lo que dota al catálogo de golpes de gran cantidad de ataques distintos.

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El motor de Urban Reign es solvente en todo momento, y no pasa ningún apuro para representar los combates. No hemos apreciado bajadas alarmantes en el framerate, aunque se nota una cierta ralentización al expandir la vista cuando hay varios combates en zonas muy lejanas de la pantalla. Esto solo nos ocurrirá en el modo multijugador, donde se trata de representar toda la acción. Cuando jugamos solos o con un compañero controlado por la IA, la cámara se centrará en todo momento en el personaje que estemos controlando.

Por otra parte, los efectos sonoros si que ofrecen una mayor variedad, con voces distintas para cada personaje, así como un narrador que nos explicará los acontecimientos entre cada misión. Los golpes están perfectamente representados y los sonidos aportan mucho realismo a los combates. De la misma forma, las roturas de elementos del escenario vienen acompañadas también de sus correspondientes sonidos característicos. Se nota que este apartado se ha trabajado más concienzudamente que el musical, obteniendo desde luego unos resultados mucho mejores que en el caso anterior. Por cierto, las voces están en inglés con subtítulos en castellano.

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La acción está basada en los ataques y los contraataques, así como en los ataques especiales. Cuando realizamos un ataque básico, este puede ser esquivado o desviado. Si es desviado, quedaremos en una posición muy desfavorable, desde la que el enemigo puede ejecutar un ataque o presa contra nosotros. Lo interesante es que si realiza cualquiera de las acciones y somos lo suficientemente hábiles para contraatacar a tiempo, puede que consigamos que su agarre se vuelva contra él o que su ataque le deje expuesto frente a nosotros.

Afortunadamente, durante todo el modo historia se nos irá introduciendo en los conceptos del combate, desde los movimientos especiales -ASP- hasta el combate con armas. En todo momento se nos explicará como realizar estos movimientos al inicio de cada misión, lo que facilitará el aprendizaje en los comienzos. Por si fuera poco contamos con un modo tutorial que nos explicará todo lo que es posible realizar mediante un completo índice de temas.  Además existe un modo de práctica libre donde podremos establecer todos los parámetros del entrenamiento y pelear sin un fin determinado hasta que deseemos parar.

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Uno de los conceptos más interesantes de los que hace gala es el de daño zonal, que nos permitirá castigar el torso, las piernas o la cabeza de los enemigos. Brad irá acumulando puntos durante el avance en el juego, que podremos invertir tanto en  mejorar sus características de ataque como de defensa o su resistencia en las diferentes zonas del cuerpo. Cuando una zona resulte dañada, el daño que reciba se multiplicará haciendo que se convierta en un punto vulnerable. Habrá que aprovechar este factor, así como la ayuda de nuestro compañero en caso de tenerlo, para acabar con las peleas por la vía rápida.

Desafortunadamente, nuestros compañeros del modo historia no gozarán de una IA muy desarrollada y nos servirán de más bien poco. En caso de que veamos que nuestro compañero está recibiendo un gran castigo, siempre podremos intercambiarnos y pasar a manejar al otro personaje. Del mismo modo, existe la posibilidad de dar órdenes a los compañeros, tales como pedir que ataque al mismo objetivo que tenemos fijado o que en cuando pueda realice un golpe doble en combinación con nosotros. Estas maniobras junto a los movimientos especiales y las combinaciones de golpes y agarres serán los movimientos más espectaculares dentro del ya impresionante repertorio de acciones disponibles.

El principal problema de Urban Reign es la monotonía a la que nos enfrentaremos tras un numero relativamente corto de partidas. Completar todo el juego requiere poco tiempo de juego pero bastante tiempo real, lo que sumado a la reiteratividad de los objetivos hace que se resienta la jugabilidad. Los objetivos en las misiones son muy escasos y se resumen en vencer a todo el mundo, proteger a nuestro compañero, castigar una zona del cuerpo concreta del enemigo o sobrevivir una cantidad determinada de tiempo. 

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