Juega a ser un bromista

28 de diciembre sólo puede ser una vez al año, así que si te gusta gastar bromas, o bien te armas de paciencia y esperas tranquilamente a que llegue esta fecha, o bien te haces con este juego y "linchas" al pesado de tu vecino a base de pesadas bromas de mal gusto. Nunca antes has visto algo así en tu PC, si tienes madera de gamberro no lo dudes y dale caña.

Gastar bromas no es un tema que aparentemente dé para hacer un juego. Sin embargo, en JoWood, padres de algunos juegos muy interesantes como SpellForce, Aquanox, Gothic o Transport Giants, han ideado un programa que permite "trastear" con el vecino del quinto,  y para colmo de males funciona en un PC poco potente. Si te ponen un escenario con hasta tres pisos (la casa del pobre vecino), armarios y electrodomésticos que esconden las más demoníacas armas de destrucción masiva (leche, huevos, un rotulador y hasta.... ¡una pastilla de jabón!), pensarás que sus programadores son unos depravados por obligarte a disfrutar haciendo perrerías a un viejo sesentón que tiene pinta de merecer todas y cada una de las maquiavélicas jugarretas que debemos llevar a cabo para ganar.

En realidad, lo único que tienes que hacer para pasar pantalla es llevar a cabo una serie de estúpidas bromas, como llenar el suelo de jabón, meter un huevo en un microondas, pintar el retrato de la tía Felisa para que le crezca bigote y barba, embozar el lavabo y esquivar las mascotas del vecino para que no te delaten. Puede sonar a hueco, y la verdad es que el juego es simple como él sólo, tiene menos complejidad que toser de frente, y aun así, podría llegar a mantenerte sentado durante al menos dos horas tratando de humillar al pobre incauto vecino (del que nunca sabremos por qué es pasto de nuestra locura) hasta que demos con el combo que permite el 100% de un escenario.

Gráficos y sonido

Un juego de esta generación que maneja gráficos en 2D, para muchos, es un atraso. Lo es porque ni siquiera presenta un triste scroll trabajado. La acción transcurre en un edificio, la casa del vecino, que tiene hasta tres habitaciones por planta, y tres plantas en total. La cámara está de frente, se posiciona según movamos el ratón, y enfoca la acción a nuestro gusto. Todas las habitaciones de la casa, los electrodomésticos, armarios, camas, duchas y hasta lo que no puedo nombrar están hechos recordando a los viejos muñequitos de plastilina que aparecieron en muchas series de dibujos animados.

Olvida rotar una cámara, el personaje gana o pierde profundidad sobre el suelo en dos dimensiones, y sólo puede andar o moverse muy suavemente. Al ser un recinto cerrado, apenas hay variedad en el escenario, al principio algunas puertas están cerradas y sólo podremos entrar o ver lo que hay en ellas una vez hayamos pasado las primeras misiones.

En su conjunto, da el pego de imagen tradicional. Las "figuritas de arcilla" están bien animadas, pero tenemos sólo al vecino y al bromista, dos únicos personajes, más un par de mascotas y un decorado inanimado, un bagaje muy pobre para un título sin pretensiones y sin afán de ser el mejor en nada. En definitiva, un resultado casi mediocre, muy bueno si habláramos de hace cinco años, pero totalmente desfasado hoy día.

El juego está totalmente en castellano. Textos, voces y manual han sido doblados y/o traducidos a nuestro idioma común, lo cual no deja de ser paradójico. Un juego de segunda recibe todos los honores, mientras que las producciones grandes se quedan en inglés. Evidentemente, aquí hay cuatro textos y dos voces, los protagonistras no hablan, sino que gruñen o gimen, un lenguaje universal que no necesita traducción. Al menos los textos de pantalla son claros y concisos.

Guión

Un canal de televisión organiza un show en el que un joven salvacomunidades de vecinos se quiere vengar de un inquilino ruidoso, y para ello se cuela en su casa y le hace la vida imposible. Las cámaras lo graban todo, el público sigue el evento en directo, y premiará al joven si lo hace todo bien, suspirará cuando esté a punto de ser descubierto, reirá con sus bromas o llorará cuando le den una paliza por entrometido. ¿Habías visto jamás un guión tan absurdo?

Jugabilidad

En realidad, "Un vecino infernal" no tiene precedentes, y sería muy difícil tratar de encuadrarlo en algún género cercano. Si se me permite, tiene toques de estrategia, o más bien de estrategia sigilosa tipo Head Hunter, aunque mucho menos frenética. En todos los escenarios disponemos de hasta seis minutos para realizar un total de hasta nueve bromas. Nuestra misión consiste en recorrer la casa recogiendo objetos "bromeables" y preparando trampas en lugares insospechados, al tiempo que huimos de los ojos de nuestro vecino y del olfato de sus mascotas.

Las bromas son las de siempre, desde poner bigotes a un retrato hasta embozar el retrete, pasando por cambiar el champú por betún, reemplazar una pelota por una bola maciza, hacer explotar huevos o borrar la pintura de un cuadro. Y todo ello para hacer sufrir a nuestro vecino, al que se le supone una mala persona que acabará dando verdadera lástima. La gracia del juego está en que, además de conseguir realizar las bromas, se obtiene un plus si efectuamos "combos", es decir, secuencias completas de varias bromas una detrás de otra, y que hacen que el vecino se doble de dolor o se irrite y grite como un loco.

Es el único aliciente del juego, sólo se puede conseguir el 100% de cada escenario de esta manera, y sólo si pasamos de entre el 75% o el 85%, dependiendo del escenario, podremos continuar en la siguiente temporada. Sin embargo, es tan fácil conseguirlo que en apenas media hora, y después de haber observado la rutina de nuestro vecino (ahora voy al baño, ahora me como una tarta, ahora voy a la tele, vuelvo al baño, vuelvo a la tarta, vuelvo a la tele...) tendremos en nuestras manos otro escenario de los 14 que hay en total, y por esto mismo se nos hará demasiado corto, incluso para un juego de precio reducido.

Estrategia y trucos

Cuando te quedes atascado en una misión (lo dudo), observa cuidadosamente la rutina que sigue el vecino. Cuando se abren nuevas habitaciones, tiende a recorrer algunos de los emplazamientos, y por tanto es necesario esconderse debajo de la cama o en el armario. Es mejor que durante estos momentos hagas acopio de todos los objetos posibles y estudies bien la manera de encadenar bromas. Piensa que es posible acumular hasta tres inocentadas juntas en lugares como el cuarto de baño o la cocina, zonas que por otro lado visita con bastante frecuencia, y a las que tiende a huir cuando algo le sienta mal o recibe un fuerte golpe.

No es imprescindible acabar con un 100% una misión, pero si lo haces te recompensarán con una estatuilla de oro que hace juego con la mesa de tu ordenador.

Comparándolo con...

No existe en la actualidad un juego similar. Ahora mismo me vienen a la cabeza cartuchos de la era 16 bits, como "Zombie ate my neightbours" o "Splatter House", que mezclaban la acción con el humor, o también algunos como el Moonwalker, que provocaban alguna que otra sonrisa aunque esta vez por lo malo que era. Alguno de pinball o el genial Comix Zone, pero realmente ninguno comparte la temática de este "Vecino infernal".

Lo que está bien

Lo que no está tan bien

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