En el buen camino...

De este modo llega UEFA Champions League 2004-2005, cuando aún no ha pasado ni medio año desde que la última edición de FIFA fuera comercializada. Está claro que la moda de sacar un videojuego de fútbol por temporada está más que asumida, pero ésta vez parece que hay muy poco tiempo entre un juego y otro. Por lo menos para que la diferencia sea tan grande como para que merezca otro desembolso de 60 euros en dicho juego.

A pesar de todo, tengo que reconocer que Champions League 2004-2005 aporta más de lo que esperaba en un principio, sobre todo en el terreno de la jugabilidad a ras de césped. Los buenos aficionados al género recordarán el buen papel que hizo FIFA 2005, un juego que resultó un salto cualitativo y cuantitativo en la dilatada saga futbolística, y que según la opinión generalizada, apretó las tuercas del simulador de Konami, Pro Evolution Soccer 4 aunque éste siguiera siendo superior.

Por tanto, y teniendo en cuenta que la base del juego que hoy analizamos es la de FIFA 2005, tenemos asegurado un mínimo de calidad que se sitúa a años luz de los anteriores juegos basados en la Champions League, lanzados hace unos años a cargo de Silicon Dreams y que pasaron con más pena que gloria.

Así pues, el modelado de los estadios y de todos sus componentes, tanto público -en 2 dimensiones pero muy bien disimulado- como el césped -ejemplar en el uso de las texturas y la iluminación de las mismas- y demás elementos rayan a gran altura. Más de lo mismo podemos decir para el modelado de los jugadores, cuyo parecido físico con las figuras futbolísticas de verdad es ejemplar, aunque se sigue adoleciendo del mismo defecto que en FIFA 2005: todos parecen proporcionados de igual manera, dando la sensación de que todos pesan lo mismo y miden casi la misma altura. Me sigue llamando la atención el gran trabajo realizado con las equipaciones de cada club, y el contraste con el bajo detalle que ofrecen las texturas de las camisetas, independientes de la resolución de pantalla. Estropea un poco el conjunto gráfico.

La animación de los jugadores sigue siendo notable en cuanto a variedad y ritmo de ejecución, sobre todo en lo que respecta a los porteros. Merece la pena ver una y otra vez las paradas a mano cambiada, porque es de lo más espectacular que pueda verse en un juego de fútbol.

UEFA Champions League (Xbox)

Por otro lado, también podemos notar alguna animación nueva a la hora de regatear al contrario vía Freestyle; la transición que se produce al enlazar una animación con otra es bastante realista, pero falla en determinados momentos donde se produce el clásico 'salto de frames', un defecto que los juegos de EA Sports arrastran desde hace tiempo y que sigue dejando la sensación general de que se está ante un buen juego, pero que si se mejoraran ciertos detalles podría ser todo un pelotazo.

Lo que me parece inexplicable son dos novedades contraproducentes en este Champions: por un lado, se añaden dos bandas negras en la pantalla -una en la parte superior y otra en la inferior- donde se colocan los distintos marcadores del juego, restando buena parte de la visibilidad -casi un 25%- que se puede ofrecer en pantalla. Por otro lado se ha obviado la inclusión del radar, quizá como consecuencia de dichas bandas negras. Esto hace que muchas veces no sepamos si podemos hacer un cambio de juego a la otra banda, y que no nos enteremos si nuestro delantero está desmarcado para pegar el balonazo desde la defensa.

Por suerte, la gestión de cámaras sigue siendo tan buena como en FIFA, y la cámara por defecto (TV) ofrece una inmejorable vista para seguir el desarrollo del partido. Además, es capaz de adaptarse a situaciones como los saques de esquina, girando y alejándose un poco más para poder distinguir todo lo que pase en el área.

En esta ocasión, el turno le ha tocado a los disparos a puerta, gran asignatura pendiente de los FIFA. Esta vez la cosa será distinta, así que olvidemos por un momento aquellos cañonazos que una y otra vez ejecutaban nuestros delanteros, sin importar cuánto pulsáramos el botón de disparo. Ahora entran en juego varios factores: colocación del jugador, que la pelota esté en movimiento o parada, y el tiempo de pulsación del disparo. Se supone que antes también era así, pero casi siempre salía el mismo zambombazo.

La física de los pases altos y rasos viene directamente heredada de su predecesor, resultando bastante convincente en líneas generales. El balón se resiente de las irregularidades del césped si va raso, y parece tener el peso adecuado cuando lo bombeamos. Lo que no me acaba de convencer son los centros al área; siempre van con rosca y a veces pueden ser catalogados como 'teledirigidos'. De todos modos, el desplazamiento del esférico merece un notable alto.

En esta ocasión los discos licenciados incluidos son bastante menos comerciales que en otros juegos deportivos de la compañía, pero la mayoría de ellos dan la talla. En cuanto a estilos, podemos apreciar una fusión atípica, con hip hop, jazz, acid house, pop rock, break beat, chill out, acústicos y electrónica, aunque quizás se echa de menos la participación de Paul Oakenfold con alguna de sus últimas remezclas.

Se ha incluído una opción Jukebox para escuchar estos temas de una forma más meditada y no sólo como acompañamiento a los menús, ya que durante los partidos sólo habrá presencia para los FX. Desde este Jukebox podremos también cancelar los temas que no queremos que suenen en el juego, y marcar nuestros favoritos.

Una novedad de este apartado es la EA Sports Talk Radio, una emisora de radio ficticia , debutante y que realmente aporta un toque original. Entre partido y partido seguidores de nuestro equipo llamarán a esta emisora y dejarán su opinión acerca de nuestra evolución. Quejarse del entrenador, arremeter contra los directivos que hacen equipos a base de talonario o comentar lo que dice la calculadora sobre una posible clasificación a la siguiente ronda serán algunos de ellos. Están muy logrados y parecen sacados del espacio de los jueves de El Larguero, donde los oyentes expresan su opinión en directo.

Pepe Domingo Castaño, veterano comentarista de la Cadena SER y Javier La Laguna se encargan de la retransmisión de los partidos. En éstos todo el peso de la narración recae en La Laguna, mientras que Pepe Domingo únicamente interviene para apuntillar los comentarios.

En este nuevo modo podremos diseñar al entrenador a nuestra imagen y semejanza, para luego tomar su rol dentro del club. No tardará mucho la directiva en plantearnos nuestro primer reto: el último partido de la temporada, donde sólo vale la victoria para clasificarnos para la Champions. El ultimátum será explícito, de modo que si no ganamos, nos despedirán ipso-facto.

Por el contrario, si logramos el éxito, comenzará una nueva temporada en la que iremos avanzando a base de retos variados, como ganar un partido por un determinado número de goles,  no salir amonestado del encuentro o llevar a buen puerto varias transacciones con jugadores. Algo bastante distinto de lo que solemos encontrar en los juegos del género y que resulta ser entretenido. Todo girará en torno al entrenador que hayamos creado, el cual hará su aparición en el transcurso de los partidos mostrando su agrado por lo que realizan sus pupilos, o desatando su ira si su equipo hace el ridículo.

La suma de técnicas que EA Sports ha ido añadiendo entrega tras entrega, unida a la excelente física del balón dan como resultado un simulador donde el ritmo de juego es su mayor baza, dejando atrás aquellos frenéticos arcades de años atrás donde el balón iba y venía de un área a la otra constantemente.

En Champions League 2004-2005 tendremos que tocar una y otra vez para poder avanzar, puesto que la IA del equipo contrario es bastante buena, tanto para defender y presionar como para construir juego y salir al ataque. Capaz de mantener el balón cuando el tiempo juega a su favor o de combinar rápidamente entre sus delanteros para ganarnos la espalda, la IA conseguirá mantener el interés en los partidos contra la CPU.

Por desgracia, se han pasado tres pueblos con la habilidad del portero, que será capaz de despejar cañonazos a bocajarro con reflejos inhumanos. Y es que no es buena medida aumentar la dificultad del juego a base de dotar de superpoderes al portero… como tampoco lo es que los equipos contrarios jueguen todos de manera sospechosamente similar. Falta que cada equipo tenga su seña de identidad, y es algo que se lleva mucho tiempo echando en falta.

Ah, un detalle que se me olvidaba. El árbitro, que por otra parte, también tiene su propia IA. Pues bien, se ha optado por humanizar al señor de negro, haciendo que surja la polémica a la hora de señalar ciertas jugadas conflictivas, como un penalti por falta al borde del área, o un fuera de juego que no ve. Me ha sorprendido gratamente esta medida, puesto que es un detalle que muchos llevamos esperando años y años en un juego de fútbol. Y un detalle bastante actual, si vemos los penaltis que se están pitando últimamente en nuestra Liga…

Y es que el apartado táctico solo permite definir unas cuantas directrices, como la mentalidad atacante o defensiva, presionar defensivamente o esperar atrás y el tipo de juego -posesión, balón largo o bandas-. No podremos definir el área de influencia de nuestro jugador, ni decidir si subirá al ataque o no. Ni siquiera mover su posición. A estas alturas, este lastre se hace muy grande, ya que el resto del apartado jugable raya a gran altura pero queda limitado por dicho inconveniente.

En lo que respecta a las técnicas distintivas de FIFA en pos de la jugabilidad, da la impresión de que el Freestyle y el First Touch funcionan mejor que nunca; la amplia gama de regates que permite el stick analógico con un solo toque exige ejecutarlo en el momento justo para que logremos deshacernos del defensa, mientras que el control orientado permite dar fluidez al contraataque y proporciona sentido a los pases largos en profundidad, ya que así no se pierde la posición ganada por el delantero. En cuanto a Off The Ball, me sigue pareciendo que sobra en el juego y que no aporta nada de nada. Pero bueno, eso ya va a gustos, y al que opinie como yo, con no usarlo…

A la hora de manejar el juego, las cuatro opciones son perfectamente jugables, contando claro está, que dispongáis de un buen pad analógico para el PC, algo que se me antoja indispensable para disfrutar del juego. Porque la verdad, hacer el Freestyle con las teclas es bastante engorroso, por no decir otra cosa. Las diferencias de precio entre PC y consolas existen, costando la de compatibles 49.95 euros y 63.95 las versiones de consola, un precio muy elevado.

Sin embargo, si ya posees FIFA 2005, yo comprendería perfectamente que optaras por no pagar lo que vale este juego, teniendo tan reciente la compra de FIFA, que sigue siendo un gran juego de fútbol. Pero yo conozco a los buenos jugones del género, y a todos ellos se lo recomiendo si se lo pueden permitir.

l  o    m  e j  o  r

l  o    p  e  o  r