Trauma Center: New Blood
Sangre no tan nueva
Preparemos la jeringuilla y el bisturí para esta nueva incursión en la licencia Trauma Center. Con un espíritu absolutamente continuista y con la misma diversión de los anteriores juegos, nos llega esta nueva joya jugable, ahora para 2 jugadores. Dos personajes nuevos y un objetivo: acabar con el Estigma.
Con dos títulos a sus espaldas y muchas operaciones y situaciones médicas de verdadero estrés. Así llega hasta nuestras Wii este nuevo Trauma Center que, sin innovar en apenas ningún aspecto, consigue coronarse como uno de los títulos más divertidos del mes, para uno o dos jugadores y con una mecánica tan sencilla como adictiva. Para los que aún no hayan probado esto de ser cirujanos virtuales ésta es su mejor oportunidad.
Sangre nueva, que no fresca o diferente, por tanto. El juego de Atlus ha optado por mejorar las brutales jugabiliad y mecánica que tan buenos resultados dieron en DS y su primera aparición en Wii, aportando por fin el deseado modo cooperativo para dos jugadores en una misma pantalla y momento. Además, se ha añadido algo más de variedad, tanto en situaciones como en escenarios y personajes, y una historia más trabajada, que llega a coger interés por sí misma una vez que estemos bien metidos en faena. Un misterioso virus llamado Estigma está azotando el mundo y sólo nuestros protagonistas pueden curar a los afectados.
Por todo ello, podemos decir que New Blood evoluciona el concepto que teníamos hasta hoy de Trauma Center pero no consigue la madurez esperada. Para los poseedores de Second Opinion este título les parecerá más una mera espansión que una secuela: más operaciones, más personajes y partidas multijugador. Sin embargo, para los que quieran probar uno de los 2 juegos de la licencia disponibles en Wii New Blood es, sin duda, mejor opción que Second Opinion, pues es el mejor TC hasta la fecha sin llegar al producto sobresaliente que tarde o temprano se conseguirá con esta saga si sigue mejorando, aunque ello también requiera un lavado de cara en ciertos sentidos.
Markus Vaughn y Valerie Blaylock serán los protagonistas en esta nueva entrega. Ambos llegan a un apartado hospital de Alaska por casualidad y allí conocen a Elena, la que será su ayudante durante los primeros pasos e incisiones. Markus es un reconocidísimo profesional, con una personalidad algo ácida, al estilo del Dr. House. Valerie en cambio no es tan autodidacta ni poco amigable, y le gusta charlar con sus pacientes, el resto de personal... Ambos personajes irán cambiando su personalidad y madurando a medida que avanza la trama, lo que le da una profundidad argumental nunca antes vista en los anteriores TC.
La estructura de New Blood se mantiene como de costumbre, absolutamente lineal y con misiones o episodios que ir desbloqueando una tras otra. A estas misiones podremos jugar con uno u otro protagonista, o con los dos si tenemos cerca a alguien que nos ayude en la operación y un Wiimote y Nunchuk para ese alguien. Aunque hay determinadas operaciones que sólo podrá realizar uno de los médicos, por mera obligación argumental. Los diálogos vuelven a ser quienes guíen la historia, y sigue sin haber vídeos ni animaciones, respetando la estética del primero y que ya hemos visto en muchos otros juegos. Hablaremos más adelante de ello.
Además de lo comentado, otros nuevos personajes y situaciones entrarán en juego. En la trama, de fondo encontraremos desde crítica moral, al tener que operar antes a un viejo ricachón que a un niño pobre por ejemplo, hasta guiños a series como House o Urgencias, con diálogos y chistes profesionales al más puro estilo teleserie. Además, los personajes principales guardan secretos, como Elena, que pronto nos desvelará sus intereses con Markus. También en los primeros episodios conoceremos el poder sobrenatural de los protagonistas, el "Toque curativo" que los convierte automáticamente en los mejores médicos del mundo y los llevará por todos los continentes, desde China hasta Estados Unidos.
Para muchos será una minucia, pero un correcto doblaje a nuestro idioma hubiera pesado mucho a su favor a un juego como éste. Los efectos de sonido siguen siendo correctos y no muy variados ni realistas, al igual que las músicas, que se mantienen a la altura de las escuchadas en las anteriores entregas. Sin destacar, nos encontramos con melodías suaves y aceleradas, según las constantes vitales de nuestro paciente y la tensión del momento o acontecimiento narrado.
Como señalábamos antes, los personajes que veremos en pantalla son estáticos, sin animaciones y en 2D. Con una marcada estética manga, Markus y compañía intercalarán por turnos sus intervenciones dando lugar a la trama. Algunos efectos de sonido como el llamar a una puerta o las aspas de un helicóptero refuerzan este hilo narrativo. Hay varias expresiones faciales para cada personaje según lo que esté diciendo en cada momento, y un escenario siempre de fondo, ya sea un despacho, una sala de urgencias, una habitación de hospital o un parque de alguna de las ciudades que recorreremos en nuestra labor anti-Estigma.
Una vez estemos en plena operación nos encontraremos con el mismo apartado gráfico de siempre. La sencillez y colorido mezclando 2D y 3D nos dejarán ver claramente en qué zonas debemos actuar y con qué herramienta. Los cuerpos y los órganos vuelven a parecer de plástico muy sólido, como maniquís, y siempre nos mostrarán el mismo torso, con los pechos cubiertos por una sábana azul en caso de ser una paciente femenina.
El Wiimote vibrará y sonará más que nunca, según las acciones que realicemos y sirviéndonos de indicador de lo bien o mal que lo hemos hecho. Por ejemplo, al utilizar el láser quirúrgico oiremos un sonido electrónico a la vez que notaremos que vibra el mando siempre que usemos esta herramienta. Si por descuido herimos al paciente, un pequeño e intenso toque de vibración nos alertará del peligroso error.
Así de sencillo, su ideal, preciso e intuitivo manejo lo hace apto para cualquier persona, experimentado o no en el ocio electrónico. Todo un punto a su favor para jugarlo en compañía, la principal invitación de New Blood. Y que nadie se extrañe si en una determinada operación tiene que pedir a un familiar o amigo que le eche una mano. La dificultad del juego se ha aumentado considerablemente con respecto a Second Opinion, y aun eligiendo "Fácil" en sus modos antes de cada nueva intervención, en ciertos momentos nos veremos atascados por dificultad, siendo un verdadero reto para todo el mundo.
No hacen lo mismo 4 manos que 2. Para que jugarlo al completo en compañía sea una experiencia intensa y divertida recomendamos seleccionar al menos la dificultad media, pues la fácil lo hará sencillísimo en las primeras 3 ó 4 horas de las 7 u 8 que puede llegar a durar. Tenemos que decir en este sentido que no estamos ante un juego largo, ni excesivamente rejugable, pues volver a pasárnoslo sólo servirá para mejorar nuestros resultados de tiempo, puntos obtenidos, habilidad... Quizá unas más completas tablas de rankings online con las que comparar nuestras estadísticas con las de nuestros amigos le hubieran dado ese punto de reto competitivo que le falta.
Las 8 herramientas disponibles en esta ocasión son: el bisturí, la aguja para coser, las pinzas, el láser quirúrgico, el detector de ultrasonido, el gel antibiótico, la jeringuilla, y el tubo de drenaje, aunque no faltarán los objetos ocasionales, como las gasas esterilizadas o las bandejas donde depositar los elementos extraídos. Habrá una herramienta asignada en cada una de las ocho direcciones del joystick, de manera que para usarlas sólo hace falta inclinar el stick hacia su lado correspondiente. Un manejo muy intuitivo que ya vimos en Second Opinion, que sigue funcionando igual de rápido y bien. Casi todos se utilizan con el botón A, menos las pinzas, que van con A y B.
La mecánica es sencilla: apuntar a la pantalla, seleccionar la herramienta y aplicarla sobre los puntos concretos. Tendremos que abrir y cerrar heridas, eliminar tumores, sacar cristales o balas, arreglar huesos rotos, desinfectar zonas delicadas, drenar sangre, y hasta desinstalar chips o marcapasos. La curva de dificultad y duración de las operaciones irá en un adecuado aumento, siendo las últimas aunténticas hazañas de precisión y velocidad. La coordinación entre jugadores será fundamental cuando realicemos intervenciones con dos Wiimotes, volviéndose a veces una divertida locura, que puede acabar en discusiones nerviosas de quién hace esto y quién lo otro.
El tiempo ataca en cada operación, con las constantes vitales bajando continuamente y cayendo en picado con nuestros errores de precisión o equivocación de herramientas. Por suerte, contamos con los poderes de Markus y Valerie. El primero puede ralentizar el tiempo y aprovechar para poner orden y la médico tendrá la capacidad de mantener estables las constantes vitales del paciente. Para poner en práctica este poder sobrenatural habrá que dibujar en la pantalla una estrella, todo un reto si el nerviosismo y la prisa nos invaden. En todo momento tendremos que tener un cuidado minucioso y extremo, pues en caso de perder al paciente, tendremos que empezar de nuevo la operación, algo que nos hará tirarnos de los pelos en los últimos niveles.
Entre operación y operación, a veces, encontraremos tutoriales para demostrarnos cómo realizar nuevas técnicas. Estas lecciones son excelentes ya que nos exigirán repetir la técnica 2 ó 3 veces, y no nos dejarán seguir hasta haberla dominado, por lo que así nos aseguraremos de que después, en plena operación a vida o muerte, nos puedan ocurrir dos cosas: o que no sepamos bien qué hacer (no todo está explicado en los subtítulos) o que no tengamos la habilidad suficientemente rápida como para desempeñar exitosamente las acciones recién aprendidas.
La franquicia va mejorando y modificando sus peores puntos, pero aún encontramos aspectos decepcionantes, como el sistema de continuos diálogos estáticos o su simplista apartado gráfico. El cuantioso tiempo de desarrollo entre ésta y la anterior entrega, Second Opinion, debería haber servido a Atlus para hacer un producto más diferenciado de su antecesor, con más innovaciones y mayor duración.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.