No está Sergio García, ni Seve, ni Chema...

La presentación del juego, Tiger Woods haciendo malabares con un palo y una bola, ya presagia algo que no te va gustar: que te van a bacilar durante todo el juego.

No sólo porque cuando juegues contra Tiger tendrás que ser perfecto, sino porque parece ser que las expectativas de ventas que se tienen con semejante esponsorización (Tiger Woods en los USA es más que un ídolo) les bastan y les sobran para sacar un producto normalito al mercado y así tirar un año más hasta que haya un poco más de competencia en esto de los juegos de golf.

O algo más de mercado, porque estamos seguros de que muchos de nosotros hemos jugado a un juego de golf en nuestra entrañable PSOne, pero también estamos seguros de que muchos de los poseedores de PSOne no tiene más de un juego de golf en sus estanterías. Una y no más Santo Tomás.

Pero volviendo al tema que nos ocupa, que no es otro que este nuevo producto de la factoría EA, su "chovinismo" no tiene parangón. No sólo nos encontramos con un producto "made in América", sino que todos los jugadores que aparecen en el juego sonde allí. Con el cuidado que tienen a la hora de hacer juegos de fútbol, aunque si lo pensamos bien es el único porque los demás juegos (baloncesto NBA, Hockey NHL, carreras Nascar, Fútbol americano, etc.) son un claro alegato al buen hacer deportivo de los USA.

Los nombres de los acompañantes del "Tigre" son: Mark Calcavechia, Stewart Cink, Brad Faxon, Robert Dauron, Justin Leonard, Mark O'meara y Lee Janzen.

Aparte de las novedades de los jugadores, los nuevos campos, y las nuevas indumentarias del "Tigre", mucho nos tememos que no hay más novedades que contarte. Bueno si, el control analógico, pero de eso hablamos mas abajo.

Con los gráficos no nos podemos quejar. Las capturas del Tiger están bien, y las de los demás lo mismo aunque la "estrella" se lleva más movimientos extra y más detalles.

Por lo general no es un deporte en el que se efectúen movimientos espectaculares, así que la captura de movimientos les debió de llevar una mañanita, y a juzgar por lo normlitas que les han quedado las animaciones, tiene toda la pinta de ser verdad.

Cada vez que golpeamos una bola (aquí es más fácil que en la realidad), ésta sale disparada y un juego de cámaras bastante espectacular la sigue por su aéreo recorrido hasta que se detiene, dejando ante nuestros ojos un manojo de buenos efectos visuales (como rayos de sol, sombras, distintos ángulos, etc.) que es de lo mejor del juego.

Para la ambientación de los campos se sobran y se bastan con los distintos tipos de árboles, de arenas para los búnkers y de fondos para diferenciar del "escenario" entre unos campos y otros.

En la variedad está el gusto, pero esa variedad aquí sólo se aprecia en el nombre y en la fotografía: Poppy Hills, TPG at The Canyons, Badlands Golf Club, TPG of Scottsdale, TPG at Sumerlin y TPG at Sawgrass son los "peregrinos" nombres de los campos que podemos escoger.

Pasa desapercibida entre la presentación y los menús. En un deporte en el que se exige la máxima concentración para no errar los golpes, la música durante los recorridos está prohibida.

El sonido ambiente no deja de ser una suerte de pajarillos cantando, y aplausos de un invisible público, así como las exclamaciones de júbilo o desesperación de nuestros jugadores, o algunos comentarios de los comentaristas del evento.

Pero a decir verdad, en todos los campos suenan igual los pájaros, las ovaciones y los comentarios.

Los golpes, tanto buenos como malos, tienen su misma ración de sonidos especiales, pero da la sensación que con cuatro sonidos lo ha arreglado todo, uno para las maderas, otro para los hierros, uno para los búnkers y otro para el putt.

Bien. Aquí es donde el juego pierde muchos de los enteros que atesora la calidad de EA, ya que el juego cuesta bastante dominarlo, pero además es bastante difícil de aprender a controlar.

Una cosa que siempre nos hemos preguntado es si en este tipo de juegos, los controles de nuestros jugadores de cada juego sufren una especie de mercado de patentes, por el cual ningún juego de golf puede repetir los controles de los otros juegos de golf que ya han salido al mercado.

Los hay fáciles y los hay difíciles, pero el de este juego, Tiger Woods PGA Tour 2001, es bastante "parecido" al de Mario Golf.

Para empezar diremos algo bueno y es que apretando la tecla "select" se accede a una pantalla de ayuda en la que se nos muestra el funcionamiento de todos los botones del mando.

Con los botones L podemos escoger el palo que vamos a utilizar en el golpe, pero además nos sirve para saber la dirección y fuerza del viento, la situación de la bola. No obstante la opción de escoger el palo la podemos seleccionar automática para que sea el juego el que escoja la mejor opción por nosotros.

Con el triángulo miraremos donde vamos a llegar con ese palo con el golpe más certero, con el botón R1 podemos activar una rejilla para "leer" el green, y con la X activamos y desactivamos el swing.

Pero he aquí que todo esto suena muy bien hasta que te das cuenta que estás jugando con los sticks analógicos, y entonces es cuando se monta el lío, ya que sólo usaremos el stick derecho: moviéndolo hacia abajo comenzamos el swing y moviéndolo hacia arriba marcamos la potencia del golpe.

Con lo fácil que es seguir el viejo sistema del Mario Golf: apretar para activar el swing, volver apretar para dar fuerza y apretar de nuevo para golpear. ¿Por qué nos lo ponen tan difícil todos los años? Si es un deporte que apenas evoluciona.

Puedes tomar parte en Torneos, en los que el juego se restringe a un sólo jugador, o bien entrenar y practicar junto con 3 jugadores más controlados por la CPU. También puedes acceder a otras dos modalidades: Skins, en las que juegan entre dos y cuatro jugadores, y Stroke, en las que el número de jugadores va de uno a cuatro.

Por supuesto, que el juego no podía venir sólo, sino que se acompaña de una pequeña reseña de "records" de los jugadores que participan en él. Datos sobre las ganancias, sobre los "drives" más largos, los promedios de par 3, 4 y 5, los números totales de "birdies", "eagles" y "aces", y algún que otro dato más de cara a la estadística. En contra de lo que pudiéramos pensar, Tiger Woods no está el primero en todos, sino que hay dos en los que es superado por alguno de sus compañeros.

Para juegos de golf más realistas ya están otros mejores (Links...), pero pon los pies en la tierra, esto es PSOne. Y para juegos en los que sólo importa darle a la bola, ya está el Everybody's golf, todo un clásico.