Disfruta de tu propio parque

Introducción

A primera vista parece fácil caer en la generalización de que Thrillville, el último juego de dirección de parques temáticos en el mercado, es una copia tridimensional del conocido RollerCoaster Tycoon. Sin embargo nos encontramos con un juego novedoso, sin las dificultades que nos ofrecían las sagas Tycoon en cuanto a dirección de recursos o la necesidad de atraer siempre a grandes muchedumbres. Editado por LucasArt y desarrollado por Frontier, Thrillville nos aportará horas y horas de diversión y nos volverá a enganchar en la experiencia de poseer nuestro propio parque de atracciones.

Graficos

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En los fondos se nota un extra de dedicación y trabajo por parte de los diseñadores gráficos, que consiguen situar perfectamente la ambientación de cada zona. Al contrario que en otros juegos del género, nuestro parque no estará vacío al inicio, ya que contará con variados elementos decorativos que luego podrán ser sustituidos para construir nuestras atracciones. Esto hace que en todo momento tengamos la sensación de estar en el centro de un parque de atracciones, mientras los variados elementos móviles realizan sus recorridos. Las proporciones de estos entornos son muy acordes al tamaño de los visitantes, haciendo más creíble el paseo por el parque.

Sonido

El apartado sonoro está muy cuidado, lo que hará que sea difícil que llegue a resultarnos repetitivo o monótono durante nuestro tiempo de juego. Destaca una de las misiones de mantenimiento en la que tendremos que ponernos en la piel de una animadora y bailar (al más puro estilo DDR) para animar al personal. Cada nuevo parque tiene canciones diferentes para esta prueba y algunas más extra que podremos disfrutar jugando desde el menú del juego o bien retando a algún amigo a sacar la mayor puntuación.

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A parte de esta misión musical, totalmente novedosa en este tipo de juegos, disfrutamos de una buena selección musical para ambientar nuestro día a día con el parque. Existe un dj en la radio que irá poniendo canción tras canción, tomadas de un repertorio mucho más extenso que en cualquier otro juego del género, aunque no excesivamente grande. La música se acopla notablemente al juego, tanto cuando deambulamos por el parque como en cualquiera de los minijuegos, sin llegar a ser nunca molesta para el jugador. A pesar de la calidad de los temas, se echan en falta más pistas para llegar a configurar un repertorio de excepción. La nota de calidad la ponen ciertos sonidos ambientales, con temas como el principal de la serie Monkey Island.

Mientras paseemos por nuestro parque oiremos a los viandantes pasando a nuestro lado y comentando sus necesidades. Podemos pararnos y conversar con ellos, escuchando la conversación perfectamente ya que el sonido de la radio se atenuará automáticamente. Las voces de los visitantes de nuestro parque tienden a repetirse demasiado, variando mínimamente en función de la edad y de si es hombre o mujer. Por otro lado, al pasar cerca de las atracciones o decoración del parque oiremos los peculiares sonidos de cada una, fielmente transportados hasta nosotros

Jugabilidad

En el momento en que tengamos el parque en nuestras manos podremos disfrutar del apartado de construcción, así como de personalizarlo o embarcarnos en temas económicos. Para ello contaremos con 75 atracciones diferentes, desde las clásicas montañas rusas, ya sean de madera o metal, hasta otras más innovadoras como las atracciones colgantes sin olvidarnos de las norias o trenes. Además, nos proponen hasta 150 misiones, una treintena de minijuegos y 15 temáticas diferentes para conseguir no aburrirnos y no caer en la monotonía. Para completar la oferta jugable, podemos construir cualquier atracción de recorrido desde cero, mediante un comodísimo interfaz que nos permite personalizar nuestra obra en gran medida.

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Desde el menú inicial podemos elegir si adentrarnos en el parque o acceder a cualquiera de los juegos existentes sin tener que retarnos con alguien dentro de nuestro parque. Las pruebas están clasificados según su dificultad, el modo o la temática pudiendo escoger así las opciones que más se ajusten a nuestros gustos. Disfrutamos de homenajes a  juegos muy conocidos como la serie micromachines, Gradius o 1942. También existen otros creados especialmente para el título como los saltos de trampolines. La mayoría de ellos tendrá una duración aproximada de 2 a 3 minutos, sin embargo llama la atención alguno de ellos en los que la duración es exagerada para un simulador de parque de atracciones.

Al comenzar a jugar tan sólo podremos escoger un parque temático, entre los cinco que hay para iniciarnos. Para representarnos en el mundo, deberemos seleccionar un personaje entre una lista bastante amplia. Es recomendable que sigamos los tutoriales porque nos ayudarán a aprender de forma rápida y divertida cómo conseguir un parque de lo más próspero. En estas lecciones un narrador nos enseñará que tanto las misiones de negocios (a quién contratamos, cuánto pagamos o incluso en qué revistas de moda queremos anunciarnos) son igual de importantes que construir atracciones nuevas, retar a minijuegos a los visitantes o charlar un rato con ellos para conocer sus inquietudes. El menú de construcción nos permite acceder a un gran número de atracciones y tiendas, siendo posible investigar nuevas desde el departamento de desarrollo.

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