The Walking Dead: Season Two - All That Remains

The Walking Dead se convirtió en una de las grandes sorpresas del año pasado. Una industria de videojuegos marcada por los disparos, tanto en primera como en tercera persona, que acogía con los brazos abiertos la propuesta de Telltale: una historia interactiva –así lo describen ellos mismos- basada en el cómic de Kirkman. Nada de enfundar armas por doquier y acabar con hordas de zombis como si fuera un Dead Rising o un Resident Evil. El resultado fue todo un éxito, no solo por alzarse con el galardón del Juego del Año en los Videogame Awards de Spike TV, sino también por penetrar dentro del jugador y hacerlo partícipe de todo lo que pasaba alrededor de Lee y Clementine, los protagonistas de la primera temporada. Esta semana arranca la segunda temporada.

Clementine se ha convertido en la gran protagonista de la Season 2 de The Walking Dead. La pequeña niña que debíamos proteger y enseñar a sobrevivir por encima de todo en la primera serie de capítulos ha crecido, y de qué manera, dejando atrás la fragilidad y vulnerabilidad que ofrecía inicialmente para convertirse en una superviviente. Pre adolescente, pero superviviente a fin de cuentas. La hora y media –algo más, algo menos- que dura este primer episodio sirve para presentarnos una Clementine totalmente diferente a la que habíamos visto anteriormente. Todo lo que aprendió de Lee está perfectamente interiorizado, y aunque no deja de ser una niña –eso se nota sobre todo en altibajos que el personaje tiene- ha cambiado y se ha adaptado al mundo post apocalíptico de The Walking Dead.

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Es, sin lugar a dudas, uno de los grandes aciertos de este inicio de segunda temporada y del primer capítulo en concreto. Mostrar la cambiada personalidad de Clementine, y ponerla en diversas situaciones marca de la casa para demostrar cómo reacciona un personaje que se ubica más de 16 meses después de los trágicos hechos acontecidos con Lee al final de la primera temporada. Verla matar sin pestañear, buscarse la vida cuando la anterior se habría quedado llorando en una esquina y responder con la fuerza que lo hace, con menos opciones dubitativas, es un muy satisfactorio. Sobre todo para aquellos que vivimos su aventura y sabemos de dónde viene.

Dos viejos amigos

El principio del capítulo 6 de The Walking Dead nos presenta a Clementine explorando el terreno con dos viejos conocidos: Christa y Omid. Ambos sobrevivieron a la hecatombe en Savannah y se reencontraron con la pequeña protagonista. Christa está embarazada, mientras que Omid está jugando todo el rato a proponer nombres para su futuro hijo. A partir de este instante, una serie de desgracias acechan al grupo. Ahí empieza a actuar de nuevo la mano de Telltale Games con la serie. Sin ánimo de querer entrar en destripes, el camino que deberá tomar Clementine justo en un momento determinado será bastante más complejo de lo que se podría esperar en los primeros minutos.

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La historia nos llevará a conocer una gran cantidad de nuevos personajes, con personalidades muy diversas y también muy marcadas. El nuevo elenco de NPC que se presentan ante nosotros es tremendamente interesante, ya que hay perfiles que no se habían tocado en la primera temporada, y muchos matices en cada uno de ellos. Nadie es ni blanco ni negro, sino que están compuestos por una gran variedad de grises. Y aunque no se profundiza en ellos ni hay grandes momentos de tensión clásicos en la serie, sí es un buen punto de partida para lo que vendrá en los posteriores episodios. De nuevo los diálogos son parte vital del título, ofreciendo respuestas que los personajes “recordarán” en un futuro, tal y como indica el juego. Además, lo que hayamos hecho anteriormente en la Temporada 1 tiene importancia aquí, ya que ciertas referencias y respuestas estarán ligadas a nuestra experiencia previa.

Pero The Walking Dead no se olvida de dos puntales importantes en su desarrollo: las decisiones y los momentos de acción. Aunque es cierto que la toma de decisiones en este primer capítulo no tiene demasiadas dudas a nivel moral, sí que son situaciones que sirven para ejemplificar el nuevo carácter de Clementine y, además, nos dejan un mal sabor de boca como usuario por la angustia y la dureza de ciertos momentos. Para que nos entendamos, estamos abocados a hacer una cosa, pero el hecho de hacerlo no lo convierte en menos duro ni más llevadero, al contrario. La dureza de los acontecimientos es digna de mención, y una buena carta de presentación que hace indicar que nada será sencillo en esta segunda temporada.

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Los momentos de acción, que los hay, también nos meten dentro de la aventura con una toma de decisiones veloz y exigente en muchos casos. El primer gran momento es de lo mejor que recordamos en The Walking Dead, ya que nos obliga a reaccionar rápidamente pulsando direcciones hacía donde movernos antes de que la muerte se haga con nosotros. Hay diversos momentos de tensión en los que debemos combinar direcciones a las que apuntar, pulsar rápidamente un botón y luego otro (tipo QTE), etc. Muy a lo que ya vimos en la primera temporada, pero con algunas variaciones. En general, este primer capítulo tiene puntos muy álgidos, pero también momentos algo tediosos y la sensación que la historia podría haber avanzado algo más en algunos frentes.

Técnicamente, The Walking dead sigue la estela de los capítulos anteriores. El estilo de cómic le queda bien, y hay ciertos aspectos como la expresividad de las caras de los personajes que están muy logradas y transmiten perfectamente lo que sienten. Pero de nuevo tenemos algunos errores que empañan un poco el resultado final. Han mejorado muchas de las texturas –cuando vemos un bosque en vista aérea se nota- pero de cerca volvemos a tener texturas planas y poco definidas, algunos movimientos y animaciones de los personajes que no acaban de ser del todo verosímiles. Junto a ello, de nuevo el título se estrena totalmente en inglés, con una gran interpretación en lo que voces se refiere. Pero el tema de los subtítulos echará para atrás a más de uno.

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