The Sundew: Análisis. Aventura gráfica cyberpunk para PC y Switch

Siguiendo con la época de excelente salud de la que goza el género de la aventura gráfica en la actualidad, este mes podemos disfrutar con la aventura de corte cyberpunk The Sundew. Este atractivo título nos llega de la mano del estudio francés Studio 2054, formado por una única persona que se ha encargado de la práctica totalidad del desarrollo del título, Agnès Guillaume. Como ha declarado en las notas de prensa previa al lanzamiento, la gala se ha inspirado en los grandes clásicos que el género nos ofreció en los 90, y desde luego la influencia de sus compatriotas Delphine resulta muy evidente. En septiembre de 2018, Agnès presentó una atractiva demo para lanzar una campaña de financiación del desarrollo del título a través de kickstarter. Tras una dura etapa de desarrollo, algo lógico si tenemos en cuenta que su creadora ha sacado el desarrollo en solitario en su práctica totalidad, el pasado 14 de octubre salió finalmente a la venta, en Pc y también para Nintendo Switch. La máquina de la Gran N se está haciendo con un catálogo muy destacado de aventuras gráficas, que no solo gozan de excelente salud pese a ciertos comentarios agoreros, es que además cada vez tienen más y más presencia en consolas, dando el salto de ese coto casi exclusivo que fue el Pc años atrás.

The Sundew nos ha dejado un sabor un tanto agridulce. Nos ha gustado, y hemos disfrutado bastante durante las aproximadamente 5 horas que hemos pasado en su mundo. Pero tambiém es cierto que se le notan mucho las costuras, que es un título muy humilde al que se le nota que es el desarrollo primerizo de su creadora. La historia no llega a alcanzar su potencial en ningún momento, sus personajes apenas brillan, y su desarrollo tiene varias aristas sin pulir que nos dejan algún momento nada satisfactorio. Pese a ello, si tenemos en cuenta su atractivo precio de 12,49€, su interesante puesta en escena cyberpunk, y un desarrollo muy clásico que hará disfrutar a quien busque una buena aventura gráfica, tenemos un título a tener en cuenta. Desde luego, aquí se ven buenos mimbres, y ojalá este estudio nos ofrezca en el futuro más aventuras gráficas más ambiciosas y con más medios que confirmen todo el potencial que muestra este debut.

Conspiraciones Futuristas

Estamos en el año 2054. Una terrible guerra ha devastado Japón hasta sus mismísimos cimientos. La acción transcurre en la ciudad de Shibukawa, la nueva capital nipona tras el desastre. Nuestra protagonista es la agente de policía Ana Isobe, una suerte de cyborg que ha sido aumentada cibernéticamente a través de agresivos experimentos, quien trabaja como agente de la ley. La trama comienza en el piso de Ana, recibiendo una llamada de emergencia para incorporarse al servicio a pesar de ser Domingo. Tras nuestros primeros pasos en la comisaría, se nos asigna una misión donde debemos reunirnos con un misterioso informante para tender una emboscada a un misterioso objetivo. A raíz de este encuentro las cosas se complicarán para nuestra protagonista, y se verá inmiscuída en una conspiración mundial de complejas implicaciones.

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Si bien el trasfondo de la trama es atractivo y tiene un punto de originalidad muy interesante, apenas tiene espacio para desarrollarse en las 4-5 horas que dura la aventura, quedando como un prólogo interesante al que le habría venido muy bien algo más chicha. Esto afecta por igual a unos personajes planos e intrascendentes, incluso una protagonista que tenía visos para brillar pero a la que apenas le da tiempo de lucirse. Esto se agrava con la lista de secundarios, escasa y con una trascendencia nimia.

Cierto es que en varios momentos de la aventura se nos plantean decisiones que afectan al devenir de la misma, lo que aporte un cierto tinte de rejugabilidad. Nos ha gustado mucho además el tono de dichas decisiones, alejándose de los típicos blancos y negros de decisiones “buenas” y “malas” habituales en el género. Este ha sido no de los elementos que más nos ha gustado de la aventura, y uno de sus grandes aciertos. Es una lástima lo corto que se nos hace el juego, porque en todo momento consigue atraer nuestro interés y nos tiene en vilo deseando saber qué viene a continuación.

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Aventura gráfica clásica

El desarrollo jugable del título es clásico hasta la médula. Control con puntero, árboles de diálogos y un inventario donde se almacenan los objetos que recogemos a lo largo de la aventura. Son precisamente los típicos puzles de inventario los que predominan en la práctica totalidad de la aventura, por lo que deberemos buscar objetos por los escenarios y emplearlos en los sitios adecuados. El problema es el discutible sistema de activación de instancias o eventos del juego, que provocará momentos de frustración o desconcierto total. Hay un par de momentos en los que si no tenemos un objeto, que se recoge en otro escenario, y que para más inri no es interactuable en primera instancia, no se activa el evento pertinente pese a que nuestra protagonista nos hace ver que eso es lo que hay que hacer, y finalmente nos hace volver al escenario previo en busca de los objetos que nos faltan, o realizar las acciones en el orden adecuado, pese a que no tendríamos que haber previsto que dichos objetos no harían falta más adelante. Sí, esto es habitual en el género, pero aquí no se ha implementado con mucha pericia y deja varios momentos que nos sacan por completo de la aventura.

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Por lo demás, salvando dichos problemas, la aventura no es excesivamente complicada y salvo un par de resoluciones caprichosas, sus puzles son muy sencillos y se resuelven empleando los objetos pertinentes como se ha comentado. No arriesga nada en su desarrollo y le falta bastante chispa a sus puzles. Esta chispa y toque distintiva parecía que iba a venir por parte del interfaz cibernético que tiene implantado nuestra protagonista, pero su uso acaba siendo residual y anecdótico. Nos que da un título cumplidor jugablemente pero falto de brillo, y que arrastra problemas de diseño en su estructura que le penalizan bastante. La duración de la aventura ronda las 4-5 horas en función de nuestra pericia y posibles atascamientos. De momento, el juego no cuenta con textos en castellano, estando estos únicamente en inglés, francés y alemán.

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Visualmente, The Sundew apuesta por una atractiva puesta en escena cyberpunk de gráficos pixelados, que como ya se ha comentado evocan inequívocamente a los clásicos de Delphine, Future Wars a la cabeza. Si bien están algo faltos de detalle y de pulido, y quedan lejos del pixel art más trabajado de otros exponentes del género, tienen mucho encanto y casan de maravilla con la personalidad del título. La omnipresente lluvia tan características de este tipo de ambientaciones, las luces de neón y la decadencia urbana son las notas de distinción de su puesta en escena, que también tiene hueco para alguna sorpresa que no vamos a comentar. La banda sonora acapara todo el protagonismo sonoro del juego, ya que desgraciadamente sus personajes no tienen voces. Dicha banda sonora refuerza la atmósfera del juego, con tonos muy apropiados al cariz futurista de la obra. Si bien no estamos ante el juego más bello del momento, sí que nos deja alguna estampa muy atractiva, especialmente para los amantes de la ambientación cyberpunk.

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Nota: 6.2