Homenaje a los Clásicos

¿Te acuerdas de juegos como Galaxian o Xenon 2? Pues este The Reap es el último intento por revitalizar el género. Concebido como un arcade "matamarcianos" al más puro estilo, nos encontramos con todos los elementos propios de este tipo de juegos, como pueden ser el scroll automático o las armas expansibles, con varios niveles de potencia adquiridos mediante power-ups. Hablando de armas, son cinco diferentes, todas muy espectaculares, y se corresponden completamente con lo típico del género: misiles dirigidos, rayos continuos, disparos en varias direcciones...

Hasta aquí las similitudes con los matamarcianos de toda la vida, pero este juego no sería tal sin marcar la diferencia en algo. Lo primero: los gráficos, que son sprites prerenderizados amenizados por un montón de filtros en tiempo real, de forma similar a lo que vimos en Blade Runner, por ejemplo. Cosas que creíamos propias de programas de render aparecen como Pedro por su casa en éste juego: glows, lens flares, explosiones,... No os perdáis las chispas que despide la motosierra con la que está armado el primer gran jefe final de nivel.
Otro punto diferente, aunque este no tan bueno, es la perspectiva. Los más veteranos en el mundo de los videojuegos recordarán un juego en perspectiva isométrica llamado "Zaxxon". Bueno, pues este The Reap retoma la vista de cámara, aunque con bastante poco éxito. A menudo es difícil decir si uno va a poder pasar sobre un edificio o si se va a quedar atascado al meterse detrás. Además, no es fácil hacerse con los controles, ya que al pulsar "arriba", la nave se mueve en realidad hacia la esquina superior derecha de la pantalla, al darle a "izquierda" vas hacia la parte superior izquierda, etc. Para colmo, entre el barroquismo de algunos escenarios (tan bien hechos como los sprites), todos los efectos especiales de flares, glows y explosiones y los disparos que se cruzan en todas direcciones (nos atacarán desde delante, detrás y ambos flancos), a menudo perdemos nuestra propia nave de vista y la volvemos a encontrar al ver la onda expansiva que produce al reventar en mil pedazos.
El juego tiene un nivel de dificultad más que desafiante, que le da bastante más durabilidad de la que tendría siendo algo más fácil. Como el juego no requiere de partidas largas de varias horas, uno puede echar una partidilla cuando está aburrido, dejarse los piños contra el suelo diez o veinte veces y luego volver a la vida real a hacer algo más productivo. Los creadores del juego afirman que éste se adapta a la capacidad del jugador para proporcionar un nivel de dificultad más o menos adecuado a cada uno, pero esta supuesta IA no se hace ver por ningún sitio durante el juego. No digo que no exista, pero parece ser una de esas capacidades de un programa en la que los desarrolladores pasan horas trabajando y que luego el jugador no llega a descubrir.
La forma de superar los niveles con algo menos de esfuerzo es un sistema multijugador, también al estilo clásico: dos personas colaborando en el mismo ordenador, con navecitas que se distinguen sólo en el color. Hay un modo que permite escoger la fase de cada nivel de entre dos o tres, aunque sólo se nos permite cambiar el orden, ya que hay que hacer todas las fases de un nivel para poder pasar a otro.
Por el momento, el juego no parece malo, y es que no lo es ¿Por qué entonces no consigue una mejor puntuación? Pues por exceso de sencillez y falta de regularidad. Me explico: el juego no estaría mal en la época en que los arcades se limitaban a sobrevivir el tiempo suficiente para pasar la fase, pero al día de hoy se espera algo más de un juego que sólo eso. En general, el uso del juego es el mismo que se puede hacer de un buscaminas o un solitario, sólo que con mejores gráficos y sonido. Sobre su "falta de regularidad", el juego presenta altibajos entre los distintos factores: gráficos excelentes contra pobre jugabilidad, sonido aceptable contra una dificultad un pelo excesiva, formato clásico, con ligeras modificaciones,...

Audio/Vídeo:
Los gráficos son espectaculares y asombrosos, utilizando toda clase de filtros de iluminación en tiempo real. Simplemente espectaculares. Lástima que resulten a veces deslucidos por la confusa perspectiva isométrica. Otro punto negativo es que en las resoluciones altas el juego da una impresión extraña,... algo difusa. De todas formas, no desmerece el conjunto.
En cuanto al sonido, los efectos están bastante bien, sin resultar excesivos en ningún momento, y la música es tan discotequera como la iluminación, ambientando a la perfección. Un sobresaliente técnico.

Guión
Aunque luego, a la hora de jugar no se nota diferencia alguna, el guión es bastante original. Se supone que la raza humana fue creada por unos alienígenas en un pasado remoto. Ahora, los aliens creen que la humanidad se ha pasado de la raya y deciden que ya no se merece el planeta que tienen: han de ser destruidos antes de que se carguen la Tierra y tú eres el encargado de la misión. Efectivamente, esta vez NOSOTROS somos el marciano que va a invadir la tierra, pero esta vez en solitario y son los humanos los que intentarán detenernos con enormes ejércitos de infantería, tanques y aviación.

Estrategia y trucos:
-Mantén las armas menos cargadas en el panel secundario (SHIFT+IZQ) y la que te guste en el primario (SHIFT+ARR) y asegúrate de tener alguna potente de repuesto por si te matan.
-No te preocupes tanto de matar a los enemigos como de esquivar los disparos. Si tienes un arma teledirigida, déjala hacer su trabajo e intenta sobrevivir, que ya es bastante.

Jugabilidad:
Este es el punto flojo del juego. En ciertos momentos, podemos perder la noción de dónde está nuestra nave entre el mare mágnum de disparos. La perspectiva no ayuda mucho en esto, sino más bien al contrario. Las reacciones de la nave a nuestros controles no son tan fluídas como deberían. Un tirón de orejas a Take 2 por no haberse currado lo que realmente era el encanto del género que pretenden revitalizar.

Comparándolo con...:
Hace algún tiempo salió un juego de Chaos Works llamado Fire Fight que, si bien no tenía gráficos tan espectaculares, sí era bastante más rápido y jugable que The Reap. En Fire Fight, el scroll era libre y seguía a la nave protagonista, el control era más sencillo y fluído. Las misiones en The Reap son meramente bonus para conseguir puntos, mientras que en Fire Fight no podías pasar una fase sin acabarlas.

Los gráficos y la música en general, el sentido de la espectacularidad que prima en todo el juego en particular.
Lo sencillo que es matar un rato con él sin meterse en muchas complicaciones.

Enlaces o Links:
La verdad es que no hay mucha información en la red sobre este juego. Podéis probar en www.proein.com o en www.take2interactive.com distribuidor y desarrollador del juego respectivamente.

Manual:
Ah, pero... ¿es que hay manual? ¿Queréis decir ese folletito de tres páginas que venía con el CD? Creía que era un catálogo de olivas en vinagre, pero ahora que lo comentáis, no sé si es más preocupante que el manual se abra para los dos lados como si fuera una estampita del niño Jesús o que, además, lleve dentro todo lo que hace falta para jugar.

Equipo necesario:
Mínimos:
Pentium 90, 16 Mb RAM, CD ROM X4, Tarjeta de vídeo 1 Mb.
Recomendados:
Pentium 166, 32 Mb RAM, CD ROM X8, Tarjeta de vídeo 2 Mb.