Dos caminos. Dos aventuras. Un único destino...

El nuevo juego de Zelda que nos dejara gratamente sorprendidos, Oracle of Ages, no ha venido solo. Como ya viene siendo habitual en otras sagas (léase Pokémon), viene acompañado de otra edición para poder interactuar con ella de diversas formas muy interesantes.

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Pero no es la típica edición en la que todo es exactamente lo mismo excepto por unos pequeños cambios que, aunque puedan llegar a ser significativos, apenas lo diferencian. No. Esto no es así. Estamos nada menos que con otra aventura completamente nueva de Zelda. Tantas épocas de "sequía" y ahora de repente nos llegan dos juegos juntos... Y vaya pedazo de juegos. Venga, vamos a darle un repaso a las diferencias de esta edición con respecto a la otra, empezando por la historia.

Un día en Hyrule, una extraña fuerza atrajo a Link a lo más profundo del castillo, donde encontró el Triforce brillando intensamente mientras le esperaba. De repente, Link se encontró envuelto en un círculo de luz y entonces desapareció.

Cuando se despertó, se encontró en un bosque que no había visto nunca. Entonces escuchó una agradable música y risas resonando en las profundidades del bosque. Link siguió las voces hasta que encontró a un grupo de actores de gira. Una joven que estaba bailando, al ver a Link, sonrió y le llamó. «Bienvenido a Holodrum. Soy Din, la bailarina». Y entonces le invitó a bailar cogiéndolo por el brazo. Pero poco después de empezar a bailar, el cielo se oscureció y sonó un estruendo seguido de una voz malévola: «¡Te he encontrado, Din! No me puedes engañar disfrazándote de bailarina. ¡Soy Onox, General de las Tinieblas! ¡Descúbrete, Oráculo de las Estaciones!». Entonces, un tornado venido del cielo se llevó a Din.

A partir de entonces, las estaciones se sumieron en un caos y la tierra fue cayendo en desgracia. Onox comenzó su plan de recoger el poder de la marchitada tierra y crear un mundo de tinieblas... ¡Link, debes rescatar a Din cuanto antes!

Preciosa historia... ¡snif! me he emocionado... ¡snif! ¡snif!

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A lo largo de nuestra aventura deberemos encontrar las ocho esencias repartidas por las ocho mazmorras de Holodrum. Estas esencias son necesarias para que el árbol Maku (que repite aparición en escena pero con un aspecto totalmente distinto) pueda poner en orden tal caos. Link podrá conseguir también los cetros de las estaciones los cuales le permitirán cambiar la estación del año si se sube al tronco de un árbol y agita el cetro correspondiente. Estos cetros debemos llevarlos a los cuatro espíritus de las cuatro torres. Por ejemplo, si conseguiremos el cetro del invierno, sea la estación que sea, haremos que llegue el invierno en las zonas circundantes a donde estemos y por un espacio de tiempo.

¿Y para qué sirve cambiar de estación? En primavera podremos utilizar unas flores que nos lanzan al aire para alcanzar lugares de otro modo inaccesibles. El verano nos descubre el fondo de los ríos y los lagos. En otoño se abren nuevos caminos y se pueden recoger setas. En invierno, la nieve bloquea los senderos pero los lagos se congelan y podemos andar sobre ellos.

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Los objetos que iremos encontrando a lo largo de la aventura son, en muchos casos, los mismos que en el Oracle of Ages. Sin embargo, éstos nos los iremos encontrando en circunstancias diferentes y, al ser una aventura distinta, nos ayudarán a resolver otras situaciones en zonas diferentes. Ni siquiera el orden de obtención de los objetos es el mismo. Pero también hay nuevos objetos. Uno de ellos es el Guante Magnético. Cuando nos lo pongamos podremos atraer y repeler el metal. También está la reaparición "estelar" del boomerang, ausente en Oracle of Ages pero que ya utilizamos en otros juegos de Zelda. Todos estos objetos nos serán muy útiles a la hora de resolver los puzzles, acabar con los enemigos finales de las mazmorras, etc.

Los cinco tipos de Semillas Místicas, en este caso, aparecen en estaciones distintas. Como ya te contamos, cada tipo de semilla tiene un efecto único. Por ejemplo, transportarnos de un lado a otro del mapa, acelerar o congelar enemigos o atraer monstruos. Luego están las semillas Gasha que "sólo" sirven para plantarlas en tierra blanda y conseguir preciados objetos.

Un caso aparte son los anillos. Para poder conseguir los nada más y nada menos que 64 anillos distintos, necesitaremos el otro juego y la Game Boy de un amigo. Muchos de los anillos los conseguiremos por nosotros mismos encontrándolos en las mazmorras o en los árboles que nacen de plantar las semillas en tierra blanda. Sin embargo, existen otros que sólo están en una de las ediciones del juego y será imprescindible el cable Link para obtenerlos.

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La otra forma de interactuar con el otro juego es mediante los passwords. Éstos se consiguen cuando te acabes el juego. Debes introducirlo en el juego Oracle of Ages y así se desbloquearán algunas sorpresas y eventos y conseguirás a su vez otros passwords para introducir en este Oracle of Seasons que ya te hubieras acabado. Como ya comentamos en el análisis de Oracle of Ages, la posibilidad de conexión a través del cable Link te permitirá también desbloquear tres monstruos finales extra al final del juego, teniendo la posibilidad de enfrentarte a las brujas Twinrova y al mismísimo Ganon. Gracias a esto, también podrás encontrarte con la Princesa Zelda, de otra manera imposible de ver.

Los guiños a otros juegos también están presentes. Está el monstruo Dodongo del primer Zelda, el músico del molino, los Deku que nos venden bombas, las flores que nos lanzan por el aire... Y también jugaremos a escondernos, como ya ocurría en los dos juego de Nintendo 64. Ya sabes, debemos ponernos fuera del alcance visual del personaje que no nos debe ver y, si nos descubre, a empezar de nuevo. Otros minijuegos interesantes son, por ejemplo, la discoteca en la que debemos seguir los movimientos del resto de participantes sin fallar ni una sola vez.

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Como ya comentaba en el análisis del Oracle of Ages, el apartado gráfico quizás pueda recordarnos mucho al Link's Awakening. De hecho se repiten incluso enemigos finales de las mazmorras, como el monstruo Facade (que es una cara en el suelo). Pero la versión coloreada no le llega ni a las suelas de los zapatos a este par de juegos que han enterrado los chillones colores del Link's Awakening DX mostrándonos unos escenarios de gran belleza y variedad. Muchos elementos se repiten y hay zonas del mapa o mazmorras que tienen un gran parecido, pero las novedades son suficientes como para no descontentar a nadie.

En cuanto a las diferencias entre Oracle of Ages y Oracle of Seasons, hay que tener en cuenta de que es como si fueran dos episodios del mismo juego, es decir, que se parecen bastante entre ellos (me refiriendo exclusivamente a los gráficos). Pero eso no es, ni mucho menos, un punto en su contra.

m  ú  s  i  c  a

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Cancioncillas épicas y de todo tipo que nos van ambientando a lo largo de nuestra aventura. Hay todo tipo de canciones que se van adaptado a la situación. Las más tétricas y que provocan un ambiente de tensión están, cómo no, en las mazmorras mientras que las más divertidas y animadas están en los minijuegos y otro tipo de situaciones desenfadadas. La calidad es buena, muy buena. Además se ha incluido, por ejemplo, la canción del molino del pueblo Kakariko del juego Ocarina of Time. No habría estado de más que hubiesen incluido más "joyitas" características de los juegos de Zelda para Nintendo 64.

Aún así, no hay nada importante que reprochar. El apartado sonoro está como debe ser. Las melodías nunca se hacen pesadas a no ser que lleves varias horas jugando... Y no falta, por supuesto, el tema central de todos los juegos de Zelda que suena en el mapa central de Holodrum.

La verdad es que no hay nada nuevo que decir en este apartado. Si ya jugaste al primer juego de las aventuras de Link para Game Boy, sabrás que los efectos de sonido no son precisamente como para tirar cohetes. Sin embargo, todos están correctos y suenan como deben sonar, sin sobresalir demasiado ni demasiado poco. Se conservan los típicos sonidos tintineantes que indican que has resuelto un determinado puzzle en una habitación de una mazmorra, el sonido de recoger rupias, el odioso pitido intermitente que te indica que tienes el marcador de corazones casi vacío... Lo de siempre.

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Es otro puntazo de Capcom y Nintendo, de eso no hay duda. Pero lo que se estará preguntando mucha gente es por cuál de los dos decidirse. Si yo estuviera en esa situación, optaría por comprarme el que no tengan otras personas que conozca para poder intercambiar anillos. Y es que con cualquiera de los dos te lo vas a pasar en grande.

Quizá las primeras mazmorras de este juego sean más fáciles que las del Oracle of Ages y te sirvan más como introducción a todo lo que te espera, pero a medida que avanza el juego, la dificultad se va poniendo al mismo nivel. Los retos son igual de atrayentes y desafiantes. Las dos aventuras son suficientemente largas y muy envolventes. La variedad de las situaciones hará que no cejes en ningún instante. Toda una aventura al puro estilo de Zelda en toda regla con muchas sorpresas y novedades.