Jamás le robes el traje al hombre de hojalata.

Parece que los súper héroes de la Marvel están de moda últimamente. Spiderman, Daredevil o la Masa ya tienen sus propias películas, y el hombre de hierro podría estar en camino. Y mientras se cuece el film, aquí llega un nuevo juego de sus aventuras, para deleite de sus fans.

Iron Man siempre ha sido uno de los personajes favoritos de Marvel. Puede que no tenga tanto carisma como Spiderman, pero sus aventuras nunca han carecido de éxito, ni siquiera en nuestro país. El hombre de hierro, tal y como se le conoce por aquí, es un súper héroe ya bastante antiguo, pero que se resiste a caer en el olvido. Miembro fundador del grupo Los Vengadores junto con otros carismáticos personajes tales como el Capitán América o Thor, ha salvado el mundo en incontables ocasiones.

Pero el hombre que se esconde tras la armadura roja y dorada en realidad no tiene ningún súper poder, ni mutación, ni nada de eso. Es un simple hombre normal, llamado Anthony Stark con mucho dinero y con su propia empresa. Y ahí es donde él solo se montó su primera armadura. Aunque la idea principal era crear una armadura de combate, ésta le sirvió para salvar la vida que una explosión casi acaba con él. Con el tiempo la fue mejorando e incluso le fue añadiendo armas, y retomando la idea de crear aquella armadura de combate.

Luego, como en toda historia que se precie (sobre todo en las de Marvel), al bueno de Tony le ha pasado de todo: desde quedarse paralítico hasta caer en el alcoholismo. Pero todas sus dificultades las ha ido superando y al final ahí está y ahí seguirá, dando guerra contra los malos a golpes de hojalata. Y por supuesto, muchos juegos de Iron Man han visto la luz para muchas plataformas, pero ahora le toca el turno a Game Boy Advance, y parece que la cosa se presenta con buenas expectativas. La buena línea que se empezó con la adaptación de la película de Spiderman ha continuado en este cartucho que en tan solo 2D saca a relucir un juego de acción pura y dura con un acabado bastante bueno.

Básicamente, el sistema de juego es un avanza, salta y elimina enemigos. En principio, el juego es un plataformas en 2D, con muchos malos para patear, y con algunos alicientes extra que lo transforman en un juego de acción. El principal es posibilidad de disparar a los enemigos para acabar con ellos. Los saltos también son necesarios, y para ello incluso hay un salto doble, pero lo principal es llegar al final de cada fase.

En cuanto a la historia de este juego, comienza cuando a Tony Stark le roban su preciada armadura. Y si consiguen saltarse el sistema de protección, incluso podrán usarla. Así que Tony se enfunda el traje de repuesto (que no es tan bueno, pero al menos sirve) y sale en busca de su armadura con el tiempo en contra.

El hombre de hierro es quien mejor ha salido parado. Luce unos colores amarillo y rojo muy vistosos. Además, la forma que le han dado le sienta muy bien, dando la impresión de ser un personaje muy fuerte, con una armadura poderosa.

El movimiento de Iron Man también está muy bien recreado, con una animación suave, aunque quizás un poco rápida de más. De todos modos, esta animación tan rápida ayuda a potenciar el elemento de acción del juego, haciéndolo muy rápido y aumentando su jugabilidad. Los malos son un poco más sosos, pero teniendo en cuenta que son carne de cañón, tampoco se puede pedir más. Simplemente salen para caer muertos, cosa que realizan sin pena ni gloria. Otra cosa es la muerte del protagonista, que con una pequeña ralentización (hecha a propósito, por supuesto) caerá dando algunos rolos. La primera vez que se ve resulta incluso impresionante, aunque no conviene abusar si se quiere terminar el juego.

Los fondos no resultan mal acabados, ni mucho menos, pero sí que dan un poco sensación de vacío. En general son un poco sosos, pero a su vez, esto tiene la ventaja de que permite ver y distinguir mejor a todos los personajes del juego. Una por otra, pero al final, si la jugabilidad resulta mejorada, el apartado gráfico siempre puede ser un poco sacrificable. El diseño de los niveles, como cualquier juego de acción en 2D, intenta ser un poco laberíntico para eliminar esa sensación de linealidad que tienen los niveles. A fin de cuentas lo único que hay que hacer es avanzar hasta llegar al final de la fase, pero para ello, hay que saltar, bajar, y en definitiva ir encontrando la salida en un laberinto que se extiende hacia arriba y hacia abajo. Lleva su tiempo, pero tampoco demasiado.

En cuanto a los menús, son simples y escuetos. Funciones básicas como empezar partida o continuarla, además de unas mínimas opciones. Por desgracia, y aunque no sea muy importante, los textos no han sido traducidos.

Otros efectos de sonido también cansinos son el disparo del protagonista (y de los malos, que es parecido) o las múltiples explosiones que hay durante el juego. Al margen de eso hay poco más, y la verdad es que es una lástima que no se haya pulido este aspecto para un mejor acabado. 

Para controlar a Iron Man, nada más fácil. Con A se salta y con B se dispara. Si se pulsa A dos veces seguidas, se hace un salto doble con los impulsores que Iron Man lleva en las botas, y si se deja pulsado B se carga el mega disparo, que se realiza al soltar. Además L sirve para desplazarse rápidamente, algo que pocas veces se usará debido a la gran cantidad de enemigos que pululan por los niveles. Como puede apreciarse, los controles son bastante similares a los juegos de Mega Man, y es que en cierto modo, puede notarse su influencia en algunos elementos de este título.

Los enemigos, los hay de todo tipo y formas. Desde los clásicos soldados que mueren con tan solo dos disparos leves, hasta los jefes de final de fase que harán sudar la gota gorda incluso a los más expertos. La mecánica del juego es muy simple. Avanzar y avanzar más. A medida que se avanza no dejan de salir enemigos que hay que derribar a base de disparos. También hay obstáculos que evitar mediante la habilidad para saltar. Y con eso ya está todo dicho.

Entonces ¿cómo es posible que un juego tan simple resulte divertido?. Pues sí que resulta muy divertido este juego, y es por lo ajustado de su control y la rapidez del juego. Y es que este juego es muy rápido, casi no hay tiempo para pensar, y la probabilidad de continuar vivos depende sobre todo de los reflejos.

Además, los enemigos no paran de agobiar, y la respuesta tiene que ser tan rápida como ellos. Al poco de empezar a jugar, rápidamente se aprende que cuando se ve un enemigo automáticamente hay que agacharse o nos comeremos su disparo. Saltar también es una excelente manera de esquivarlos cuando aparecen muchos a la vez. La dificultad está muy bien ajustada. El juego es complicado, pero no llega a desesperar. Pero si se quiere terminar la fase, no se puede uno dejar ni un solo kit médico, ni tampoco ninguna carga de energía.

Los kits médicos todo el mundo se imaginará que sirven para recuperar salud (que por cierto se pierde bastante rápido en este juego), y las cargas de energía sirven para aumentar el medidor de energía de Iron Man. Este medidor se vacía cada vez que realiza un disparo. Mientras haya energía se puede disparar a la velocidad del rayo, pero cuando se acaba, la cadencia de disparo baja drásticamente, propiciando el recibir algún impacto de un enemigo que no hemos podido eliminar a tiempo.

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